La mentirita

Psicólogos comunicadores: la nueva responsabilidad de informar y contener durante la pandemia

Romina Cansler
por Romina Cansler |
Psicólogos comunicadores: la nueva responsabilidad de informar y contener durante la pandemia

La cuarentena, ahora renombrada como aislamiento, generó malestar psicológico que se incrementa semana a semana y, en consecuencia, también lo hacen las consultas a profesionales. Es por eso que los especialistas advierten la importancia de comunicar responsablemente a través de los medios y mensajes oficiales y de dar "pistas" para detectar situaciones preocupantes.

En un reciente informe de la Facultad de Psicología de la UBA se evidenció que casi un 75% de los argentinos admite malestar psicológico y un 43,75% aseguró que necesitará tratamiento. Más allá de estos números, en muchos hogares argentinos la situación de la pandemia se recibe desde los medios, es por eso que los especialistas advierten la importancia de los mensajes que se emiten.

"Tenés que tener cuidado, podés enumerar los síntomas psicológicos pero sin agravarlos y hacer más aclaraciones que en épocas normales", afirmó el psicólogo y divulgador Sebastián Girona, al tiempo que destacó la importancia de "mensajes constructivos, para que quien está del otro lado pueda hacer algo positivo con lo que está escuchando y dar 'pistas' de su situación".

El medico neurólogo, psiquiatra y psicoterapeuta Enrique de Rosa destacó que la mejor forma de emitir un mensaje es "informando, de la misma manera que hacemos campañas de prevención. Cuáles son los síntomas e impulsar la consulta".

La importancia del mensaje

Cifras, números y porcentajes. Día a día los argentinos se informan sobre la pandemia de coronavirus mediante partes diarios y mensajes oficiales. Sin embargo, ahora empiezan a pesar otros factores, además de los enfermos y fallecidos, como los problemas de salud mental derivada del aislamiento.

La difusión de estos aspectos puede ser contraproducente si no existen datos fidedignos y con el suficiente respaldo científico. Es por eso que, en tiempos de alarma por el avance de la enfermedad, el mensaje es primordial a la hora de evitar mayores consecuencias psicológicas.

"El miedo es efectivo por un breve tiempo y causa más daño que ventajas, es una herramienta muy limitada", señaló a A24.com Martín Etchevers, secretario de Investigaciones de la Facultad de Psicología (UBA).

"Es difícil hablar sobre esto en los medios porque no es un ámbito académico y tenés que bajarlo 'a tierra', entendiendo que podés dar alguna pista que dispare algo para pensar o pensarse. Es delicado porque el otro puede tomarlo como si fuera 'al pie de la letra' y no sos el terapeuta o psicólogo que lo está tratando", reflexionó Girona, quien, además de su trabajo en consultorio, tiene columnas semanales en radio sobre psicología.

En ese sentido, advirtió que, por ejemplo, tener "síntomas depresivos no es que la persona esté deprimida. Es para estar atentos, por eso tenés que hacer más aclaraciones que en tiempos 'normales'".

Incluso, existen mensajes desde el propio Gobierno que pueden ser cuestionables, tal como fue el caso de una propaganda que relataba que la reuniones familiares terminan en un respirador por COVID, sumando aún más ansiedad.

"La falta de previsibilidad hace mal, todas las personas necesitamos planes compartidos y el compromiso de cumplirlo porque cuando se adhiere a un plan es más fácil que se cumpla. Un mal mensaje alarma aún más a las personas alarmadas y las que subreaccionan no les llega", señaló Etchevers.

En ese sentido, De Rosa explicó que la mejor manera es "hacer campañas de prevención" para evitar patologías y malestares psicológicos. Es por eso que los mensajes de alerta, "tras 150 días, no sirven para nada. Estás recogiendo escombros, tenés que abrir camas de intervención y asumir los costos de la cuarentena. Ver, de alguna manera, qué pasa porque por estos meses tenes cuadros de estrés postraumático y cuando está instalado no volvés así nomás".

Realidades y psicología

Hoy, tras casi 5 meses de aislamiento, la sociedad argentina se enfrenta a una nueva etapa. Más allá de la importancia que declaman los infectólogos y epidemiólogos, entre otros especialistas, para frenar la propagación del virus, quienes analizan la psiquis alertan ante las consecuencias que trae esta "intervención conductual" a los argentinos.

Según relató Etchevers, en lo que se refiere a cómo transitan los argentinos la cuarentena pueden dividirse en 3 niveles:

"Gran parte de la población que no tiene antecedentes previos y que, sin llegar a un trastorno mental, sufre malestar (alteraciones en el sueño, en las relaciones interpersonales, falta de concentración e irratabilidad) siente que la vida se le hace más pesada. Este grupo puede apelar a determinadas conductas como el ejercicio físico, higiene del sueño y vida saludable. Combinar trabajo y ocio son pequeñas cosas que cambian mucho y permiten que puedan regularse sin siquiera intervención profesional". "Gran parte de la población que no tiene antecedentes previos y que, sin llegar a un trastorno mental, sufre malestar (alteraciones en el sueño, en las relaciones interpersonales, falta de concentración e irratabilidad) siente que la vida se le hace más pesada. Este grupo puede apelar a determinadas conductas como el ejercicio físico, higiene del sueño y vida saludable. Combinar trabajo y ocio son pequeñas cosas que cambian mucho y permiten que puedan regularse sin siquiera intervención profesional".

