Boca está obligado a golear a Auckland City y esperar que Bayern Múnich derrote a Benfica. La diferencia de goles y hasta el Fair Play podrían definir la clasificación a los octavos.
Reuters
Boca se juega la última carta en el Mundial de Clubes 2025 y, aunque las chances son remotas, las matemáticas todavía le permiten soñar. Tras la derrota por 2-1 ante Bayern Múnich en la segunda fecha del Grupo C, el Xeneize quedó al borde de la eliminación, pero buscará este martes una clasificación que exige una verdadera hazaña.
Reuters/Sam Navarro
El panorama es complejo. Luego de las dos primeras jornadas, Bayern lidera la zona con seis puntos y ya tiene asegurado su lugar en los octavos de final. Detrás, Benfica acumula cuatro unidades y una diferencia de gol de +6, producto de su aplastante victoria por 6-0 sobre Auckland City. Boca, en cambio, marcha tercero con apenas un punto y una diferencia de gol de -1. Cierra la tabla el equipo neozelandés, que no sumó unidades y quedó eliminado.
Con este contexto, Boca necesita golear por al menos siete tantos a Auckland City en el partido que se disputará este martes a las 16 (hora de la Argentina) y, al mismo tiempo, esperar que Bayern Múnich derrote a Benfica. Pero la clasificación no depende solo de un triunfo: el Xeneize está obligado a superar en la diferencia de gol al conjunto portugués.
Por ejemplo, si Bayern vence a Benfica 4-0, Boca deberá ganar al menos 3-0 para igualar la diferencia, pero quedaría eliminado por la cantidad de goles a favor. Por eso, el conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo necesita no solo golear, sino hacerlo por un margen que supere la diferencia que pueda establecer Benfica en su eventual caída ante el Bayern.
El otro factor que puede entrar en juego es el Fair Play, en caso de que Boca y Benfica terminen con los mismos puntos, misma diferencia de gol y misma cantidad de goles a favor. Según el reglamento de la FIFA, cada tarjeta amarilla resta un punto, una doble amarilla (expulsión) resta tres, una roja directa descuenta cuatro y una amarilla seguida de roja directa penaliza con cinco.
En este rubro, Boca arrastra hasta el momento -13 puntos debido a las expulsiones de Nicolás Figal y Ander Herrera, mientras que Benfica presenta -9, con la expulsión de Andrea Belotti como antecedente más grave. En un escenario límite, la clasificación podría definirse por quién haya tenido mejor conducta dentro del campo.
Para que el Fair Play sea determinante, tendría que darse un resultado muy ajustado, como por ejemplo: Boca le gana 6-0 a Auckland y Benfica pierde 2-1 ante Bayern. Allí, ambos quedarían igualados en todo y la tarjeta amarilla más o menos podría ser decisiva.
De todas maneras, lo primero que Boca debe hacer es concretar una goleada histórica ante Auckland City, algo que parece difícil pero no imposible. En la previa, el entrenador Miguel Ángel Russo pidió mantener la calma y aseguró que su equipo hará todo lo posible por cumplir con su parte.
En caso de clasificar como segundo del Grupo C, Boca se enfrentará en octavos al primero del Grupo D, donde pelean por ese lugar Flamengo, Chelsea y Espérance Sportive de Tunis, ya sin chances Los Ángeles FC.
El Xeneize sueña con una hazaña y no se da por vencido. Este martes, las cuentas estarán sobre la mesa, y todo Boca estará pendiente de su partido y del resultado entre Bayern y Benfica. La ilusión sigue viva, aunque el margen sea mínimo.
