La grabación concluye con una advertencia: “¿Entendieron el mensaje? Ahí no paren más”, en referencia a los choferes de aplicaciones que recogen pasajeros en ese sector del aeropuerto.
Este tipo de hechos no son exclusivos de Argentina. En noviembre pasado, en Cancún (México), un episodio similar entre un taxista y un conductor de Uber terminó también en golpes en plena zona hotelera. El video del enfrentamiento fue ampliamente difundido y generó debate sobre la convivencia entre ambos sistemas de transporte.
Taxis y apps: una relación marcada por la tensión
Desde la llegada de Uber en 2016, el servicio de transporte por aplicación generó rechazo entre los taxistas, quienes denunciaron una competencia “ilegal y desleal”. En distintas ciudades del país hubo protestas, bloqueos y enfrentamientos en los primeros años de su implementación.
Durante mucho tiempo, aeropuertos y terminales fueron considerados zonas “prohibidas” para los choferes de apps, que debían iniciar o finalizar sus viajes fuera de esos predios para evitar conflictos.
Sin embargo, desde 2020, Uber Taxi opera en Buenos Aires y el conurbano, permitiendo que los usuarios soliciten taxis tradicionales a través de la app.
Según datos difundidos por la empresa en marzo de este año, más de 17.000 taxistas utilizan la aplicación cada mes como complemento para su trabajo. En promedio, realizan más de 100 viajes mensuales por esa vía, lo que representa casi el 10% de todos los viajes de Uber en Argentina.