"Cuando hay dos criterios como es la disfuncionalidad y el malestar subjetivo, a veces uno más que otro, que pueden ser problemas con el trabajo, más discusiones con las personas que se interactúa, o angustia varias veces al día. Ahí tengo que recurrir a la consulta porque con intervenciones leves y simples se puede mejorar. Dentro de terapia analizar qué pasa, identificar cuáles son los disparadores emocionales y regularlos para normalizarlas". "Cuando hay dos criterios como es la disfuncionalidad y el malestar subjetivo, a veces uno más que otro, que pueden ser problemas con el trabajo, más discusiones con las personas que se interactúa, o angustia varias veces al día. Ahí tengo que recurrir a la consulta porque con intervenciones leves y simples se puede mejorar. Dentro de terapia analizar qué pasa, identificar cuáles son los disparadores emocionales y regularlos para normalizarlas".

"Aquellas personas con una vulnerabilidad mayor, con antecedentes de problemas psicológicos y diagnósticos previos, ante situaciones adversas se agudizan y, si ya estaban resueltos, reaparecen. Allí la ayuda psicológica es necesaria". "Aquellas personas con una vulnerabilidad mayor, con antecedentes de problemas psicológicos y diagnósticos previos, ante situaciones adversas se agudizan y, si ya estaban resueltos, reaparecen. Allí la ayuda psicológica es necesaria".

Más allá de estos niveles, lo cierto es que las consultas psicológicas aumentaron. "La frustración de convivir con la incertidumbre y la irritabilidad son la vedette, después lo síntomas ansiosos o depresivos", explicó Girona.

"Lo que se está viendo es una pérdida de motivación fenomenal, sobre todo en jóvenes. La apatía, la bulia, la inacción y un repliegue que es preocupante. Para qué voy a hacer algo si no me voy a mover de casa", relató De Rosa.

Además, el psiquiatra puso el foco en lo que ocurre en las calles. "En el Conurbano, por ejemplo, estamos viendo episodios de violencia incomprensibles y la violencia es un vector directo de la enfermedad o el malestar mental", señaló

La pandemia y la psicología

La obligación de permanecer en las casas, con una mayor interacción con quienes se convive o bien la soledad, son factores que influencian la mente de los argentinos.

"Se plantean cosas que venían pasando pero que estaban disfrazadas o disimuladas en la vida cotidiana y que con la cuarentena se evidenciaron. Esto nos confrontó con las dificultades psicológicas que veníamos teniendo", explicó Girona.

Es más, en los más pequeños también es importante ahondar en sus sentimientos. "La familia puede acompañar a los chicos de la mano de la empatía, ser sensibles con nuestros hijos. La cuarentena es una experiencia difícil. Te cuento y me contás", recalcó el psicólogo.

Por su parte, Etchevers advirtió que "está comprobado con cuarentenas anteriores que cuando se extienden mucho en el tiempo implican daños económicos e incertidumbre, que aumenta el impacto psicológico e incluso puede ocurrir cuando la cuarentena termine".

"Cuando predomina solo el miedo hay parálisis y las personas no piensan mejor. Cuanto más traumatizada está una persona más disfuncional es, más sufre y tiene menos capacidad de aprendizaje. Con esto no ayudo a que se produzca una regulación emocional y aceptación de la situación, se tiene que buscar colaboración y motivación. Creer en eso construye", recalcó el secretario de Investigaciones de la Facultad de Psicología (UBA).

De todos modos, según explicó De Rosa, en la actualidad ya pueden evidenciarse traumas. "Si instalo una idea por repetición, que son las políticas de propaganda, genero micro traumas por repetición. Si todos los días te cuento que se muere gente y no salgas porque el virus va a buscarte, es una información que tiende a una respuesta emocional y relaciono dos variables constantes que, por repetición, se aceptan".

Detección y post pandemia

Más allá de cuándo termine el aislamiento, los especialistas advierten que existirán decenas de personas que se enfrentarán a secuelas psicológicas de distintos grados. Es por eso que advierten la importancia de comenzar, cuanto antes, con sistemas de detección para evitar mayores consecuencias.

" Hay que sectorizar, con distintos recursos y para distintas necesidades. Entender qué les pasa y hacer algo para ese grupo. No que suprimir emociones, sino ubicarlas y nominarlas (nombrarlas). Encontrar soluciones funcionales", explicó Etchvers. Y agregó: "Cuando las personas entendemos cómo funcionamos, eso nos da más herramientas y hay estrategias hechas para cada grupo de problemas".

Por su parte, Girona explicó que "lo psicológico es muy silencioso, podés ver la cantidad de infectados, pero recién nos vamos a dar cuenta de esto cuando hayan números de ventas de antidepresivos o ansiolíticos". Es por eso que destacó que se podrían implementar "programas del Gobierno, acotando la cantidad sesiones, de terapias breves" para paliar las secuelas, ya que "estamos hablando de la capacidad de resiliencia de cada uno y depende de cada chico, cada adulto y cada familia". "Sería glorioso, pero me cuesta pensar que se vaya a hacer", admitió

"Hay que empezar a detectar e impulsar una prevención comunitaria, hacer un programa de detección en escuelas, barrios y charlas. Recibo mensajes de personas que me cuentan cosas por un posteo que hice y les llegó. Crear un día de concientización, que prestes atención a un problema, que lo veas", señaló De Rosa.

En ese sentido, el psiquiatra recalcó que la detección puede también nacer de uno mismo, por lo cual señaló la importancia de "tomar conciencia de que el cuerpo se enferma, igual que la mente. Una forma de verlo es escribir un diario, donde se anoten emociones, pensamientos y empezar a mirarse. Es un trabajo introspectivo del cual se puede partir para buscar ayuda".