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Cómo fueron las últimas y misteriosas horas del joven hallado muerto en la casa que vivió Gustavo Cerati

Luego de que se identificaran los restos óseos de Diego Olmos en la casa donde vivió Gustavo Cerati, se conocieron detalles sobre cómo fueron sus últimas horas.

Cómo fueron las últimas y misteriosas horas del joven hallado muerto en la casa que vivió Gustavo Cerati

Se confirmó que los restos hallados en la casa en el barrrio de Coghlan en la que vivió Gustavo Cerati eran de Diego Fernández Lima, un joven de 16 años que desapareció el 28 de julio de 1984. A los resultados se llegó gracias al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), quienes también lograron reconstruir cómo fueron las últimas horas.

“El Equipo Argentino de Antropología Forense llegó a una identificación, porque entre los huesos había un fémur, un cráneo, una cadera y pies, y eso permitía saber datos muy importantes de la morfología de la persona que había sido enterrada en este lugar. Por las características de los huesos, se sabía que era un adolescente, que era hombre de estatura mediana, y que calzaba 41”, empezó relatando el periodista Ignacio González Prieto de El Trece.

Además, continuó explicando cómo llegaron a revelar la identidad del joven y reconstruir el árbol genealógico: “Empezaron a revisar registros de desaparecidos, muertos, secuestrados, y lograron identificar a una familia. A partir del matcheo con el ADN de la madre y de dos hermanos, un hombre y una mujer, no del padre, que murió en un accidente de tránsito, descubrieron que la persona que estaba aquí se llamaba Diego, tenía 16 años, estudiaba en un colegio muy cercano de este lugar, en la ENET 36. Y, además, jugaba el fútbol en Excursionistas”.

Ante la pregunta de Luis Otero sobre "¿qué pudo haber pasado con este chico?", Prieto respondió: “La verdad que no está muy claro, pero el fiscal López Ferrando avanzó en la historia. La tarde del 26 de julio de 1984, este chico volvió del colegio al mediodía. Almorzó con su mamá y le dijo a su mamá ‘necesito plata para tomarme un colectivo’. Él no dijo a dónde iba, simplemente dio como referencia que iba a la casa de un amigo. La mamá tampoco preguntó. Él vivía a cinco cuadras”, le contestó.

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Qué se sabe del cuerpo encontrado junto a la casa donde vivía Gustavo Cerati

El cuerpo sin identificar que fue enterrado en un chalet ubicado junto a la casa que alguna vez habitó Gustavo Cerati pertenecía a Diego Olmos. Tenía 16 años, era alumno de la ENET N.º 36 y jugaba al fútbol en el Club Excursionistas. Se encontraba desaparecido desde 1984.

El hallazgo de sus restos ocurrió en 2025, en una vivienda del barrio porteño de Coghlan, justo al lado de la propiedad que Cerati alquiló entre 2001 y 2003. Las pericias confirmaron que Olmos murió de manera violenta: tenía una herida punzocortante a la altura de la cuarta costilla derecha y presentaba otras marcas que evidencian un intento de desmembramiento.

La investigación continúa abierta y los peritos intentan esclarecer tanto la causa de la muerte como el contexto en el que se produjo, sin descartar la posible conexión con personas o hechos ocurridos en aquella época.

El descubrimiento de los restos se produjo durante tareas de excavación para una obra en el terreno, y fue el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) quien se encargó del análisis de la evidencia hallada.

Según los datos que trascendieron, Olmos había salido de su casa vestido con el uniforme escolar y jamás regresó. Cursaba estudios en la ENET N.º 36 y era parte del equipo de fútbol del Club Excursionistas, donde entrenaba casi todos los días, excepto los jueves. Su habitación quedó intacta durante décadas, como si el tiempo se hubiese congelado. La confirmación de su identidad llegó 40 años más tarde y fue comunicada a su madre por sus otros dos hijos. El padre de Diego falleció en un accidente automovilístico sin haber sabido qué ocurrió con su hijo.

Actualmente, la fiscalía apunta a interrogar a los ocupantes del inmueble en 1984: una mujer de edad avanzada y sus dos hijos, de apellido Graf. Aunque legalmente el caso podría estar prescripto, el objetivo es reconstruir cómo fue la muerte de Diego, quiénes estuvieron involucrados y por qué su cuerpo fue enterrado con tanta negligencia, como si jamás hubieran pensado que algún día la verdad saldría a la luz.

El caso también expuso las profundas deficiencias del sistema judicial y policial de la época. La ausencia de una investigación seria, la indiferencia por parte de las autoridades y los prejuicios que recaían sobre los jóvenes varones —como la idea de que simplemente “se había ido con una chica” — terminaron por sellar el destino de toda una familia. “Nos quejamos, buscamos, fuimos a los medios, pero nadie investigó”, había dicho su padre.

     

 

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