No todas las lunas llenas invitan a meditar bajo la luz plateada; algunas son puro fuego. La Luna llena en Aries llega con ese impulso de “hagamos algo ya”.
Esta Luna llena no viene tranquila: despierta emociones intensas, arranques de valentía y ganas de decir basta.
No todas las lunas llenas invitan a meditar bajo la luz plateada; algunas son puro fuego. La Luna llena en Aries llega con ese impulso de “hagamos algo ya”.
Es la fase que ilumina todo lo que nos incomoda y nos da la chispa para poner límites.
Si sentís que la paciencia se agota más rápido, no es solo vos: Aries no tolera las medias tintas. Puede haber discusiones, declaraciones repentinas, confesiones que estaban a punto de explotar.
A la vez, esa energía ayuda a animarse a dar un paso que venías esquivando.
La Luna llena habla de finales de ciclo. En Aries, esos cierres pueden ser impulsivos pero necesarios: dejar un hábito, terminar un vínculo, renunciar a lo que ya no va.
Soltar puede doler, pero también se siente como abrir ventanas en un cuarto cerrado.
La misma chispa que enciende la rabia puede usarse para el coraje: decir lo que pensás, cambiar lo que te frena, hablar con quien parecía intocable.
El truco está en no reaccionar por bronca sino por claridad.
Aries: protagonista, emociones y decisiones al rojo vivo.
Libra: sentís la presión de elegir entre agradar o poner límites.
Cáncer: viejas heridas emocionales salen a la luz.
Capricornio: determinación para cerrar etapas laborales o familiares.
Leo: el fuego lunar agita romances y discusiones a la vez.
¿Por qué me siento más ansioso con esta Luna?
Aries es signo de fuego: acelera pulsos y no tolera quietud emocional.
¿Qué conviene liberar en esta fase?
Viejos enojos, rencores y hábitos que consumen energía.
¿Afecta a las relaciones?
Sí: puede provocar discusiones pero también reconciliaciones apasionadas.