James Vowles, jefe de Williams, habló luego de que la escudería sufriera tres accidentes en Brasil que obligaron a Colapinto y Albon a abandonar la carrera.
El Gran Premio de Brasil fue un duro revés para Williams Racing, ya que sus pilotos, Franco Colapinto y Alex Albon, sufrieron accidentes en la jornada lluviosa que sacudió a Interlagos. Ambos incidentes obligaron a la escudería a replantearse su estrategia de cara al final de la temporada. James Vowles, jefe del equipo británico, se sinceró tras el agitado fin de semana, lamentando la caída en el Campeonato de Constructores y la situación de sus coches, seriamente afectados.
"La naturaleza de la Fórmula 1 es que puedes tener algunas de las sensaciones y resultados más increíbles, así como algunos de los momentos más bajos que se pueden sentir dentro de un deporte. Creo que es justo decir que este fin de semana es el segundo de esos dos”, explicó Vowles tras los siniestros que, además de marginar a ambos autos de la competencia, complican el próximo Gran Premio de Las Vegas. "Hemos tenido tres choques increíblemente grandes en apenas unas horas y tenemos mucho trabajo por delante para recuperar nuestra situación de repuestos antes de ir a Las Vegas dentro de unas semanas”, aseguró.
Tras la carrera, Williams publicó un comunicado reflejando la desazón que dejó el GP de Brasil. "Con el corazón absolutamente roto. El equipo trabajó duro para que el coche de Franco volviera a la pista para el Gran Premio, pero, por desgracia, un trompo en la T14 puso fin a la carrera. Son momentos difíciles como este los que nos recuerdan lo que significa ser un equipo: nos mantendremos unidos y volveremos más fuertes”, expresó la escudería en redes sociales, haciendo eco de la frustración que generó una jornada accidentada.
A la decepción se sumó un revés en la tabla del Mundial de Constructores. Con el doble podio de Alpine, que logró el segundo y tercer lugar con Esteban Ocon y Pierre Gasly, Williams descendió al noveno lugar en la clasificación. Con esto, el equipo llega a Las Vegas bajo presión, con el objetivo de recuperar terreno y buscar una actuación sólida que les permita mantenerse competitivos hasta el cierre del campeonato.
El Gran Premio de Brasil no fue fácil para Franco Colapinto, quien protagonizó un duro accidente en la vuelta 32 de la carrera tras sufrir un caso de acuaplaneo en la recta principal de Interlagos. Este incidente, que obligó a mostrar la bandera roja, abrió el debate sobre las decisiones de estrategia tomadas en Williams, ya que minutos antes el piloto argentino había pedido un cambio a neumáticos de lluvia extrema, solicitud que fue rechazada por su ingeniero de pista, Gaëtan Jego.
"Quedate afuera. Necesitamos sobrevivir, quédate afuera. Necesitamos sobrevivir, creemos que va a parar después de un minuto. Modo de supervivencia en este momento. Solo mantenete en pista, intenta mantener toda la temperatura que puedas. La mayoría de los autos están en intermedios", explicaba Jego a Colapinto luego de que saliera a pista el coche de seguridad por las condiciones de pista.
Durante el intercambio de mensajes radiales, Colapinto solicitó varias veces el cambio a gomas para lluvia extrema, argumentando que la pista estaba peligrosamente resbaladiza y que las zonas de agua estancada complicaban el control. "Ya lo sé, en dos vueltas gano el tiempo de vuelta, amigo", insistió el piloto de 21 años desde el cockpit. Sin embargo, Jego mantuvo su postura y pidió al argentino: "Confía en nosotros, amigo. Recorda lo que discutimos. Dejanos hacer nuestro trabajo, hace el tuyo. Confía en nosotros, creemos que es la decisión correcta".
La decisión de mantener los neumáticos intermedios fue clave en un circuito que se volvía cada vez más peligroso. Bajo el coche de seguridad, Colapinto luchó por mantener la estabilidad del monoplaza FW46 en las curvas finales, hasta que finalmente perdió el control y se estrelló contra las protecciones laterales, lo que provocó graves daños en el costado izquierdo de su auto y la detención temporal de la carrera.
Afortunadamente, Colapinto resultó ileso y pudo abandonar el vehículo por sus propios medios. Ya en zona de boxes, expresó su frustración en la rueda de prensa, disculpándose con el equipo. “Fue un golpe muy fuerte, la verdad que el auto se destrozó. Estoy muy triste y le pido perdón al equipo que trabajó un montón para poner el auto en pista”, señaló el piloto, claramente afectado por el desenlace.
Colapinto también explicó que la decisión de mantenerse con neumáticos intermedios buscaba preservar la temperatura de las gomas en una pista cada vez más complicada. "Pusimos gomas intermedias otra vez, estaba muy mojada la pista, para mantener la goma en temperatura. Traté de empujar lo máximo que tenía, pero había un río tremendo en la recta y fui un pasajero. Fue un día malo, complicado", comentó el piloto argentino al final de una jornada difícil.
