Finanzas

Dólar "cara chica": qué hacer con estos billetes

¿Son válidos? Por qué algunos no los quieren. Qué hay que saber sobre esta variante de la moneda norteamericana.
Redacción A24.com
por Redacción A24.com |
Dólar cara chica: con menos medidas de seguridad

Dólar "cara chica": con menos medidas de seguridad, está más expuesto a falsificaciones. 

Uno de los temas económicos que une a los argentinos gira alrededor del dólar y, últimamente, la preocupación en este sentido tiene nombre propio:dólar cara chica. ¿Cómo? Sí, así como lees.

Se trata de los billetes de 100 dólares, con la cara de Benjamin Franklin que, para la mayoría pueden parecer todos iguales. Pero no. Resulta que hay discriminación también entre los billetes.

Esta diferenciación tiene que ver con los que fueron impresos hasta 1996, donde la figura de uno de los padres fundadores del país del norte aparece más pequeño y dentro de un marco oval, si lo comparamos con las versiones que se emitieron en años siguientes. Por eso, justamente, lo de “cara chica”. Por supuesto, los billetes de 100 dólares que se emitieron con posterioridad a 1996 también tienen la cara de Franklin, pero en un tamaño mayor, y por eso se los conoce como “cara grande”.

Hasta acá, una cuestión de imagen y diseño. Pero, qué pasó. El problema surgió cuando los clientes de bancos comenzaron a rechazar esos dólares con la idea de que se trataba de falsificaciones o que ya no estaban en circulación.

Dólar cara chica, "una cuestión de tamaño"

El reclamo que enfrentan ahora las entidades bancarias ya ocurría en el mercado financiero informal, donde desde hace años se realiza una diferenciación entre las distintas versiones del billete estadounidense. ¿Todo esto por el tamaño de Franklin? No, no es por eso, sino que existen otras cuestiones.

Algunas casas de cambio a las que consultó A24.com indicaron que el dólar “cara chica no es muy comerciable en Latinoamérica”, y se usa casi “exclusivamente para negocios en negro”. Esto implica que el billete se tome a un cambio inferior, como ocurre con los billetes manchados, por ejemplo, que se toman a un 5% menos de su valor.

En el caso de los “cara chica”, se les puede aplicar un descuento de 3% en su cotización porque “nadie los quiere y son complicados para sacar”, explicaron.

En Argentina, particularmente, ocurre que puede haber en circulación muchos dólares “cara chica” porque eran los que se usaban durante la primera mitad de la década de 1990, es decir, años de apogeo del recordado sistema de “1 a 1”.

¿Son válidos los dólares cara chica?

En un país donde muchas operaciones se realizan en dólares, especialmente las inmobiliarias que involucran grandes cantidades, es lógico que surjan dudas y hasta desconfianzas. Por eso los bancos se quejan de que sus clientes no quieren recibir billetes de 100 dólares con la “cara chica” y, en todo el sistema financiero, prefieren operar con los billetes más modernos.

De todas maneras, esta discriminación es infundada. Al menos por ahora, los billetes anteriores a 1996 sirven y siguen en circulación. Aunque, es justo decirlo, eso puede cambiar.

En este sentido, los especialistas que circulan por las calles de la City Porteña acrecientan la duda, principalmente, porque creen que en algún momento los bancos norteamericanos no aceptarán más los billetes de “cara chica” porque no cuentan con las modernas medidas de seguridad que tienen los más nuevos y que ayudan a evitar fraudes.

Sin embargo, la propia Reserva Federal de los Estados Unidos, en una notificación de 2013 en su página web, deja en claro que: “No es necesario cambiar los billetes de 100 dólares del diseño anterior por los nuevos. Es la política del Gobierno de los Estados Unidos que todos los diseños de la moneda de los EE.UU. sigan siendo moneda de curso legal, independientemente del momento de su emisión”.

¿Cómo diferenciar los dólares?

  • En los dólares “cara chica”, la cabeza de Franklin está dentro de un óvalo.
  • Las versiones más nuevas, tienen una banda azul de seguridad que los atraviesan y la figura de Franklin ya no está dentro del óvalo, sino que aparece más destacado en cuanto a su tamaño (por eso lo de “cara grande”.

¿Qué hacer si tengo dólares “cara chica”?

