Rusia denunció nuevamente a Ucrania por usar drones para atacar, ahora en una refinería. (Foto: Gentileza QP)
Rusia reportó un nuevo ataque con drones y volvió a responsabilizar a Ucrania por su autoría. Ahora acusa al gobierno de Kiev de haber enviado a las naves no tripuladas hacia una planta para refinería de petroleo en Krasnodasrc, en el suroeste de Rusia.
Siempre según el Kremlin, uno de los drones impactó en uno de los enormes tanques de depósito, de 60 m2 y provocó un estallido y un gran incendio. El predio de toda la refinería se extiende por 1.200 m2.
También informaron que los bomberos pudieron controlarlo y que el ataque y la explosión subsiguiente no causaron víctimas.
Volodimir Zelensky negó el primer ataque con drones sobre la sede del poder en Moscú, ya que solo concentra el arsenal escaso del que dispone para recuperar su territorio y no puede usarlo más allá de las fronteras. Lo mismo vale en este caso.
Sin embargo, el canciller ruso, Serguei Lavrov también involucró en estos hechos a la Casa Blanca. Para el ministro de Relaciones Exteriores los ataques con drones que adjudica a Ucrania no pueden darse si no cuentan previamente con el visto bueno de los Estados Unidos.
Pese a la contundente desmentida desde Kiev - para qué atacar a Moscú o territorio ruso cuando el objetivo es recuperar el terreno propio invadido - en el entorno de Vladimir Putin el enfoque es totalmente diferente. Ucrania lanza drones con objetivos diferentes. El de Moscú buscó un magnicidio: asesinar al presidente ruso en vísperas del "desfile de la victoria". Este sobre la refinería tiene un impacto directo sobre las tropas invasoras. Si Rusia pierde la capacidad de procesar y destilar el petróleo - su principal recurso como commodity en el mundo - tendrá un doble efecto.
Además de las sanciones contra el petróleo ruso, sin pierde almacenamiento de sus refinerías tendrá menos elementos para exportar, por ende, menos recursos para sostener la guerra.
Más directo todavía, si el combustible se pierde en las explosiones e incendios, la posibilidad de abastecer a las tropas en Ucrania se hace muy difícil.
Por eso Rusia repitió tras ese nuevo ataque denunciado que decidirá el momento y la forma adecuada para lanzar su ataque a modo de represalia.
Ucrania tenía una marcada desventaja en materia militar comparada con la potencia del ejército invasor. El presidente Zelensky, que estaba en tratativas para incorporar a su país a la OTAN, pidió ayuda de emergencia. Con Estados Unidos la Alianza Atlántica apoyo con dinero para armamento y con armas en concreto.
Una de las armas clave que supo administrar de manera muy eficiente han sido los drones. Los más importantes son unos de fabricación turca (integrante de la OTAN) por su tamaño, capacidad y rango de acción.
Su autonomía y velocidad le permiten cubrir sobradamente el territorio ucraniano, puede cruzar la frontera y ahí está el cruce de estos días. Rusia dice que Ucrania lo hizo y Kiev responde que solo lucha en la recuperación de sus territorios.
Pero como los recursos económicos de Ucrania son escasos, por la guerra su PBI cayó hasta un 35%, ha usado la imaginación para transformar en armas elementos que ya son cotidianos.
Como los pequeños drones que desarrolla la empresa DJI. Se modificaron para llevar escaso armamento por sus reducidas dimensiones. Pero es muy fácil disimular su avance y caer sobre blancos estratégicos, especialmente en las zonas de combate más próximo.
Es de uso habitual por muchas personas en todo el mundo para tomar todo tipo de imágenes. Pero los ucraniano supieron como conseguirlo rápidamente para emplearlo en la resistencia frente a Rusia. Se compra por internet a un valor de solo 4.000 dólares.
