Contra reloj, en Casa Rosada cuentan los votos para que el Senado vote los pliegos de Ariel Lijo y García Mansilla la semana que viene. El "número de jueces" que negocian con la oposición para ampliar la Corte. ¿Habrá mujeres?
Jueces de la Corte Suprema de Justicia: el Gobierno negocia ampliar los miembros del tribunal a cambio de que la oposición apruebe los dos pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla en el Senado. Foto: Archivo
El Gobierno negocia contra reloj con la oposición en el Senado, los votos para el dictamen de los candidatos a ocupar dos vacantes en la Corte Suprema de Justicia. Son los pliegos de Ariel Lijo -fuertemente resistido en algunos sectores de la oposición dialoguista- y del académico Manuel García Mansilla.
Ambos candidatos de Milei a jueces de la Corte ya defendieron sus postulaciones ante la comisión de Acuerdos del Senado, y ahora el oficialismo recorre por estas horas con los pliegos, los despachos de cada senador de esa comisión para conseguir las 9 firmas necesarias para obtener un dictamen favorable. El objetivo de la Casa Rosada es que ambos puedan ser votados en sesión de la Cámara alta, la próxima semana.
Una alta fuente cercana a Milei, confirmó que en medio de las negociaciones, con el peronismo, el PRO, la UCR y bloques federales, el Gobierno puso como condición que se aprueben los dos pliegos juntos. Si uno no sale, la Casa Rosada amenaza con retirar ambos pliegos del Congreso.
A cambio, el Gobierno aceptaría ceder al reclamo de la oposición de incorporar mujeres en la Corte Suprema solo si se amplían los miembros del Tribunal. "No hay problema de discutir una ampliación. Pero primero tienen que aprobarnos los dos pliegos, sí o sí", dicen en la mesa chica del Gobierno y confirman que la estrategia de Milei es que "los dos nombramientos están atados".
Tras confirmar que a Lijo se lo propuso a Milei el actual integrante de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y a García Mansilla le ofreció el cargo el asesor presidencial, Santiago Caputo a través de su hombre de confianza en el Ministerio de justicia, el viceministro Sebastián Amerio.
Ante el debate político generado por la supuesta cercanía de Lijo con el peronismo y las especulaciones que apuntan a que el Gobierno lo habría propuesto como un candidato posible para que el kirchnerismo se lo apruebe, en la Casa los definen así:
En la Casa Rosada salieron a defender ambos pliegos, al señalar que "hacen a la Corte más diversa, pero también hay compromisos políticos. Uno está más de acuerdo a un espacio y otro está con el otro", reconocen.
"Uno con vasta experiencia (Lijo) y otro que se alinea férreamente a nuestra visión del derecho (García Mansilla)" y aclaran que desde el Gobierno pretenden "separar la esfera política de la judicial". Sin embargo, aclaran desde el entorno de Milei: "nosotros no le fuimos a pedir al peronismo un candidato. Lo propusimos a Lijo nosotros".
"En una hipotética ampliación, 9 jueces estaría bien. Podría haber mujeres", reconoció en medio de las negociaciones entre el oficialismo y la oposición en el Senado, una alta fuente de la Casa Rosada.
¿Por qué "9" sería el número mágico con el que buscaría consenso con los distintos sectores?. Porque fue el número de la época del Gobierno de Carlos Menem
En este caso, de aprobarse la ampliación de la Corte, le permitiría al Gobierno de Milei, sostener a sus dos candidatos por un lado, y por otro, cumplir con las condiciones que impulsan distintos sectores de la oposición, para incluir representantes femeninas, un cupo legal que no se estaría cumpliendo de aprobarse los actuales pliegos enviados por el PEN.
Además, ampliar el número de jueces de la Corte de los actuales 5 a 9, le permitiría a Milei negociar con aliados del PRO y del radicalismo, que por ahora quedaron afuera del reparto político y rechazan con especial reparo, el pliego del juez Lijo, al que vinculan a un eventual pacto de impunidad judicial con Cristina Fernández de Kirchner.
