-
Prestación Básica Universal (PBU): $ 152.401
-
Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM): $ 266.520
-
Pensión por Invalidez Laboral: $ 233.205,5
Estos incrementos buscan, según ANSES, “sostener el poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones en un contexto económico desafiante”, marcado por una inflación que acumula varios meses en niveles elevados. Si bien el aumento mensual permite acompañar el ritmo inflacionario, los sectores de jubilados siguen siendo uno de los más golpeados por la suba de precios, ya que destinan gran parte de sus ingresos a alimentos, medicamentos y servicios esenciales.
Uno de los puntos más destacados de la medida es la confirmación del bono de refuerzo de $ 70.000, que se abonará nuevamente durante noviembre. Este bono, vigente de forma ininterrumpida desde noviembre de 2023, funciona como un complemento para quienes cobran haberes de hasta $ 403.150.645. En los casos en que la jubilación o pensión sea superior al haber mínimo, el bono se ajustará de forma proporcional para que el total percibido no supere esa cifra límite.
Esto implica que un jubilado que cobre la mínima recibirá su haber actualizado más el bono completo de $ 70.000, mientras que quienes tengan ingresos algo superiores percibirán un “complementario” que compense la diferencia hasta alcanzar el tope fijado por ANSES.
La continuidad de este bono ha sido objeto de debate público, ya que, si bien representa un alivio para millones de jubilados, también ha quedado congelado en su valor desde hace un año, sin acompañar la inflación acumulada en ese período. Muchos especialistas y organizaciones de jubilados reclaman que el bono se actualice automáticamente junto con los haberes, para evitar que pierda poder de compra mes a mes.
Además del anuncio de los nuevos montos y del bono, ANSES publicó el calendario de pagos correspondiente a octubre, que se extenderá hasta el martes 28 de octubre, organizado según la terminación del número de DNI de cada beneficiario.
Para jubilados y pensionados que perciben la mínima, el cronograma será el siguiente:
-
DNI terminados en 0: miércoles 8 de octubre
DNI terminados en 1 y 2: jueves 9 de octubre
DNI terminados en 3: lunes 13 de octubre
DNI terminados en 4: martes 14 de octubre
DNI terminados en 5: miércoles 15 de octubre
DNI terminados en 6: jueves 16 de octubre
DNI terminados en 7: viernes 17 de octubre
DNI terminados en 8: lunes 20 de octubre
DNI terminados en 9: martes 21 de octubre
En tanto, para jubilados que perciben haberes superiores a la mínima, el calendario será el siguiente:
-
DNI terminados en 0 y 1: miércoles 22 de octubre
DNI terminados en 2 y 3: jueves 23 de octubre
DNI terminados en 4 y 5: viernes 24 de octubre
DNI terminados en 6 y 7: lunes 27 de octubre
DNI terminados en 8 y 9: martes 28 de octubre
Este esquema escalonado busca evitar aglomeraciones en las sucursales bancarias y en las oficinas de ANSES, garantizando una distribución ordenada de los pagos.
La actualización mensual de haberes implementada desde 2024 reemplazó al sistema trimestral anterior, con el objetivo de que las jubilaciones y pensiones puedan ajustarse más rápidamente a las variaciones de precios y no pierdan tanto terreno frente a la inflación. No obstante, diversos economistas señalan que la aceleración de la inflación en los últimos meses genera un rezago inevitable, ya que el aumento se aplica en base a datos del mes anterior.
En este contexto, los bonos de refuerzo cumplen un rol clave para amortiguar el impacto de esa pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, la falta de actualización de esos bonos frente a la inflación ha hecho que, en términos reales, su peso en los ingresos totales de los jubilados sea cada vez menor.
De acuerdo con datos oficiales, más del 60 % de los jubilados percibe el haber mínimo y depende de estos bonos para alcanzar niveles de ingresos que les permitan cubrir sus necesidades básicas. Esto convierte cada anuncio de aumento o refuerzo en un evento de alto impacto social, especialmente para los sectores más vulnerables.
La decisión de ANSES se inscribe en un escenario económico nacional complejo. La inflación interanual continúa por encima de los tres dígitos, y si bien se han registrado algunas desaceleraciones en determinados rubros, el costo de vida sigue presionando fuertemente sobre los sectores de ingresos fijos.
Al mismo tiempo, el Gobierno enfrenta el desafío de mantener el equilibrio fiscal y contener el gasto público, lo que genera tensiones entre la necesidad de actualizar las prestaciones sociales y los límites presupuestarios.
En este marco, el aumento anunciado para noviembre y la continuidad del bono de refuerzo buscan dar una señal de previsibilidad a los jubilados y pensionados, garantizando que sus ingresos acompañen —aunque sea parcialmente— la evolución de los precios.
Sin embargo, para muchos analistas y organizaciones de jubilados, estas medidas no alcanzan para revertir la pérdida acumulada del poder adquisitivo en los últimos años. El debate sobre una reforma estructural del sistema previsional, que contemple mecanismos automáticos de actualización más dinámicos y sostenibles, sigue abierto.
Mientras tanto, millones de jubilados esperan cada mes las novedades de ANSES con la expectativa de saber cuánto cobrarán y cuándo, en un contexto donde cada peso cuenta.
La publicación temprana del calendario de pagos también tiene como objetivo facilitar la planificación de gastos de los beneficiarios, que suelen organizar sus compras y pagos de servicios en función de las fechas de cobro. Además, muchas provincias coordinan con ANSES el cronograma de entrega de medicamentos y otros beneficios, por lo que la información anticipada permite mejorar la logística.
Con estos anuncios, el organismo previsional busca mantener un esquema de comunicación clara y transparente, en línea con las actualizaciones mensuales que se vienen implementando desde principios de año.
La combinación de aumento más bono de refuerzo representa, una vez más, una herramienta clave para intentar mitigar el impacto de la inflación sobre los sectores más vulnerables. Sin embargo, el desafío de fondo persiste: lograr que las jubilaciones y pensiones recuperen poder adquisitivo de forma sostenida y no dependan exclusivamente de bonos extraordinarios que, en muchos casos, se licúan rápidamente frente a la suba de precios.