Cómo fueron las últimas horas de la resistencia narco en el bosque secreto de Río de Janeiro
Los narcos del Comando Vermelho fueron sorprendidos por la policía de Río de Janeiro en sus barrios y favelas que responden como sus bases. Desbordados, intentaron esconderse y resistir en un bosque que rodea sus establecimientos.
Los miembros del comando vermelho, atrapados en el bosque que usaron para huir. (Foto: Captura de TV)
Cuando los agentes de la policía militar de Río de Janeiro entró en las favelas de Alemao y Penha, los narcos del Comando Vermelho resistieron con barricadas de autos incendiados y con drones, cargados con granadas. Pero el poder de los policías los desbordó. Ya con un número importante de muertos, los integrantes del comando intentaron el último recurso: escapar por los pequeños bosques ("matas" en portugués) que rodean las construcciones de las favelas. En la zona norte de Río, a 20 kilómetros de Copacabana. Por eso, gran parte de los cuerpos para reconocer depositados en una calle, provienen del interior de esos bosques urbanos, usados tantas veces para huir o reagruparse por parte del Comando Vermelho.
La policía diseñó un operativo muy amplio y siguió a los narcos por el interior de esos pequeños bosques. Los vecinos escucharon el intercambio de disparos entre los integrantes del comando Vermelho y las fuerzas de seguridad. Por eso, cuando regresó la calma a esa zona de la amplia ciudad Carioca, con 6 millones de habitantes.
Las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro detallaron este miércoles cómo se desarrolló la megaoperación conjunta en los complejos de Alemão y Penha, en la zona norte de la ciudad, que dejó un saldo estremecedor: al menos 120 muertos, entre ellos 115 presuntos integrantes del narcotráfico y cuatro agentes policiales, tanto militares como civiles.
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Una planificación rigurosa para el ataque
Según informaron las autoridades, el operativo fue resultado de dos meses de planificación e incluyó un despliegue inédito de efectivos y tecnología. Una de las estrategias centrales fue la instalación de un “muro” de contención levantado por el Batallón de Operaciones Especiales (Bope) en la zona boscosa que rodea las favelas, utilizada habitualmente como ruta de escape por los criminales durante enfrentamientos con la policía.
muertos en la mata de Río
Cuerpos para reconocimiento en la calle y la búsqueda de cuerpos en el bosque cercano del enfrentamiento. (Foto: Gentileza Globo)
Precisamente, la policía tomo hasta esa prevención. Se dispuso de manera especial con varios escuadrones, para evitar que la "vía de escape habitual" les permitiera escapar esta vez.
El balance oficial indica además 113 personas detenidas y 118 armas de fuego incautadas, entre fusiles de asalto, ametralladoras y granadas. Voceros del gobierno estatal calificaron el operativo como “el mayor golpe en la historia del Comando Vermelho”, la organización criminal más antigua y poderosa de Brasil, con dominio sobre buena parte del tráfico de drogas en Río de Janeiro.
La acción fue coordinada entre la Policía Civil, la Policía Militar y unidades de élite, con apoyo de helicópteros y vehículos blindados. Si bien las autoridades celebraron el resultado, organismos de derechos humanos expresaron preocupación por la magnitud de las muertes y pidieron una investigación independiente sobre posibles abusos.
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El "muro" de BOPE
Así se llamó a la "valla imaginaria" que trazó la policía para que los comandos vermelhos no pudieran huir por los bosques cercanos a las favelas. El jefe del operativo detalló: “La operación se centró en la zona boscosa, donde los delincuentes se ocultan y atacan a la policía. Se decidió proteger la vida de los residentes. Hubo daños colaterales menores: cuatro personas inocentes resultaron heridas, pero no de gravedad. No utilizamos aeronaves para evitar exponer a los agentes que se encontraban en la zona boscosa", agregó.
“Toda la planificación se realizó para alejar el conflicto de la zona urbana de la comunidad, ya que allí reside mucha gente inocente. Al eliminar esa zona, reducimos la probabilidad de que haya personas inocentes o residentes en una zona boscosa densa. Incluso en aquel momento, era difícil encontrar a alguien que no trabajara para los narcotraficantes en esa zona", fue la explicación para evitar que se escaparan.
el comando vermelho y la fuga que no fue
El comando Vermelho, atrapado en el propio bosque que usaban para escapar. (Foto: Gentileza G1)
Por lo tanto, la policía dice que tiene fundamentos para afirmar que los 115 fallecidos eran delincuentes. No podemos imaginar a personas inocentes con ropa de camuflaje o chalecos antibalas”, explicaron las autoridades. El bosque que tantas veces los ayudó a escapar, esta vez fue su cementerio.