Para Ramírez Gelbes, el uso de "morondanga" en el discurso que pronunció en la Isla Maciel es también un recurso que Cristina utiliza para "mostrarse como una mujer común".
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"No hay que olvidarse que Eva Perón decía: 'Soy una de ustedes'. Y Cristina recupera un poco eso aunque con una entonación no tan barrial como el de Eva, sino más de Barrio Norte", analizó Ramírez Gelbes.
Si bien "morondanga" es un "término antiguo", más emparentado con "los viejos programas cómicos de la televisión abierta de los años 70" que, acaso, las plataformas digitales o las redes sociales, Ramírez Gelbes consideró que la vicepresidenta recurre a eso para evitar palabras procaces o insultos.
"Lo puede insultar a (el senador del Frente de Todos Oscar) Parrilli en forma privada, pero es una señora y no usa esos términos en público. Entonces, utiliza estas palabras populares, aunque antiguas", indicó la especialista.
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La contextura física de una palabra: de Cristina a Fontanarrosa
Ramírez Gelbes trae el recuerdo del discurso que noviembre de 2004 pronunció el historietista y escritor Roberto Fontanarrosa con motivo del Congreso de la Lengua Española, en la ciudad de Rosario.
Aquella vez, Fontanarrosa pidió una "amnistía" para las malas palabras porque, en algunos casos, "son irremplazables" por su "sonoridad, fuerza y contextura física".
"No es lo mismo decir que una persona es tonta o zonza que decir que es un pelotudo. Tonto puede incluso incluir un problema de disminución neurológica realmente agresivo. Y aparte hay una cosa, y a eso voy con lo de la contextura física: el secreto de la palabra pelotudo, ya universalizada (...) está en la letra T. No es lo mismo decir zonzo que decir pelotudo", remarcó Fontanarrosa para las risas de todos en el auditorio.
Ramírez Gelbes destacó que la palabra "morondanga", con "tanta N y sonido nasal", aliviana la descalificación del gobierno de Macri.
"Morondanga le resta peso combativo y muestra un ethos distinto que eligió Cristina para hablar en la actualidad. Tiene un discurso de persona más calma en comparación con lo beligerante que ha sido en otros momentos. No busca confrontar directamente, pero le sirve para hablarle a una oposición que, a su vez, no puede pegarle tan fuerte como en el pasado por una razón: no es la presidenta. Si lo hacen, los opositores quedan en falta", afirmó Ramírez Gelbes.