El senador de San Luis, Fernando Salino, confió hoy su "fuerte razón personal" para apoyar la Ley de Emergencia en Discapacidad al compartir ante ese cuerpo que convivió 23 años con su esposa, quien tenía una persona discapacidad.
El legislador Fernando Solano de San Luis contó que convivió 23 años con su esposa, quien tenía una discapacidad, y sostuvo que esa experiencia lo llevó a respaldar la norma. Cuestionó al Gobierno por "no pagar a los acompañantes terapéuticos" y por mantener una "mirada patologizante y discriminatoria".
El senador de San Luis, Fernando Salino, confió hoy su "fuerte razón personal" para apoyar la Ley de Emergencia en Discapacidad al compartir ante ese cuerpo que convivió 23 años con su esposa, quien tenía una persona discapacidad.
"Tengo serias razones personales para aprobar esta ley: conviví 23 años con mi esposa que fue una persona con discapacidad y no puedo dejar de mencionar esto porque entre todas las razones que mencioné hay una fuerte razón personal", destacó el legislador del bloque Convicción Federal que responde al formoseño José Mayans.
En esa línea, agregó que "la experiencia de la discapacidad es intransferible, la de la persona con discapacidad, la de su familia, la de tu entorno, no se puede saber qué es". Y puntualizó sobre esas vivencias: "Desfilás por todos lados, porque esperás al transporte para que te lleve a la rehabilitación, porque te hartás de hacer trámites en las obras sociales, porque vas a los laboratorios a ver si describen lo último que hay para ver si te saca de una situación que te resulta insostenible".
"Podemos dar razones políticas, legales, sociales, de absoluta solidaridad con quienes nos pidieron la sanción de esta ley y además tenemos razones personales porque nos pasan cosas y las volcamos en esta sanción", añadió y señalo en la primera sanción de la ley "sobraban razones para sancionar" la iniciativa. "Va a ser ley hoy", auguró y remarcó "el día de hoy, hemos sumado muchísimas más razones".
En ese sentido, denunció que "el problema es que el gobierno nos le paga a los acompañantes terapéuticos" y reprochó: "Nosotros nunca hubiéramos querido tratar una ley de emergencia, nunca hubiéramos querido caer en una emergencia".
Al Poder Ejecutivo le adjudicó tener "una mirada patologizante, capacitista y discriminatoria" sobre la discapacidad y retrucó: "Pretendemos que no le afanen la plata a los discapacitados, ni estamos pensando en quebrar el superávit fiscal".
Respecto a los argumentos que esgrimió el Gobierno en el veto a la normativa, sostuvo que se argumentó que "afectaba de manera tangible los objetivos de política económica fijados por el gobierno y manifestó: "La verdad es que si nosotros afectamos los objetivos del gobierno estamos procediendo bien. Primero que no lo conocemos. Y segundo, que si los conocemos mal transmitidos, si logramos desviar alguno hacia la atención de la discapacidad estamos procediendo muy bien".