Esa autocrítica, lejos de ser negativa, aparece como una señal de madurez deportiva y de confianza en el trabajo que viene realizando el equipo.
Por qué el 2026 representa un nuevo comienzo para Alpine
Uno de los puntos centrales que destacó Colapinto es que será la primera vez que participe activamente en el desarrollo de un auto desde cero. “Va a ser el primer año que yo voy a estar en esa situación”, explicó, marcando la importancia que tendrá su rol dentro del equipo técnico.
Ese proceso implica mayor responsabilidad, pero también una oportunidad única para adaptar el monoplaza a su estilo de manejo. “Seguramente habrá muchas cosas por mejorar, pero trabajando con el equipo para tener un gran año”, señaló.
El objetivo está claro y el propio piloto lo resumió sin vueltas: ser más competitivo. “¿Más competitivo? Sí, seguro”, afirmó, con convicción.
¿Qué cambia con el motor Mercedes que usará Colapinto?
Otro de los grandes factores que alimentan la expectativa es el cambio en la unidad de potencia que utilizará Alpine. El nuevo motor Mercedes introduce modificaciones profundas respecto a los actuales, alineadas con la nueva era técnica de la Fórmula 1.
Entre los cambios más relevantes, desaparece el MGU-H, el sistema que recuperaba el calor del turbo. En su lugar, el protagonismo lo tendrá el MGU-K, que recupera energía durante las frenadas. Además, la potencia eléctrica dará un salto significativo: pasará de 120 a 350 kW, equiparando su importancia con la del motor térmico.
A esto se suma un aspecto clave para el futuro de la categoría: los nuevos motores funcionarán con combustible 100% sostenible, en línea con el objetivo de una F1 más ecológica.
Un cierre de año con ilusión
Con descanso corto y la mirada puesta en lo que viene, Franco Colapinto encara el cierre del año con entusiasmo y realismo. El aprendizaje del 2025, los cambios técnicos y la posibilidad de ser parte del desarrollo del nuevo Alpine alimentan la ilusión de dar un salto competitivo en 2026.
El argentino lo sabe: el desafío será enorme, pero las expectativas están sobre la mesa. Y esta vez, con fundamentos.