Un punto importante es que, en el caso de las jubilaciones derivadas de Regímenes Jubilatorios Anteriores, no se realiza el ajuste al valor mínimo de la jubilación. Esto implica que el monto percibido puede variar de acuerdo al régimen bajo el cual se haya configurado la causal.
Quiénes pueden acceder al beneficio
La normativa vigente establece que este derecho está disponible para todos los afiliados activos dependientes que soliciten amparo. Sin embargo, deben cumplirse ciertas condiciones concretas:
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Configurar causal jubilatoria (normal, anticipada o por regímenes anteriores), excepto en casos de incompatibilidades expresamente establecidas.
Acordar con el empleador la continuidad en el trabajo, aunque con una reducción de entre un tercio y la mitad de la carga horaria semanal o mensual.
Reducir en igual proporción la remuneración, lo que habilita a recibir la cuota parte equivalente de la jubilación.
Este esquema permite que tanto el trabajador como el empleador planifiquen de forma ordenada la transición hacia el retiro. No solo brinda certezas sobre los ingresos, sino que también da la posibilidad de mantener el vínculo laboral con menor intensidad.
Incompatibilidades del sistema
El beneficio, sin embargo, no es universal. Existen situaciones en las que no es posible acceder a la jubilación parcial flexible, ya que se considera que se superpondrían prestaciones o que la naturaleza del trabajo no permite este tipo de reducción. Las principales incompatibilidades son:
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Jubilación por imposibilidad física para todo trabajo o Subsidio transitorio por incapacidad parcial.
Jubilación en base a años de trabajo bonificados en actividades de la misma naturaleza, salvo en el caso de los docentes.
Jubilación anticipada por extensa carrera laboral, ya que este beneficio ya contempla condiciones especiales de retiro.
Desempeño de actividad no dependiente o afiliación a cajas especiales, como la notarial o la profesional.
Estas restricciones buscan evitar solapamientos de beneficios y asegurar que el sistema mantenga equilibrio financiero y coherencia jurídica.
Una política con impacto social y económico
La introducción de la jubilación parcial flexible no es un simple ajuste administrativo: se trata de una herramienta de política previsional con impacto directo en la sociedad y la economía.
Por un lado, ofrece seguridad y tranquilidad a los trabajadores que, tras décadas de actividad, sienten la necesidad de bajar el ritmo sin resignar de golpe todos sus ingresos laborales. Por otro, brinda al mercado laboral una posibilidad de recambio progresivo, donde los trabajadores de más experiencia siguen aportando valor, al tiempo que nuevos empleados pueden ocupar espacios de mayor dedicación.
Además, este mecanismo tiene un efecto en la sostenibilidad del sistema previsional. Al permitir que los trabajadores permanezcan activos —aunque en menor medida—, se prolonga el tiempo de aportes y se reduce la presión de que todos los jubilados pasen a depender al 100 % del sistema de un día para otro.
Testimonios: la experiencia de los trabajadores
En los últimos años, diversos afiliados al BPS han relatado su experiencia al acogerse a esta modalidad. Muchos coinciden en que la jubilación parcial flexible les permitió mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal, sobre todo en etapas donde la salud o las responsabilidades familiares empiezan a requerir mayor atención.
“Yo trabajé más de 35 años en el área de la construcción, y a los 62 ya sentía que no podía con la misma carga de antes. Gracias a la jubilación parcial pude seguir activo, pero con menos horas, y al mismo tiempo asegurar un ingreso jubilatorio. Eso me dio tranquilidad”, relató un trabajador en declaraciones recientes a medios locales.
Otros destacan que esta modalidad ayuda a los empleadores, ya que evita la pérdida abrupta de trabajadores con experiencia y facilita una transición ordenada hacia nuevas generaciones en el puesto.
El rol del BPS en la difusión del beneficio
El Banco de Previsión Social no solo administra el beneficio, sino que también cumple con la tarea de informar y asesorar a los ciudadanos sobre los pasos necesarios para acceder a la jubilación parcial flexible.
El organismo ha implementado mecanismos de atención presencial y en línea, donde los trabajadores pueden consultar los requisitos, presentar la documentación correspondiente y resolver dudas específicas sobre su situación. En este sentido, la transparencia y accesibilidad de la información son fundamentales para garantizar que más personas conozcan y utilicen esta herramienta.
Desafíos y debates en torno al sistema previsional
Si bien la jubilación parcial flexible es vista como un avance, también ha generado debates en torno a su aplicación práctica y sostenibilidad financiera.
Algunos expertos señalan que aún persisten dificultades en la coordinación con los empleadores, quienes deben aceptar la reducción de jornada y ajustar la dinámica laboral en consecuencia. Otros plantean que debería ampliarse la cobertura a más categorías de trabajadores, incluyendo algunos independientes que hoy quedan excluidos.
En paralelo, el sistema previsional uruguayo enfrenta los mismos desafíos que en muchos países: el envejecimiento poblacional y la necesidad de asegurar recursos suficientes para las próximas décadas. En ese contexto, la jubilación parcial flexible se interpreta como una pieza más dentro de un entramado complejo que busca garantizar derechos sin comprometer la sustentabilidad económica del sistema.
Mirada a futuro
Todo indica que la jubilación parcial flexible seguirá siendo un beneficio clave dentro de la seguridad social uruguaya. Su implementación refleja una visión moderna del trabajo y el retiro, entendiendo que las trayectorias laborales no siempre son lineales y que el bienestar de los trabajadores requiere de mecanismos adaptables.
En un mundo donde la expectativa de vida aumenta y donde las condiciones laborales cambian con rapidez, este tipo de medidas son fundamentales para mantener un sistema previsional equilibrado y socialmente justo.