El entrenador interino de Boca, Mariano Herrón, tomó una importante decisión tras el 1-1 ante Tigre, con el objetivo de preparar al equipo de cara al duelo clave por los octavos de final ante Lanús.
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El empate con sabor amargo frente a Tigre dejó a Boca sin la cima de la Zona A del Torneo Apertura y activó las primeras decisiones fuertes de Mariano Herrón. El flamante DT interino, que debutó al frente del equipo tras la salida de Fernando Gago, no solo dejó su huella desde lo táctico, sino también en el manejo del grupo: este lunes suspendió el habitual día libre post partido y citó al plantel bien temprano para entrenar en Ezeiza.
“Erro yo en el primer tiempo con el planteo o la distribución. Después corregimos y encontramos mejor fluidez”, dijo Herrón tras el 1-1 en Victoria, con autocrítica y sin excusas. Pero su mensaje no quedó solo en palabras: convocó al grupo a las 9 de la mañana en el predio de Boca y dejó en claro que, con los octavos de final a la vuelta de la esquina, no hay margen para relajarse.
El Xeneize se medirá con Lanús en La Bombonera, probablemente el sábado, aunque aún falta la confirmación oficial por parte de la Liga Profesional. Para ese cruce definitorio, el cuerpo técnico sigue de cerca las recuperaciones de Ander Herrera (desgarro en el cuádriceps) y Milton Giménez (esguince de tobillo), quienes trabajan contra reloj para llegar entre los convocados. Por ahora, es difícil, pero no están descartados.
En paralelo, el Consejo de Fútbol encabezado por Juan Román Riquelme sigue en la búsqueda del reemplazante definitivo de Gago. Los principales nombres en carpeta son Gabriel Milito y Gustavo Quinteros, aunque todavía no hubo avances formales. Mientras tanto, Herrón se hace cargo y, sobre su continuidad, fue claro: “Es día a día. Si me toca estar hasta el final y logro el objetivo, feliz de la vida”.
