Además de los factores hereditarios, una nutrición deficiente en minerales esenciales como hierro, zinc y silicio puede provocar la aparición de estas líneas. La insuficiencia de aminoácidos también es una causa común, debido a la importancia de la queratina en la salud de las uñas.
Por otro lado, las líneas transversales, que pueden manifestarse como ondulaciones o áreas donde la uña no es completamente lisa, pueden ser signos de problemas más serios. Estas rayas pueden ser causadas por infecciones virales, bacterianas o fúngicas, así como por afecciones como el síndrome de Raynaud, eccemas, o incluso ser efectos secundarios de ciertos medicamentos.
Dada la variedad de causas que pueden provocar estas alteraciones, es crucial prestar atención a cualquier cambio en nuestras uñas. Consultar con un profesional de la salud ante la aparición de rayas inusuales puede ser vital para detectar y tratar posibles problemas a tiempo.