La frase de la docente se da en el marco de la conmoción que vive esa ciudad por el aumento de la violencia y la inseguridad, que en estos últimos días parecieron alcanzar su pico a partir de la balacera contra un supermercado de los suegros de Messi y el asesinato del menor Máximo Jerez a manos de una banda narco.
"Esto es algo que se veía venir, es un largo proceso, que empeoró con el ingreso de la droga y de la venta dentro de las comunidades más empobrecidas. Y también influyó la falta de trabajo", afirmó la docente, quien también reveló algunas situaciones que le tocó vivir dentro mismo de una escuela.
"Cuando tomé la dirección de un colegio de la zona sur, empezaron los primeros indicios: desde una docente que vendía drogas hasta chicos en la nocturna que venían armados. El caso de la docente fue en 2008: se hizo todo un seguimiento, una denuncia, y terminó con una amenaza al personal directivo de parte de una banda que entró al colegio a interrumpir el acto del 9 de Julio", contó.
Por otro lado, Graciela también habló de las diferencias entre aquel Rosario, cuando era maestra de Messi, y el de hoy, azotado por la violencia.
"Hace 20 años, durante un período intermedio, yo iba a hacer alfabetización en una villa. Iba en bicicleta con uno de mis hijos y nunca pensé que me podía pasar algo. Había seguridad en cualquier lugar donde uno estaba. No teníamos alumnos amenazados, no existía esta cosa de ahora, de que no hay ley, que vale todo. No hay autoridad", afirmó.