El "Pantanal" es el mayor humedal tropical en el mundo. Está amenazado por incendios - muchos intencionales - que ponen en peligro la diversidad de plantas y de animales, que pueden incluso extinguirse.
El Pantanal, el mayor humedal del mundo, amenazado por incendios sin control. (Foto: Gentileza Cambio)
El "Pantanal" ubicado en el área del Mato Grosso do sul y Mato Grosso en Brasil y se extiende hasta Bolivia y Paraguay. Es la mayor reserva de un humedal en el mundo, pero su existencia está en peligro por la cantidad de incendios que se multiplican año tras año. Muchos de ellos, son intencionales para provocar una deforestación.
La Justicia brasileña le ordenó al presidente del país, Lula da Silva, que debe actuar de inmediato para sofocar esta gravísima situación. Las plantas y los animales están en un serio riesgo de extinción si no se hace algo para proteger ese ambiente. Incluido el yaguareté, el felino de mayor tamaño en todo el continente americano.
Lula da Silva marcó en la campaña electoral un contraste con Jair Bolsonaro y prometió preservar tanto el Pantanal como la selva amazónica para Brasil y para la humanidad.
Es el mayor humedal del mundo y cumple una gran importancia en el ciclo de regulación de la naturaleza. Al igual que la selva amazónica, su depredación no solo desequilibra el ecosistema de Brasil sino que afecta en todo el planeta. Si desapareciera, entre otras cosas, ayudaría a que aumentara todavía más la temperatura media en la Tierra.
Tiene en total 340.500 km² entre Brasil, Paraguay y Bolivia. La enorme mayoría de su superficie, más del 60% está en el gigante sudamericano. Sin embargo, el área protegida - es patrimonio de la Humanidad, declarado por Unesco - está muy acotado.
A eso se debe sumar una combinación que es el mayor peligro para su supervivencia con las consecuencias que acabamos de reseñar. El cambio del clima está produciendo cada vez mayores sequías, incluso en ese lugar del planeta. Eso provoca mayores incendios de lo que sucedía hace tan solo una década. Pero además, se suman los incendios intencionales, siempre vinculados a los intereses económicos para diferentes emprendimientos de la actividad humana.
Solo en lo que va del año, Unesco estima que se perdieron unos 18.000 km2 por la voracidad de los incendios (naturales o provocados). El problema es que con esta situación que se agrava año tras año, el equilibrio del medioambiente puede afectarse de manera irremediable.
Su riqueza en flora, fauna y el recurso del agua, que hay muchas especies de plantas y animales que aún no se conocen. En cambio, hay muchas que están amenazadas y en vías de extinción por la acción del hombre directa o indirectamente. Por la deforestación, los incendios deliberados o las sequías inusuales provocadas por el efecto invernadero.
En un reciente artículo del NYTimes, la bióloga brasileña Luciana Leite (de Environmental Justice Foundation), asegura que hay al menos unas 4.700 especies diferentes entre flora y fauna.
Aunque de seguir este proceso, el mayor humedal de la Tierra puede quedar reducido a su mínima expresión.
Cada vez que se encoge su superficie, hay daños que pueden ser irreparables. Especies de la flora que se pierden para siempre y lo mismo sucede con los animales que viven en el Pantanal. Entre ellos, quizá el más notorio sea el caso del yaguareté.
Es el felino más grande del continente americano, incluso mucho más que un puma. Pero el hombre no para en su depredación y caza furtiva. Sea por el valor y aspecto espectacular de su piel o porque "molesta" a esta expansión del ser humano en busca de mayores superficies para explotar.
“Si el yaguareté, un animal que corre, trepa, nada se ve afectado a esta escala, ¿qué posibilidades tienen los animales más lentos?”, le preguntó al Times, Enderson Barreto, veterinario de una organización de voluntarios que trabaja en el Pantanal.
Se calcula que actualmente, tan solo unos 800 ejemplares de yaguaretés se mantengan con vida en el Pantanal. Una situación muy delicada si a eso le sumamos, por ejemplo lo que sucede con el felino americano de mayor tamaño en nuestro país, especialmente amenazado.
Pero no es el único caso: la acción de los incendios y los cazadores se potencia, matando o hiriendo a osos hormigueros gigantes, tapires de tierras bajas, ciervos de los pantanos, guacamayos jacintos y caimanes. Todas especies amenazadas.
De nuevo, del total de la superficie del Pantanal, menos del 5% es el área protegida entre los tres países. Son Reservas de la Biosfera y Sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Alrededor del 95% del Pantanal es propiedad privada, en su mayoría utilizada para el pastoreo de ganado y allí se dan los mayores incendios y casos de deforestación año tras año.
El presidente brasileño marcó un tajante contraste con la política ambientalista de Jair Bolsonaro. El exmandatario de ese país tuvo un fuerte cruce con Emmanuel Macron, presidente de Francia, en una cumbre del G20, por la falta de empeño por combatir los incendios intencionales en la zona del Amazonas.
Lula da Silva, en cambio, prometió que prohibiría la deforestación sin control alguno. Incluso comprometió a los países del mundo a ayudar a preservar tanto la Amazonia como el Pantantal. Por el beneficio que trae - nada más ni nada menos- por ejemplo, en producir oxígeno y absorber dióxido de carbono.
Aunque en estos casi 9 meses de gobierno, no se nota el cambio anunciado en la campaña. La deforestación no se ha detenido y los incendios intencionales - como ya apuntamos - incluso son mayores al mismo período de 2023. Es por eso que grupos ambientalistas acudieron a la Justicia Federal para que ordene al gobierno de Lula que cumpla con su promesa. La Corte Suprema de Justicia (TSJ) acaba de decirle al primer mandatario que debe movilizar si es necesario a la policía y fuerzas armadas para frenar esa depredación de los recursos naturales y proteger la biodiversidad.
Para el Tribunal Superior de Justicia de Brasil, se está ante una "calamidad pública" por la que se requiere un “trabajo intenso, rápido y eficiente” . De lo contrario, se producirán "daños irreparables y graves”.