La tensión en la reunión escaló al punto tal que tuvo que intervenir el Presidente de la Cámara Electoral, Santiago Corcuera: “La intención de nuestras acordadas y la finalidad de esta cámara es garantizar los derechos políticos, y no restringirlos”, dijo palabras más o menos. E insistió en que la Cámara pidió a las justicias locales a que se encarguen de dictar protocolos más específicos para algunas cuestiones.
Uno de los ejemplos: qué hacer si un votante aparece con fiebre y síntomas de Covid. Peor aún, qué pasa si un ciudadano entra a un colegio al grito de “Soy Covid positivo, quiero votar": ¿Se lo deja o se lo echa?...
¿Puedo votar con fiebre?
Nadie puede prohibirle a un elector ejercer su derecho constitucional a votar. Ese punto se destacó en el encuentro.
Tampoco se le puede tomar la fiebre a la gente antes de entrar a una escuela. “Sería complicado poner a un tipo en una puerta con un aparatito de dudosa procedencia a decirle ‘vos entras, vos no’”, aclararon fuentes al tanto del protocolo. ¿Quién controlaría que el aparatito anduviera bien?
La última acordada de la Cámara Electoral al respecto delega en "cada juez federal con competencia electoral" la instrumentación de un cuarto oscuro Covid para ese tipo de situaciones. Si bien en esa acordada se recuerda que los que presentan síntomas tienen que permanecer aislados, se explicita que en caso de querer votar se les debe garantizar su derecho.
Los comicios también van a contar con un “facilitador sanitario”, de las fuerzas armadas o de seguridad para que puedan ordenar este tipo de cuestiones. Aunque, otra vez la izquierda, desconfía bastante de estas instituciones
En la reunión también se expresaron otras preocupaciones
-¿Cómo va a ser el recuento de los votos?
-El correo tiene que ir por las escuelas a buscar telegramas. ¿Va a ser la misma persona la que va por las distintas escuelas? ¿No podría producir contagios? Se pidió que haya una distribución “radial” y no la clásica “rondina”.
-¿Qué pasa con el escrutinio provisorio? Suele ser un proceso que demanda que haya muchas personas en un mismo lugar.
-¿Cómo se van a cerrar los sobres? La Dirección Nacional Electoral no aprobó la compra de nuevos sobres adhesivos, con lo cual los votantes tendrán que pasar la lengua por el sobre, como siempre, para cerrarlo.
-Tampoco está autorizado el presupuesto de barbijos para los fiscales, por lo que cada partido se tendrá que hacer cargo de ese costo.
“Vamos a estar votando con la variante Delta con circulación comunitaria”, se sinceraron en el encuentro. La intención es evitar que los comicios se vuelvan un evento “supercontagiador”.
Según los estudios previos, se hicieron 110 elecciones durante la pandemia. En ninguno de esos eventos se produjeron contagios masivos.
La campaña se polariza
Mientras tanto, la campaña toma su propio vuelo, muy lejos del escenario que habían planificado originalmente los máximos estrategas. El Frente de Todos había difundido un manual para bajar el tono de la confrontación y apuntar al votante moderado; Juntos por el Cambio bajó a Patricia Bullrich y había escondido a Mauricio Macri para cautivar al electorado progre de centro.
Pero algo salió mal y los dos tienen que volver a apelar a los extremos.
En el Frente de Todos, la difusión de las fotos de Alberto en la fiesta de Olivos fue una bomba. No solo penetró negativamente entre los votantes opositores, sino que incluso cayó mal en las propias filas. Por eso esta semana tuvieron que volver a subir al ring a Macri y recordar su mala gestión.
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La foto de la polémica. Un estudio indica que podría inclinar notablemente la elección de algunos de los que votaron al Frente de Todos en 2019 (Foto: archivo).
Según una encuesta de D’Alessio – Irol, el 24% de los votantes del Frente de Todos de 2019 estaría dispuesto a cambiar su voto a partir de la difusión de las imágenes. El 80% de esos dice que votaría a Juntos por el Cambio. El Gobierno niega la veracidad de estos números.
En Juntos por el Cambio la preocupación es otra. En Ciudad hay alerta por el estancamiento de María Eugenia Vidal, especialmente entre los votantes que el PRO considera propios. Y el crecimiento de López Murphy.
Tuvieron que pedirles a Macri y Bullrich que los apoyen. “Hay mucha mala onda del votante histórico del PRO. Creían que ganaban fácil y era el lanzamiento de Larreta, pero se les complicó”, dicen cerca de los halcones del PRO. “Se dieron cuenta que no alcanza con palomitas”.
En Provincia creen que Diego Santilli tampoco arranca. Por ahora no los ven cerca a Facundo Manes, pero necesitan sacar buena diferencia para que las listas queden “bien” estructuradas. Por el acuerdo que hicieron, si Santilli gana por menos de 10% de diferencia deberán entregar el 3° y 4° lugar de la lista a los radicales.
Otra vez, para eso, tienen que apelar al voto duro del PRO. La grieta, más viva que nunca.