Historia criminal

Quién es "el carnicero de Giles", el temible asesino serial que se escapó en La Plata

Estaba preso en la Unidad Penitenciaria 26 de Olmos, salió a estudiar y no regresó. Entre sus víctimas, estaban sus hermanos de 9 y 15 años.

Ayelén Bonino
por Ayelén Bonino |
El carnicero de Giles y una masacre familiar. Foto: periódico La Libertad. 

"El carnicero de Giles" y una masacre familiar. Foto: periódico La Libertad. 

Luis Fernando Iribarren, uno de los asesinos seriales que más años llevan detenido, se fugó este miércoles de la Unidad Penitenciaria 26 de Olmos.

El hombre, encerrado hacía 29 años, había recibido el permiso por su condición de estudiante. Esta semana, al no presentarse en el horario estipulado, las alarmas se encendieron y se inició un operativo de búsqueda a cargo de la Policía de la provincia de Buenos Aires.

La macabra historia del "carnicero de Giles"

Su historia se remonta a 1995 y comenzó con un olor nauseabundo. El hedor provenía de una vivienda ubicada en la avenida Cámpora del pequeño poblado de San Andrés de Giles y fue el puntapié para que los vecinos de la zona hicieran una denuncia ante las fuerzas de seguridad.

Corría el mes de agosto y en esa casa vivía Alcira Iribarren, una mujer de 63 años a quien sus allegados habían dejado de ver de forma repentina. La sexagenaria tenía cáncer y nadie sospechó cuando su sobrino, Luis Fernando Iribarren, afirmó que había viajado para tratarse en la Ciudad de Buenos Aires y fallecido por la enfermedad.

Las cosas cambiaron cuando el joven, de por entonces 36 años, fue llevado a la comisaría y confesó que, en realidad, había matado a su tía de varios hachazos en la cabeza y, tras cavar una fosa, la había enterrado en el patio del hogar donde vivían. “Me jodía que sufriera, y la maté por piedad”, declaró por entonces.

el carnicero de giles 4.jpg
Luis Fernando Iribarren junto a sus padres. Foto: La Libertad.

Luis Fernando Iribarren junto a sus padres. Foto: La Libertad.

La conmoción en la localidad de solo 20 mil habitantes fue total. Según las crónicas publicadas por aquellos años en el medio local La Libertad, la madre de Iribarren era directora de una escuela, mientras que el padre se dedicaba a las tareas del campo. El matrimonio vivía con sus hijos en Tuyutí, sin embargo el joven se había mudado en su adolescencia con sus tíos a San Andrés de Giles, frente a la terminal de ómnibus.

No había nada que alertara sobre su personalidad. De acuerdo a la prensa local, había cursado sus estudios en el Colegio Nuestra Señora de Luján y sus compañeros lo veían como un chico normal. De más grande, muchos de sus allegados lo calificaron como "educado, muy amable y una excelente persona". Hasta llegó a ponerse en pareja desde los años 1991 a 1993 con una mujer con la que tuvo dos hijos.

Por eso, fue aún más increíble cuando la muerte de la tía Alcira destapó otro horror. Ante la policía, cuando fue interrogado por el crimen de la mujer, Iribarren contó que años antes había liquidado a toda su familia. El homicidio múltiple había ocurrido una madrugada de fines de julio de 1986. Las víctimas eran su padre, Luis Juan Iribarren, de 49 años; a su madre Marta Langebbein, de 42, y a sus hermanos Marcelo, de 15, y María Cecilia, de 9.

"El carnicero de Giles" y la confesión que destapó el horror

“Todos se sentaron a la mesa para cenar menos yo, porque había discutido con mi papá. Entonces, salí a la puerta a fumar y pensar como hasta las tres de la madrugada”, detalló por entonces Luis Fernando Iribarren al juez de instrucción Eduardo Costía sobre ocurrido con su familia años atrás. “Maldito el momento en el que entré, ahí vi la carabina”, exclamó.

En rigor, durante su declaración indagatoria Iribarren dio más detalles y contó que aquella noche, cerca de las tres de la mañana, decidió entrar a la casa mientras todos dormían. Fue al dormitorio que compartía con su hermano y vio una carabina apoyada contra la ventana. Sin pensarlo, agarró el arma cargada, entró a la pieza de sus padres y su hermana, cerró los ojos y disparó “dos o tres tiros” contra cada uno.

Tras esto, entró en el dormitorio en el que estaba su hermano y antes de que el chico pudiera reaccionar, le asestó un tiro. “Después del disparo, mi hermano tenía los ojos abiertos, no sé si se despertó cuando le disparaba o porqué. En este momento ya comenzaba a clarear y se veía luz por la ventana”, aseveró.

carnicero de giles 2.jpg

El asesino enterró los cuerpos en una fosa a 40 metros de la casa en la que vivían, en el campo del paraje Tuyutí. Durante 9 años, hasta la muerte de su tía, convenció a todos sus vecinos que los cuatro habían huido a Paraguay al no poder saldar una deuda.

"Todos se habían puesto en contra mío. Vivíamos en un clima de tensión y distanciamiento", declaró ante el juez de instrucción sobre los motivos de la aberrante masacre. También reveló que luego de matar a su hermano, se acercó al cadáver, le cerró los ojos y le dijo: "Negro, por qué te hice esto si yo te quería". Tras la confesión, la policía tardó dos meses en hallar los cadáveres, a metros de un chiquero de chanchos.

En 2002, Luis Fernando Iribarren fue condenado a reclusión perpetua por matar a toda su familia y a su tía. En la cárcel, se recibió de abogado, se casó, tiene buena conducta y varias veces intentó obtener su excarcelación. Hoy, "el carnicero de Giles" se encuentra entre los criminales argentinos que más años llevan detenidos en el Sistema Penitenciario Bonaerense (SPB), luego de Robledo Puch. Su caso inspiró una canción de Los Fabulosos Cadillacs.

Se habló de