Elecciones

El Gobierno presenta sus candidatos con una foto de "unidad" del Frente de Todos: el lunes empieza la campaña

Alberto quiere reeditar la foto de unidad del Frente de Todos. Uno por uno los candidatos y qué debates deberán enfrentar.
Stella Gárnica
por Stella Gárnica |
Foto de unidad del Frente de Todos. El presidente presenta listas y busca reeditar la imagen de unidad junto a los referentes de la coalición del Gobierno como largada de campaña. (Foto: Archivo)

Foto de unidad del Frente de Todos. El presidente presenta listas y busca reeditar la imagen de unidad junto a los referentes de la coalición del Gobierno como largada de campaña. (Foto: Archivo)

Rodeado de los principales referentes del Frente de Todos el presidente, Alberto Fernández, presenta a los candidatos del oficialismo que deberán, a partir del lunes, salir a defender al Gobierno en medio de un clima preelectoral enrarecido por el escándalo de las vacunas y la creciente tensión por el dólar, la inflación, la crisis económica en general y la inseguridad.

Cristina Kirchner cedió protagonismo a Alberto Fernández para la selección de los primeros puestos, en un gesto para evitar que el Presidente quede debilitado. En ese marco fue que eligieron a candidatos moderados más representativos del albertismo, cuidando el equilibrio de la representación de todas las fuerzas que integran el Frente de Todos en el resto de las listas de diputados nacionales.

Así, primó más el perfil del albertismo que de los dirigentes del cristinismo puro para encabezar la nómina de diputados y senadores en los principales distritos electorales.

Cristina, al revés de lo que se especulaba, habilitó la discusión interna y eso se vio en reuniones ultra secretas durante toda la semana que se sucedieron en la Casa Rosada, en el Congreso y finalmente, viernes y sábado en Olivos.

Una semana de rosca

Mientras las calles porteñas se abarrotaban de protestas de distintos sectores, desde gremios, pasando por movimientos sociales de izquierda hasta trabajadores de la Salud, el INDEC y el Gobierno reconocían que la inflación se desmadró en los primeros seis meses del segundo año de pandemia a un promedio por encima del 3% mensual.

La crisis se reflejaba en las calles no solo por la tensión económica, sino por la social, con una profundización del clima de inseguridad, con robos cada vez más violentos y de a grupos tipo pirañas, gente en los barrios tratando de subsistir acudiendo a prácticas de trueque por alimentos -algo que no se veía desde la crisis del 2001. Desde el Gobierno abrían el paraguas a dos puntas.

Por un lado, el gabinete económico se mostraba "actuando en la economía" con anuncios de reaperturas de paritarias "para que los salarios le ganen a la inflación", aumentos y bonos extras a jubilados y beneficiarios de planes sociales, y prórroga a la recategorización de monotributistas.

Anunció avances en las negociaciones con el FMI y salió a tratar de poner calma diciendo que no habrá un cimbronazo del dólar antes o después de las elecciones además de adelantar otro caballito de batalla que usará en la campaña: anuncios de inversiones millonarias en obras públicas y créditos a empresas de la economía verde con la promesa de reactivar la economía.

Por otro lado, el ala política participaba de herméticas reuniones con el presidente y la vice on line, mientras el ministro del Interior, Wado De pedro como portavoz del kirchnerismo, iba y venía del Congreso a la Casa Rosada llevando y trayendo las posturas del cristinismo encarnado por Máximo y Cristina Kirchner y el titular de la cámara de diputados, Sergio Massa, la tercera pata de la alianza para consensuar los nombres de los principales candidatos.

En la Rosada lo esperaban Alberto Fernández y Santiago Cafiero, que resistieron las presiones para designar al jefe de gabinete como primero en la lista.

En un intento de demostrar autoridad, Alberto se plantó ante Cristina con la candidata que prefería su Gobierno: Victoria Tolosa Paz para encabezar la lista en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral del país donde el peronismo jugará "la madre de todas las batallas" e intentará como objetivo mínimo, mantener su histórico piso del 35 o 40% del electorado.

Hubo acuerdo también en que el Gobierno no entregue más ministros que el Presidente considera imprescindibles, al menos para este momento de la gestión. Los rumores de cambios de gabinete, seguían sin embargo, lanzados desde el Instituto Patria.

Cristina terminó cediendo a la vista de la opinión pública el primer lugar de la lista y aportó el segundo lugar con su delfín, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán. Todo, pese a las resistencias del gobernador Axel Kicillof que tampoco quería entregar ministros de su gabinete. En el entorno de Kicillof reconocieron que "la causa es más importante", y terminó cediendo.

La estrategia del Frente de Todos: Plebiscitar la gestión

Así, después de una semana de rosca política, una vez que los nombres de todos los precandidatos queden oficializados ante la junta partidaria, a partir del lunes empieza otra etapa: la verdadera campaña electoral.

El Gobierno ya piensa en poner en marcha la estrategia de plebiscitar la gestión con los debates que deberán enfrentar los candidatos en la campaña, sabiendo las pocas posibilidades de revertir la crisis económica, social y la inseguridad en el corto plazo.

Los candidatos del oficialismo deberán enfrentar una férrea defensa del Gobierno y confrontar a las críticas al plan de vacunación. La propia ministra de Salud y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, tuvieron que salir a aclarar los términos de una polémica carta enviada al Fondo Ruso de Inversión por el incumplimiento del contrato de Rusia a la entrega de las segundas dosis de la Sputnik V.

La bajada de línea discursiva desde la Casa Rosada y del Congreso, es: "lo que está en juego en las elecciones de noviembre es el modelo". Acusan a la oposición de querer volver al neoliberalismo de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, con los candidatos de Horacio Rodríguez Larreta, como nuevo líder de la alianza Juntos por el Cambio.

Por eso, más allá de los nombres, el candidato, insisten: "es el sello Frente de Todos" y "el proyecto que pone al Estado como actor central" como regulador frente al libre mercado promovido por la oposición de Juntos por el Cambio. Parte de la campaña será mostrar a Alberto con cierto atisbo de autoridad en la alianza de Gobierno.

¿Cuál será el lugar que ocupará Cristina en la campaña? ¿Se mostrará activa o dejará al frente al Presidente? Es la gran incógnita. Eso sí, el lunes empieza la campaña y todo lo que pase en Argentina va a estar supeditado al clima y al nivel que le impriman a la grieta electoral.