La investigación judicial
Lo sorprendente del caso es que Nasraoui, inicialmente considerado víctima del ataque, tuvo que declarar posteriormente en el Juzgado de Instrucción N.º 3 de Mataró como imputado. Este giro judicial surge a raíz de las declaraciones de los agresores y testigos, que aportaron detalles contradictorios sobre la dinámica de la pelea.
El hombre acusado del apuñalamiento fue condenado en diciembre pasado, aunque quedó en libertad con cargos. En su defensa, sostuvo que actuó por error y que su intención era defenderse del padre de Lamine Yamal, lo que abrió un debate sobre las circunstancias exactas del enfrentamiento y la proporcionalidad de la reacción.
El ataque no solo tuvo impacto en la familia Nasraoui sino también en el entorno futbolístico, dado que Lamine Yamal se ha convertido en una de las figuras emergentes del Barcelona y su entorno está bajo la lupa de medios y aficionados. La combinación de violencia callejera y contexto familiar generó preocupación en la comunidad de Mataró, y el caso sigue siendo objeto de seguimiento por las autoridades locales.
Aunque los detalles finales sobre las responsabilidades y sanciones se siguen definiendo, el episodio dejó en evidencia la vulnerabilidad de la víctima y la complejidad del conflicto, que involucró tanto a familiares como a terceros y terminó con consecuencias graves para todos los involucrados.