Dalbón pidió en su presentación que se indague a Patricia Bullrich y a Alejandra Monteoliva, la secretaria de Seguridad Nacional; al jefe de la Policía Federal, Luis Rolle; al comisario Gerardo Scampini; y a un efectivo de la Policía Federal identificado como Cristian Rivaldi.
La niña estaba con su madre en la marcha que organizaciones sindicales y políticas realizaron para defender la nueva movilidad jubilatoria. Recibió gas pimienta en la cara después de que el oficialismo mantuviera el veto del presidente Javier Milei al aumento a los jubilados.
El abogado de la familia, Dalbón, destacó la dimensión institucional del caso y solicitó la reconstrucción del hecho y la declaración de la niña en una Cámara Gesell, entre otras medidas.
El ataque a la niña generó una gran controversia pública. El mismo día del incidente, la policía afirmó que la niña había recibido gas pimienta de los propios manifestantes, respaldando su versión con un video. Sin embargo, la secretaria de Seguridad Nacional, Alejandra Monteoliva, confirmó la versión oficial al afirmar que el gas fue arrojado por personas en proximidad a la niña, vestidas de naranja.
Patricia Bullrich también se pronunció sobre el hecho, criticando a la madre de la niña y calificándola de “madre irresponsable y violenta” en su cuenta de la red social X. La ministra respondió a un tuit de Amnistía Internacional, que denunció la represión y el uso de gases contra niños, jubilados y periodistas.
Al caer la noche, el Gobierno logró una victoria política en la Cámara de Diputados al bloquear el intento de la oposición por derribar el veto de Milei sobre el aumento a los jubilados. También se logró desalojar a los manifestantes y poner en duda el registro más incómodo del operativo: la imagen de la niña con el rostro enrojecido y los ojos afectados por el ardor del gas.
Sin embargo, un video posterior filmado desde atrás del cordón policial mostró la nube rojiza lanzada por una presunta manifestante y cómo afectó tanto a un policía como a una joven manifestante. El video también reveló que, después del polvo rojizo, la Policía Federal avanzó sobre los manifestantes con escudos y aerosoles de gas pimienta, dirigiendo el spray directamente a las cabezas de la madre y la niña mientras estaban sentadas en el asfalto.