Batakis, asumió en su primera semana en el cargo tironeada de ambos lados, por Alberto que quiere cumplir el acuerdo con el Fondo; y Cristina que pide renegociar las metas con el FMI. La incertidumbre terminó demorando todos los anuncios económicos y la profundización de la incertidumbre económica con remarcación de precios, otra escalada del dólar blue, de la inflación y la pérdida de los salarios además de temor a una crisis por desabastecimiento de insumos por el cepo a las importaciones.
Cristina no deja que Alberto renuncie porque está en juego la subsistencia del peronismo
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"Creemos que la fortaleza de la ministra Batakis nos va a ayudar mucho para poder llevar las diferentes situaciones que tenemos que enfrentar al diálogo", expresó el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato.
Esas disputas son las que dificultaron toda la semana el armado del nuevo equipo económico y demoraron anuncios de la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, en medio de una ola de rumores de renuncias de todo tipo, que incluyeron al propio Presidente.
El lunes será un día clave y Batakis anunciaría un paquete de medidas que podrían incluir un desdoblamiento del sistema cambiario.
Pero la incertidumbre por la pelea política dejó al descubierto que la vicepresidenta no quiere que Alberto Fernández renuncie y tomar ella el poder, como especulaban algunos círculos de poder económico.
Uno de los colaboradores más cercanos al presidente admitió a A24.com lo que Alberto cree que "Cristina quiere rodear a Alberto con 4 o 5 funcionarios propios" que decidan todo el rumbo económico, pero tampoco lo deja renunciar porque cree que deben seguir juntos hasta que termine el mandato.
Tanto la vicepresidenta como gobernadores e intendentes, la CGT y los movimientos sociales oficialistas, saben que se juegan en las próximas elecciones no solo su permanencia en el poder desde 2023, sino la subsistencia misma del peronismo. También lo sabe el tercer socio del Frente de Todos, Sergio Massa.
Jefe de Gabinete, Juan Manzur y presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa..jfif
Por eso, coinciden distintas fuentes oficiales consultadas por A24.com, "no le permitirían a Alberto Fernández dejar antes de tiempo el poder, porque eso marcaría un certificado de defunción del peronismo".
Todavía sigue fresco en la clase política, el reclamo social que representó los cacerolazos y el "que se vayan todos" que el 19 y 20 de diciembre de 2001 terminó con la renuncia del entonces presidente Fernando De la Rúa, en medio de un caos político, económico y social generalizado y una sociedad que aún no le perdona la crisis al segundo partido político más masivo del país: la UCR.
En los 22 ministerios del Gabinete tomaron como un mensaje positivo la segunda cumbre entre Alberto y Cristina -que sin embargo desde ambos entornos se encargaron de desmentir- porque admiten que aunque el problema político estaría encaminado a resolverse con la vuelta de la "mesa política" para compartir las decisiones. El último discurso de Cristina fue en la misma línea: si hubo un problema, fue Guzmán y ya no está en el Gobierno.
"Algo le van a dar a Massa", sintetizó una fuente de la Casa Rosada al tanto de las negociaciones. Otros cambios que sonaban pero que eran resistidos por el presidente eran los nombres del titular del Banco Central Miguel Pesce y del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, dos de los funcionarios más cercanos que todavía le quedan a Alberto Fernández.
"La crisis por la falta de dólares es porque ponen mal los deditos y se les escurren entre las manos", ironizó esta semana a A24.com un alto funcionario cercano a Cristina.
Esperan que Alberto Fernández termine de ceder espacios en el gabinete y resigne ser candidato presidencial en 2023. Esa es una pelea latente que expresó el mismo jueves Máximo Kirchner al hablar en un acto del PJ bonaerense.
9 de Julio: Alberto Fernández con su círculo íntimo y gobernadores del Norte Grande
El viernes habló Cristina desde El Calafate y este sábado le tocó el turno a Alberto Fernández, en un acto central en Tucumán junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur y varios gobernadores del PJ del denominado Norte Grande.
Ante las presiones del mercado y la crisis generalizada por la falta de precios relativos en toda la economía, quedó claro esta semana que Alberto ya no está en condiciones de tomar decisiones solo.
El presidente resistió los últimos días tras la renuncia de Guzmán, encerrado en un círculo de colaboradores cada vez más chico integrado por la portavoz Gabriela Cerruti, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, el jefe de asesores políticos, Juan Manuel Olmos y el canciller Santiago Cafiero
También Wado De Pedro y hasta Máximo Kirchner, destacaron la vuelva de la vicepresidenta a la "mesa política" que toma las decisiones en la coalición de Gobierno.
Todos desde el albertismo y el kirchnerismo y el massismo, celebraron que Alberto y Cristina vuelvan a hablar para "fortalecer al gobierno del Frente de Todos".
Los más grandes empresarios se reunieron el mismo miércoles con uno de los principales alfiles de la vicepresidenta, el ministro del Interior, Wado De Pedro, que les llevó ese mensaje: "la mesa política volvió y el problema político está resuelto". Ahora hay que consensuar entre todos, oficialismo, oposición y empresarios y CGT, un nuevo "modelo productivista".
Un Pacto de la Moncloa al estilo kirchnerista en el peor momento de incertidumbre, cuando sonaban las alertas de noticias de renuncias en lo más alto del poder. Todo un escenario digno de un film surrealista y de ciencia ficción.
¿El problema político está resuelto o sólo es una tregua en la pelea por quién se hace cargo del poder? Pese a los esfuerzos por mostrar "unidad" en el Frente de Todos, en este 9 de Julio, el Día de la Independencia volvió a mostrar al presidente y a la vice separados en dos actos en cada punta geográfica del país.