Lo que hacen los más chicos: pantallas, juegos y creatividad
En el caso de los alumnos de 3º grado, los hábitos son similares, aunque con algunas particularidades. El 91% dijo que mira dibujitos, series o películas, mientras que el 80% juega al aire libre, lo que indica que en los más pequeños aún predomina el juego físico por sobre la tecnología.
Además, el 42% lee cómics y entre un 22% y un 26% participa en talleres o clases de baile, arte o música. Este rango sugiere una participación moderada en espacios de expresión artística organizada.
La diversidad de actividades refleja una infancia que aún conserva espacios para el juego libre y la creatividad, aunque la tecnología comienza a ganar terreno desde edades tempranas.
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La tecnología capta la atención de los chicos.
La mirada de los expertos: supervisión digital y oportunidades de desarrollo
Según Irene Kit, presidenta de la Asociación Civil Educación para Todos, los resultados deben interpretarse con una mirada integral: “Los estudiantes de los grados 3º a 6º tienen entre 8 y 11 años, una edad especialmente potente para la interacción social, la inclusión en actividades de equipo, la identificación de habilidades y gustos personales en los cuales desarrollar maestría”.
Kit destaca el avance imparable del acceso digital y los desafíos que eso implica: “El incremento del acceso a contenidos y recursos digitales por parte de la infancia se vive como un hecho ineludible, y a veces con una valoración de época. Pocas veces ese acceso se alcanza a corresponder con una adecuada supervisión parental, aun cuando a edades cada vez más tempranas se accede a esos recursos, tan potentes como riesgosos para el desarrollo y la salud integral de los niños y niñas”.
Sus palabras ponen el foco en la falta de acompañamiento adulto como una de las principales deudas actuales frente al avance tecnológico.
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Actividades realizadas por los alumnos de sexto grado en su tiempo libre. En porcentaje. Año 2023.
Qué priorizan los estudiantes hoy
La comparación entre los datos de 2018 y 2023 permite detectar cambios en las preferencias de los niños. Mientras que el consumo de contenido digital aumentó de forma notoria, las actividades que requieren mayor concentración o continuidad, como la lectura de libros o el estudio de un idioma, disminuyeron.
Este cambio de hábitos se da en un contexto donde las pantallas ofrecen gratificación inmediata, pero podrían no fomentar la constancia o la profundización del conocimiento. Así, el desafío se traslada a las políticas públicas, las familias y el sistema educativo, que deberán encontrar formas de revalorizar prácticas culturales y pedagógicas fuera del aula.
Un aspecto positivo que destaca el informe es el rol sostenido de la vida social en niños. La mayoría expresó que se reúne con amigos y que realiza actividades deportivas o artísticas de manera frecuente. Esto demuestra que, a pesar del avance digital, el encuentro cara a cara sigue siendo esencial en la infancia.
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Porcentaje de alumnos que lee libros que no les dieron sus maestras o maestros de la escuela en su tiempo libre. Por provincia.
También se observa una inclinación por crear contenido, no solo consumirlo. El 40% de los alumnos de 6º grado que crea para redes sociales sugiere que los chicos no solo se entretienen, sino que también buscan expresarse a través de lo digital. Esta tendencia puede abrir oportunidades en el ámbito de la educación, si se logra canalizar hacia propuestas pedagógicas innovadoras.
Qué se puede aprender de este panorama
El análisis de Argentinos por la Educación deja en evidencia que el tiempo libre infantil está atravesado por una convivencia entre el mundo físico y el digital. La clave será encontrar un equilibrio que permita desarrollar habilidades sociales, culturales y cognitivas sin descuidar la salud emocional.
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Porcentaje de alumnos que juega de manera digital (online u offline) en su tiempo libre. Por provincia.
El Día del Niño, más allá de su dimensión festiva, puede ser una buena oportunidad para repensar los espacios de juego, aprendizaje y encuentro que los adultos proponen a las infancias. Desde casa, la escuela o la comunidad, es posible fomentar experiencias más ricas y significativas.