Esta vez, no está previsto un encuentro con el presidente Donald Trump, como en sus anteriores viajes. La prioridad está puesta en potenciar los contactos para lograr que los empresarios norteamericanos inviertan en nuestro país. Esa es una de las prioridades del gobierno argentino, pero estos días, con la agitada campaña política bonaerense y el recalentamiento del dólar, la incertidumbre llegó hasta Wall Street y Washington.
La propuesta de Milei en términos económicas sigue interesando a los inversores, pero son cautelosos hasta ver, por ejemplo, los resultados electorales de octubre, con los comicios de mitad del mandato.
Viaje, reuniones y una ausencia significativa
El cronograma también tuvo una modificación y cancelación. Se especulaba con un viaje fugaz a Las Vegas para presenciar un espectáculo de Fátima Florez, pero se desestimó. Por lo tanto, se concentrará en las reuniones apuntadas con importantes personajes del mundo empresarial norteamericano. En especial, del sector energético, una de las prioridades que definió Milei para apuntalar sus cambios económicos.
Una ausencia significativa en este viaje es la de Karina Milei, la secretaria general del Gobierno. Involucrada en los episodios derivadas de las grabaciones de Spagnuolo, la hermana del presidente, a quien él, siempre se refiere como "el jefe". Por toda esta situación, la compañera habitual en los viajes al exterior decidió permanecer en Buenos Aires.
Milei también cimenta sus alianzas ideológicas en cada viaje al exterior. Entonces, un hecho importante de este viaje, es el nuevo encuentro con el Milken Institute, y su director, Michael Milken. Milei ya habló en dos oportunidades en el último año y medio en ese instituto de inspiración liberal. Tanto, que este encuentro auspiciado por Milken se lo conoce como el “Foro de Davos de América del Norte".
Por lo tanto, la actividad de Milei estará circunscrita a Los Ángeles, la segunda ciudad del estado de California. El "estado del sol" tiene tres particularidades especiales para el presidente argentino. Si fuera un país independiente, estaría dentro de los 5 o 10 más importantes del mundo por su PBI. Están las cabeceras de las grandes empresas tecnológicas (otro pilar en la política del gobierno libertario), pero tiene una luz roja para el presidente argentino. Es un bastión de los demócratas y su gobernador es, en la actualidad, el principal político enfrentado a las políticas de Donald Trump.