Las dudas sobre la capacidad de pago de la deuda ya estaban presentes antes de ese lunes negro. De hecho el auxilio del FMI en 2018 se dio para evitar un default y sus fondos se utilizaron para hacer frente a vencimientos de la deuda. El acceso al crédito internacional para el país ya estaba restringido. Esas dudas se ampliaron ese lunes 11 de agosto con un salto del riesgo país a 1.467 puntos.
La paradoja de la economía argentina
La paradoja argentina es que a dos años de ese salto, ese indicador se halla en valores superiores, a 1.564 puntos, es decir 6,6% por encima del cierre pos PASO 2019. Esto refleja que pese a la restructuración de la deuda, las dudas de los inversores sobre la sostenibilidad de la deuda se mantienen y esperan, como en 2019 una nueva restructuración en los papeles domésticos.
De todas maneras, los derrumbes más importantes se dieron en las acciones. En un derrumbe histórico en las acciones de empresas argentinas, hubo pérdidas de casi 60% en los papeles que cotizan en Nueva York.
El Galicia perdió 56%; el Macro 53%; Edenor, 59% e YPF perdió 32% en el día. Pero nunca se recuperaron de ese lunes negro.
Al contrario, con el trascurso de los días, semanas y meses, esas pérdidas se ampliaron. El Galicia por ejemplo se encuentra 48% por debajo del cierre trágico de ese lunes negro.
YPF que se ubicaba en 11,3 dólares en Nueva York al final de esa trágica jornada financiera de agosto de 2019, ahora se ubica a sólo 5,1 dólares, es decir que perdió 55% desde entonces. La destrucción de valor no se circunscribió solamente a ese 12 de agosto.