Según la versión que la detenida brindó a los investigadores y que fuentes judiciales consignaron, aquella madrugada hubo un intento de fuga por parte de una de las jóvenes.
“A eso de las cuatro de la mañana vuelvo a mi domicilio y veo que mi pareja tenía una de sus manos sangrando. Me dice que cuando abrió la puerta, una de las chicas quiso salir corriendo para escapar”, relató Celeste en su declaración. De acuerdo con su testimonio, ante la presunta tentativa de huida se produjo una reacción extrema por parte de uno de los hombres que estaban en la casa.
“Me dijo: ‘agarré un destornillador y un vidrio y la maté para que no se escape’. Y agregó que, ‘como seguía viva, fui a buscar un hierro y le aplasté la cara’”, consignó la mujer ante los fiscales. Esas palabras, que forman parte del expediente, están siendo cotejadas con otras pruebas recogidas por la policía: pericias forenses, rastros de sangre y el análisis de cámaras de seguridad y mensajes de los teléfonos secuestrados.
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Celeste también contó lo que ocurrió una vez que, según su versión, los autores del ataque abandonaron la vivienda. “Nos fuimos a la estación de servicio que está cruzando el bajo nivel sobre la calle Presidente Perón, porque los chicos de ahí siempre nos compran droga. Y como todos nos conocen, compramos varios bidones de nafta, alrededor de 20 litros”, dijo en su declaración.
Asimismo, sostuvo que Villanueva le contó que "él le dijo a Lara que si le hacía el amor rico al sujeto que tenía un arma Glock, a lo mejor vivía. Miguel me dijo que ese hombre le dijo a Lara que se iba a morir igual, pero no iba a sufrir como las otras".
"También me contó que la asfixió y que él le puso la pierna en el estómago para matarla más rápido", relató la mujer.
La imputada dio más detalles escalofriantes del hecho: "Miguel me dijo que a Brenda la mataron primero, luego a Morena y última a Lara. Mencionó que a la que le cortaron los dedos, estaban jodiendo con que uno de sus falanges se lo comió su perro Pantera".
La causa, a cargo del fiscal Carlos Adrián Arribas (UFI de Homicidios de La Matanza), ya suma múltiples detenciones y medidas probatorias. Además de Celeste y de su pareja, Miguel Ángel Villanueva Silva, fueron apresados otros involucrados, y las pesquisas llevaron a capturas y allanamientos en diferentes puntos, incluso en Bolivia y Perú, donde se detuvo a personas vinculadas con la investigación, entre ellas Matías Agustín Ozorio y el señalado líder conocido como “Pequeño J”.
Hasta el momento, la Justicia trabaja para precisar roles, motivaciones y la posible vinculación del hecho con otras actividades delictivas, sin descartar ninguna hipótesis.
En paralelo, la fiscalía ordenó la apertura y peritaje de numerosos teléfonos celulares incautados, clave para la identificación de participantes y para establecer comunicaciones y actos previos al crimen. Los resultados de esos peritajes, sumados al cruce de cámaras y testimonios, permiten a los investigadores avanzar en la individualización de los presuntos responsables y en la recomposición de la secuencia ocurrida dentro de la casa.