La Presidenta anunció el estado de emergencia nacional y un posible adelanto de elecciones (Foto: cuenta de Twitter de Dina Boluarte).
"Este gobierno será de transición para llamar a la calma, al diálogo y trabajar juntos", dijo la presidenta de Perú, Dina Boluarte, al anunciar el estado de emergencia para todo el país. La violencia no cesa desde que Pedro Castillo dio un golpe de Estado y fue destituido. Ya han muerto 8 personas, la mayoría en el sur de Perú.
La medida regirá por 30 días y, además, puede decretarse el toque de queda si la situación no puede encarrilarse para el restablecimiento de la tranquilidad social.
Por otro lado, la Presidenta renovó su llamado a una gran mesa de diálogo para lograr un acuerdo institucional con los partidos políticos. El objetivo es hacer una serie de reformas que le den estabilidad al sistema democrático y superar décadas de crisis entre el Presidente y el Congreso.
Si esto se logra, Dina Boluarte se mostró partidaria de adelantar las elecciones nacionales con relación al anuncio que hizo poco después de asumir el poder tras el desplazamiento de Castillo. Ahora, la elección presidencial se haría en diciembre de 2023.
Dina Boluarte decidió que el estado de emergencia se extendiera a todo el país. Inicialmente, se concentró sobre la zona sur. Allí se dieron los primeros cruces entre partidarios de Castillo y las fuerzas de seguridad.
"Se ha acordado declarar en estado de emergencia a todo el país debido a los hechos vandálicos y violentos, la toma de carreteras y caminos", fue la explicación para la medida que tomó la presidenta. La resolución implica que tanto las fuerzas de seguridad como las Fuerzas Armadas pueden intervenir en caso de ser necesario. El ministro de Defensa, Alberto Otárola, aclaró que la participación de las FF.AA. dependerá de que no cese la violencia.
Por el momento, las Fuerzas Armadas han sido desplazadas para la seguridad de los aeropuertos y centrales hidroeléctricas.
Los seguidores de Pedro Castillo continúan manifestándose y piden que sea restituido como presidente. Pero la fiscalía nacional tiene la idea contraria: ya pidió una pena de 18 meses de prisión por el fallido golpe de Estado.
Dina Boluarte anunció al asumir un plan para realizar durante todo 2023 las consultas necesarias con los grupos políticos para destrabar la crisis institucional.
Boluarte no solo es la primera mujer como presidenta de ese país. Es la quinta jefa de gobierno en los últimos 6 años. Los demás fueron destituidos por el Congreso o renunciaron por denuncias graves de corrupción.
El peor caso es justamente el de Pedro Castillo. Asumió en junio de 2021. Soportó dos pedidos de juicio político. Cuando enfrentaba el tercero, contraatacó con el cierre del Congreso, lo que provocó su caída ante el intento de dar un golpe.
Dina Boluarte, vicepresidenta de Castillo, asumió en su lugar. El mandato original culmina en julio de 2026 (es de 5 años). Pero ella se comprometió a buscar una salida institucional para que la política no viva en permanente crisis.
Afortunadamente para Perú, la economía siguió por un camino de estabilidad pese a todo. Solo luego de la pandemia y en esta tumultuosa y efímera presidencia de Castillo, la inflación se duplicó en un año, pero apenas es del 8% anual.
La mandataria anunció originalmente elecciones presidenciales para abril de 2024. No obstante, si logra un gran acuerdo nacional, todo puede adelantarse.
"Legalmente, los tiempos calzarían para abril del 2024. Sin embargo, haciendo reajustes, conversando, estos se pueden adelantar a diciembre del 2023", dijo este miércoles Boluarte a la prensa.
Si hay acuerdos, el Congreso tendrá un papel gravitante en la búsqueda de la normalización institucional. Esto se debe a que los roces entre el Ejecutivo y el Legislativo en los últimos años se dirimió echando al Presidente mediante el juicio político.
Por eso, las negociaciones para un entendimiento son la prioridad del gobierno de Boluarte. Primero debe recuperar la paz social y luego ordenar a la clase política para que la estabilidad política acompañe a la normalidad que ha sabido preservar la economía peruana.