El Consejo de la Magistratura le propuso al gobierno el ascenso de la jueza que decretó la quiebra de la empresa Correo Argentino S.A., de la familia del ex presidente Mauricio Macri.
Marta Cirulli está ternada para ocupar un cargo en la Cámara Comercial. De esa manera, debería dejar un expediente que ya lleva más de 22 años de tramitación. ¿El regreso de una vieja práctica?
El Consejo de la Magistratura le propuso al gobierno el ascenso de la jueza que decretó la quiebra de la empresa Correo Argentino S.A., de la familia del ex presidente Mauricio Macri.
Se trata de Marta Graciela Cirulli, actual titular del Juzgado en lo Comercial N°6, donde tramita la causa contra la empresa Correo Argentino S.A. por la falta de pago del canon fijado cuando se privatizó el servicio postal durante el gobierno de Carlos Menem.
Cirulli decretó la quiebra de la empresa en julio de 2021, pero el expediente –que lleva más de 22 años de tramitación– se encuentra actualmente en la Corte Suprema, prácticamente sin movimientos en los últimos dos años.
La práctica de ascender a jueces y fiscales con el nunca confeso objetivo de apartarlos de un expediente reconoce antecedentes durante los diez años de gobierno del propio Menem, entre 1989 y 1999.
Cirulli está ternada para una de las cuatro vacantes en la Cámara en lo Comercial previstas en el Concurso Nº 478 del Consejo de la Magistratura, en las salas B, C, y E (dos cargos en esta última).
Cirulli integra la segunda terna, junto con los postulantes Javier Jorge Cosentino (el juez que intervino en la quiebra del Grupo Indalo, de los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa) y Daniel Alejandro Casella, un abogado que ejerce de manera privada y es socio de un importante estudio dedicado al derecho comercial.
El 5 de julio de 2021, la jueza Cirulli dictó por segunda vez la quiebra de la empresa Correo Argentino S.A., pero los representantes de la firma apelaron y recusaron a la fiscal general Gabriela Boquín.
Casi un año más tarde, el 4 de mayo de 2022, la Sala B de la Cámara Comercial, con mayoría integrada por las juezas Matilde Ballerini y María Elsa Uzal, suspendió el trámite de la quiebra.
La tercera integrante de la Sala, Guadalupe Vásquez, votó en disidencia.
La jueza Uzal, clave para formar mayoría para la suspensión de la quiebra, no integra de manera permanente la Sala B y el concurso 478 prevé ocupar ese puesto definitivamente.
Ante la eventualidad de que Cirulli fuera designada en esa vocalía de la Sala, difícilmente podría intervenir en la Causa Correo, sobre la que ya se pronunció en primera instancia como jueza y en lo sucesivo debería revisar como camarista sus propias decisiones.
De tal forma, el eventual ascenso de Cirulli la dejaría virtualmente afuera de la Causa Correo S.A..