  • La primera recomendación es que no trate de venderlos en el mercado informal porque recibirá un valor más bajo.
  • El mejor camino es depositarlos en un banco a través de una cuenta de ahorro en dólares. Si bien algunos bancos se niegan a recibirlos, en principio, tienen la obligación de aceptar cualquier tipo de billete en circulación.
  • De todas maneras, es clave repetir que estos billetes aún están en vigencia, por lo que quienes los tengan en su poder no necesitan realizar ninguna operación por el momento.

Cómo reconocer si un dólar cara chica es real

En primer lugar, hay que remarcar que la recomendación más obvia es concurrir siempre a un banco o casa de cambio autorizada. Pero, si por alguna razón hay que recurrir al mercado paralelo, estas recomendaciones que comparten desde el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires van a servir de ayuda.

Tocarlos es fundamental para sentir el papel: para detectar que los billetes de US$ 100 o alguna otra denominación sean falsos se recomienda el tacto como primer recurso. El tacto es utilizado por los cajeros en casas de cambio y bancos, ya que la textura del billete falso es más ordinaria que la del genuino. Los billetes falsos presentan al tacto una especie de cera, cuando el genuino es más fino pero no grasoso.

Mirar que no estén descoloridos: otra característica inconfundible de una falsificación es el color. Los billetes auténticos tienen combinaciones de colores pálidos y vivos, muy difíciles de copiar. La recomendación es comparar los colores con un billete genuino. En general, el color del papel en el dólar falsificado es muy claro, mientras que en el genuino es ámbar (entre un tono beige y uno blanco). Además presenta tonalidades brillantes y contrastes.

Observar el retrato y el borde del billete: el retrato genuino parece "vivo" y se distingue bien del fondo. El falso tiene menos detalles y los bordes se funden con el fondo. Por otro lado, las líneas finas en el borde de un billete original son claras y están unidas. En uno falso, generalmente, son difusas y no se distinguen correctamente.

Ver el número de serie: los números de serie genuinos tienen un estilo distintivo y están perfectamente espaciados. Están impresos con la misma tinta que el sello del Tesoro. En un billete falso, el número de serie difiere en el color y el detalle con respecto al sello del Tesoro. Tampoco están bien espaciados y/o alineados.

Identificar la marca o gota de agua: este es uno de los métodos más antiguos de seguridad. Diferencias de espesor en el papel crean zonas oscuras y claras, las que generan una imagen al trasluz. Se imitan con impresiones grasas, de cera o tinta amarilla. Los billetes falsos de US$ 100 presentan la figura de Franklin en forma muy obvia, que se ve a simple vista, lo cual no ocurre en los billetes verdaderos.

Técnica de la frotación: al doblar el billete con el dedo índice por la parte donde haya dibujo y color, se frota sobre un papel (de preferencia de color blanco) el cual dejará una marca verde oscuro, pero no quedará raspado en la parte que se frotó. Si eso ocurre, es porque se trata de un billete falso.

Hilo de seguridad segmentado: las partes del filamento aparecen en el frente del billete como segmentos plateados. Los falsificadores los imitan imprimiendo los segmentos con tinta metálica plateada. En los billetes genuinos, mirando al trasluz, se ve una línea llena. Bajo la lupa, las líneas en los billetes auténticos se ven nítidas, mientras que las falsificaciones se ven como puntos que crean la ilusión de una línea.

Descubrir las hebras con lupa: a la pasta del papel se agregan hebras de seda u otras fibras. Se pueden ver con una lupa. Los falsificadores las imitan con lápices de colores. Los dólares verdaderos muestran en alguna de sus dos caras una especie de pelusas o pedazos de hilo color café, mientras que las imitaciones carecen de ellos.

Utilizar luz violeta: bajo la luz violeta, el billete tiene que conservar su color, y todas las imágenes. La faja de seguridad (borde del billete) aparece en color fluorescente (sin que se lea el texto) en los billetes nuevos de 5, 10, 20 y 50 dólares. No así en los billetes de US$ 100, donde se ve la faja y se lee la sigla. Si en el billete de US$ 100 se ve la faja de amarillo oscuro, el billete es falso.

Por último, en algunos billetes falsos, bajo la luz violeta el papel se vuelve blanco por completo. También es importante dónde están los pequeños pelos de colores. Es decir, el billete presenta algunos pelos de colores adheridos, los cuales no resaltan ante la luz violeta.

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