Requisitos clave para acceder
-
Ser jubilado, o titular de AUH o SUAF con hijos a cargo registrados en ANSES.
Tener entre 18 y 65 años.
Poseer una cuenta bancaria donde se acrediten los haberes (puede ser Cuenta DNI, Banco Nación, Banco Provincia u otra entidad compatible).
Contar con DNI vigente y domicilio actualizado.
Presentar un historial crediticio sin deudas impagas registradas en el sistema financiero.
Lo importante es que no se exige trabajo formal ni recibo de sueldo, lo que lo convierte en un producto accesible para sectores que históricamente quedan fuera del sistema bancario tradicional.
Monto, plazos y tasas
Las condiciones pueden variar según la entidad que otorgue el crédito, pero la propuesta general establece:
-
Monto máximo: hasta $2.500.000.
Plazos de devolución: entre 12 y 60 cuotas.
Tasa de interés: fija, dependiendo de la evaluación crediticia.
Acreditación: en el mismo día de la aprobación.
El trámite está diseñado para ser rápido y 100% digital en la mayoría de los casos. Existen tres formas principales de iniciar la gestión:
-
A través de home banking o apps bancarias: Banco Nación, Banco Provincia y algunas fintech permiten iniciar el pedido desde el celular, firmar el contrato electrónicamente y recibir el dinero en la cuenta en el acto.
En sucursales bancarias: para quienes prefieren el trato presencial, se puede concurrir con DNI y CBU y realizar la solicitud en el momento.
Mediante billeteras virtuales como Cuenta DNI o Mercado Pago, que ya ofrecen líneas de crédito personal para clientes que cobran haberes sociales.
En todos los casos, el sistema realiza una evaluación crediticia instantánea, que determina si la persona califica y cuál es el monto disponible.
Cómo saber si te conviene
Antes de aceptar el crédito, conviene tener en cuenta algunos pasos:
-
Simular la cuota en el banco o app para saber si el monto a pagar es compatible con tu presupuesto.
Revisar la tasa de interés efectiva anual (TEA), que refleja el costo real del financiamiento.
Evaluar si el uso del dinero generará un beneficio a futuro (por ejemplo, inversión en un negocio, compra de herramientas, mejora del hogar) o si será solo para gastos del momento.