Milei quiere mostrarse como "el nuevo líder" regional y espera el apoyo de EE. UU. para salir del cepo cambiario. El nuevo cambio de discurso para los "argentinos de a pie".
El viaje relámpago de Milei a Estados Unidos para sacarse una foto con Trump antes de la cumbre del G-20 en Brasil. Foto: Archivo.
Javier Milei se puso a gestionar personalmente su foto con el nuevo líder de los Estados Unidos con el objetivo de mostrarse como el nuevo socio estratégico de EE.UU. y representante de la derecha mundial en la región. Desde el supermartes, se dieron innumerables rumores sobre una charla telefónica que no fue y, desde entonces, espera una señal de apoyo de Donald Trump,
Pese a los insistentes pedidos de Milei, la cumbre Milei-Trump no estaba confirmada formalmente porque el estadounidense estuvo ocupado recibiendo el saludo de unos 70 mandatarios de todo el mundo y en enviar mensajes a los temas que considera prioritarios en materia geopolítica para Esados Unidos: hablar con Vladímir Putin para "frenar" la guerra entre Rusia y Ucrania, y una advertencia a la organización terrorista Hamás para que libere los rehenes, en un claro apoyo a Israel.
"Antes de asumir, Trump ya empezó a gobernar", comentaron algunos funcionarios en los pasillos de la Casa Rosada que se conformaron con que Milei "no habló personalmente con Trump" pero consiguió la "invitación especial" como único presidente extranjero a la cumbre de la derecha internacional (CPAC) que tendrá lugar el 14 y 15 de noviembre en Florida.
Así, 3 días antes de participar de la cumbre del G-20 prevista para los días 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro, Brasil, Milei busca mostrarse en una foto esta semana con Trump y disputarle al anfitrión brasileño, Lula Da Silva, el liderazgo en América del Sur.
Según relató una alta fuente de la Casa Rosada a A24.com, Milei consiguió la invitación con la ayuda del empresario Elon Musk. La cumbre tendrá lugar en la mansión de Florida del nuevo presidente y planea invitar a Trump a la misma cumbre de la CPAC que tendrá lugar los primeros días de diciembre en Buenos Aires, para volver a viajar a Estados Unidos el 20 de enero como "amigo" invitado a la asunción del nuevo inquilino de la Casa Blanca.
"El presidente @JMilei, único líder latinoamericano invitado a la CPAC, será orador principal junto al presidente electo de EE.UU. y su vicepresidente J.D. Vance. Milei y Trump buscarán afianzar una FUERTE alianza regional", reza otro de los mensajes que posteó Milei en la red X. Funcionarios de la Casa Rosada salieron a desmentir un supuesto "ninguneo" de Trump, que hasta el cierre de esta nota no le había respondido los llamados telefónicos a Milei.
"Trump incorporó a Musk para replicar la experiencia de lo que está haciendo Sturzenegger. Musk ya está en contacto con Federico para replicar ese modelo. Estamos exportando el modelo de la motosierra y de la desregulación a todo el mundo", fue otro de los mensajes que se escuchó esta semana en los pasillos de la Casa Rosada replicados por tuiteros libertarios y por el propio Milei como muestra de la cercanía con el futuro gobierno norteamericano.
Además, en el Gobierno interpretaron como un primer apoyo de la era Trump a Milei, el "contundente respaldo del Departamento de Justicia de Estados Unidos" por la respuesta en contra de la demanda de fondos buitre en el juicio contra la expropiación de YPF.
El mismo día que ganó Trump, el gobierno informó que "el Departamento de Justicia de EE.UU. respalda la oposición de la República Argentina a las medidas pedidas por las demandantes" y "le expresó a la Corte de Distrito que hacer lugar al pedido de las demandantes sería contrario a la ley americana y tendría repercusiones adversas para la política exterior del gobierno de los Estados Unidos".
"Dijimos que la economía iba a subir como pedo de buzo y se empiezan a ver las burbujas", dijo esta semana Milei, en cuyo círculo más cercano aseguran que con el apoyo de Trump y de Musk, "los libertarios vamos a exportar el modelo de ajuste al mundo".
En la Casa Rosada celebraron el triunfo de Trump como un potencial socio y protector financiero de Argentina que ayude a destrabar un nuevo acuerdo por la deuda con el FMI.
A 11 meses de Gobierno, Milei pareció por primera vez dejar el discurso "deshumanizado", como él mismo se autodefinió varias veces, para empezar a aceptar cierta sensibilidad con la mitad de argentinos que no llegan a fin de mes, y quedaron bajo el límite de la pobreza.
Milei decretó que "la recesión se terminó" y envió un mensaje a empresarios de la Cámara de Comercio (CAC) que podría anticipar la estrategia del oficialismo de cara a la campaña electoral 2025.
Milei les dijo a los comerciantes, que concentran casi el 70% del empleo privado en el país, que el plan de ajuste y la motosierra "está funcionando" y que el país ha comenzado a crecer, después de haber atravesado un intervalo duro, de esfuerzo y dolor".
El presidente agradeció "a todos los argentinos, en especial a los argentinos de pie y a quienes tratan de salir adelante día a día" por haber "confiado en el modelo"; pareció contradecir lo que venía sosteniendo el Gobierno desde marzo, cuando decía que los salarios y las jubilaciones le ganaron a la inflación.
Milei pareció admitir la necesidad de hacer algo para que la imagen del gobierno no siga cayendo en las encuestas y en modo de campaña, prometió que "de aquí en adelante todos los días vamos a estar un poco mejor que el día anterior", y en lugar de "ser cada día más pobres, seremos cada día más ricos".
"El esfuerzo -admitió Milei- debe significar progreso, porque si no, no es sacrificio, sino martirio".
El nuevo discurso de Milei busca cerrar la primera fase del plan económico y hacer eje en la segunda, que prepara el cambio hacia un sistema monetario de "intercambio de monedas" con la salida del cepo, que en el Gobierno especulan, podría terminar entre marzo y abril de 2025, cuando la brecha cambiaria sea cero y la inflación también.
En ese marco, desde la Casa Rosada salieron a festejar el "fin de la recesión" con números del INDEC que marcaron un crecimiento del 2,6% de la actividad industrial, un aumento del empleo privado, aumento de las ventas minoristas y de los créditos hipotecarios. Mientras, paralelamente, avanzaron a fondo con el plan de desregulación, la privatización de empresas públicas, el remate de inmuebles, y las negociaciones con todos los gobernadores dialoguistas para que hagan el mismo ajuste en todas las provincias.
