De esto hablaron el miércoles en Casa Rosada el jefe de Gabinete, Guillermo Francos con el grupo de los 6 empresarios más grandes de Argentina.
Según revelaron fuentes del Gobierno, mientras en el Congreso, el oficialismo consolidaba la alianza con 85 diputados del PRO, algunos peronistas vinculados a gobernadores aliados como Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), y los 5 radicales díscolos de la UCR llamados "radicales con peluca". Francos y Sturzenegger hablaban en Casa Rosada con los empresarios sobre el ente tripartito que está impulsando el gobierno entre la CGT, los empresarios y el Estado, y también de avanzar con la conformación del Consejo de Mayo.
El Jefe de Gabinete, con el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, mantuvieron una reunión con las cámaras empresarias del Grupo de los Seis, donde acordaron coordinar la mesa tripartita, para la producción y el trabajo, junto con la CGT y el gobierno. En representación del sector empresario, asistieron la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja; Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino; Cámara Argentina de Comercio, Mario Grinman; Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss; Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi; Asociación de Bancos Argentinos, Javier Bolzico.
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El Gobierno ya negocia las nuevas leyes que pedirá Milei al Consejo de Mayo
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Aunque no hay fecha precisa de convocatoria, el Gobierno acelera las negociaciones con gobernadores, legisladores la CGT y empresarios, que por ahora son por sectores, por separado, a la espera que cada uno defina el nombre de su representante.
El Consejo de Mayo -reiteraron en la Casa Rosada- está pensado para impulsar leyes que cumplan el pacto de mayo. Aclaran que por ahora se habla con los gobernadores, con cada uno por separado.
"La idea es que el Consejo trabaje leyes para llevar adelante los 10 puntos de la ley bases y el pacto firmado en Tucumán el 9 de julio pasado, entre ellos la reforma electoral que contempla el proyecto para eliminar las PASO, una reforma laboral y previsional más amplia, reforma de la coparticipación federal y reforma tributaria integral, entre otros puntos como garantizar la propiedad privada, y la penalización a quienes emitan moneda o no cumplan con el deficit cero, y la ley de ficha limpia para que no puedan ser candidatos quienes estén condenados por delitos.
También está pendiente una reforma para la democratización de la representación sindical, que el gobierno acordó frenar a pedido de los gordos de la CGT.
La reunión de Francos y Sturzenegger con empresarios se produjo una semana después de la cumbre que ambos funcionarios y el asesor político de Milei, Santiago Caputo, mantuvieron el pasado 1 de octubre en la jefatura de Gabinete con los principales referentes de la CGT, encabezados por los triunviros Héctor Daer y Carlos Acuña.
En la Casa Rosada tomaron como un empate el resultado de la reunión con los principales líderes de la CGT dialoguista, en la que no estuvo, en cambio, el ultraopositor Pablo Moyano. Según dijeron altas fuentes del Gobierno, tras ese encuentro se evitó una ruptura en un momento clave para el gobierno, que empieza a enfrentar los coletazos de la crisis social por el ajuste.
Justamente, el diálogo del Gobierno con la CGT oficial amenaza con generar una inminente ruptura en la central sindical, según anticipó el líder de los camioneros, Pablo Moyano, que junto a otros gremios ratificaron el paro general del transporte para el próximo 30 de octubre, en contra del ajuste del gobierno.
En tanto, con los legisladores el jefe de Gabinete seguirá con las convocatorias periódicas de los lunes, sobre todo a los bloques aliados de LLA, el PRO y el Mid, más algunos radicales y peronistas que esperan que se sumen, después del apoyo a los dos vetos de Milei a la movilidad jubilatoria y al financiamiento universitario, que el gobierno toma como "los héroes que defienden el equilibrio fiscal" como una política de Estado.