Junto con estos dos componentes, diciembre trae también el pago del medio aguinaldo, correspondiente a la segunda cuota del Sueldo Anual Complementario (SAC). Este importe, que representa el 50% del mejor haber del semestre, se acreditará en la misma fecha que la jubilación mensual. En algunos casos puede aparecer desglosado como dos movimientos distintos dentro de la cuenta bancaria, pero forma parte del mismo concepto y debe computarse como un único pago complementario.
El triple ingreso alcanza a un universo amplio de beneficiarios que, por diversos motivos, se sostienen con haberes mínimos y dependen de estos refuerzos para paliar los efectos de la inflación. Entre los grupos que recibirán los tres componentes completos —aumento, bono y aguinaldo— se encuentran los jubilados con haber mínimo, los titulares de la PNC Madre de Siete Hijos, los beneficiarios de PUAM y los perceptores de PNC por invalidez o vejez. En estos segmentos es donde se concentra el impacto más fuerte de la medida, ya que el bono extraordinario constituye una proporción significativa del ingreso total del mes.
ANSES difundió también los valores definitivos que percibirá cada grupo, lo que permite dimensionar con claridad la magnitud del refuerzo de fin de año. En el caso de la jubilación mínima, el haber mensual queda fijado en $340.746,35, mientras que el aguinaldo correspondiente asciende a $170.373. A estos montos se suma el bono extraordinario de $70.000, alcanzando un total acumulado de $581.119,35 en diciembre. El número marca un incremento importante respecto de los ingresos habituales y se espera que tenga un efecto directo en el consumo de fin de año y en la economía de los hogares más vulnerables.
Por su parte, quienes perciben la Prestación Universal para el Adulto Mayor (PUAM) recibirán en diciembre un haber mensual de $272.597,08, más un aguinaldo de $136.298,54 y el mismo bono extraordinario de $70.000, lo que eleva la suma total a $478.895,62. La PUAM, que representa el 80% del haber mínimo, suele acumular una alta concentración de adultos mayores sin aportes suficientes, razón por la cual este refuerzo adquiere una relevancia aún mayor en términos sociales.
Otro de los grupos alcanzados por el triple pago es el de las PNC por invalidez o vejez, prestaciones que se sitúan en el 70% de la mínima. En diciembre, estos beneficiarios cobrarán un haber mensual de $238.522,45, un aguinaldo de $119.261,22 y el refuerzo extraordinario de $70.000, acumulando así un total de $427.783,67. Este sector, particularmente afectado por la pérdida de poder adquisitivo en insumos vinculados a la salud, medicamentos y tratamientos prolongados, encontrará en el triple pago un alivio indispensable para afrontar los gastos del cierre del año.
En cuanto a la PNC Madre de Siete Hijos, su haber mensual es equivalente a la mínima, por lo que el monto acumulado en diciembre también alcanza los $581.119,35, al igual que los jubilados con haber mínimo. Este grupo se ha transformado en uno de los más numerosos dentro del universo de pensiones no contributivas, y el refuerzo permitirá que muchas titulares puedan sostener los gastos de sus hogares en una etapa del año donde los precios suelen tensionarse aún más.
En el caso de la jubilación máxima, ANSES aclaró que, si bien este segmento no recibirá el bono extraordinario, sí percibirá el aumento por movilidad y el medio aguinaldo. El haber mensual asciende a $2.293.160, mientras que el SAC correspondiente representa $1.146.580, dando como resultado un total acumulado de $3.439.740. Aunque este grupo no está alcanzado por el bono, la cifra final sigue siendo considerable, en línea con los ingresos altos del sistema.
La confirmación de estos valores llega en un momento donde la economía familiar se encuentra tensionada, especialmente entre los sectores de adultos mayores, que destinaron gran parte de sus ingresos a cubrir aumentos en alimentos, transporte y medicamentos durante el año. Los centros de jubilados, asociaciones de defensa al consumidor y especialistas en política previsional venían advirtiendo que el deterioro del poder de compra había afectado de manera más marcada a quienes perciben haberes bajos, y que diciembre debía llegar con una medida concreta para compensar al menos una parte de esa pérdida.
En este sentido, ANSES enfatizó que el triple pago busca “sostener el ingreso real de quienes se encuentran en la base del sistema” y anticipó que continuará monitoreando la evolución económica para evaluar refuerzos durante los meses siguientes. Aunque la medida no resuelve el problema estructural de los haberes jubilatorios, sí genera un alivio tangible en un momento donde los gastos se incrementan por las fiestas de fin de año y la presión inflacionaria acumulada.
Al cierre del año, el impacto del triple pago podrá observarse tanto en la capacidad de compra como en el nivel de consumo de los hogares, especialmente en bienes de primera necesidad y alimentos. Las consultoras económicas estiman que buena parte de este refuerzo se utilizará para cubrir deudas pendientes, compras de temporada, medicamentos que suelen faltar hacia fin de mes y reponer stock domiciliario.
En definitiva, diciembre se transforma en un mes clave para los beneficiarios del sistema previsional argentino, que ven en este triple pago una herramienta de alivio frente a un contexto económico desafiante. La combinación entre aumento por movilidad, medio aguinaldo y el bono extraordinario constituye uno de los movimientos de ingresos más importantes del año para millones de adultos mayores que dependen de estas prestaciones para sostener su calidad de vida.