Las reservas brutas de la autoridad monetaria avanzaron 31 millones de dólares hasta los US$29.645 millones.
Por qué el dólar sube nuevamente en la Argentina
El gobierno mantiene su política de crawling Peg, la devaluación dirigida de un 2% mensual. Entre otras cosas, porque no llegan los dólares que claramente necesita el Banco Central, el ministro Caputo y el presidente Milei. En consecuencia, los dólares (contado con liqui, el MEP y el "blue") comenzaron a subir y la brecha cambiaria con el oficial, que llegó a caer a un 20%, y ahora trepó hasta el 50%.
Esto disparó las constantes versiones de presiones de sectores económicos para que se "sincere" el valor del dólar, eufemismo para otra "devaluación".
Milei y Caputo han dicho una y otra vez que no habrá devaluación drástica porque el peso pierde oficialmente un 2% por mes. El presidente incluso - es su estilo - llamó "imbéciles" a los que pregonan la necesidad de devaluar la cotización oficial del peso.
Pero varias razones convergen para explicar por qué sube el valor de los dólares, con el "blue" que este lunes marcó un nuevo récord al estar por arriba de los 1.400 pesos:
- El Banco Central estuvo bajando la tasa de interés hasta llegar por debajo de la inflación. Si colocar pesos a plazo fijo dejó de ser "rentable", ese excedente de moneda nacional corre a lo más seguro: el dólar.
- Endeudamiento del BCRA al Tesoro. La medida anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, transfiere el pasivo del Banco Central al Tesoro. Son $17,95 billones que pasarán ahora a computarse como deudas del Tesoro. Sus intereses se pagarán ahora por el Tesoro. La idea es permitir avanzar en el corazón de la II Fase: la emisión "0" del BCRA. El problema es que el Tesoro tiene una pesada historia de "default " o "reperfilamiento", cosa que el Banco Central no tiene. De ahí, la desconfianza de los tenedores de esa deuda.
En última instancia, el Central deberá acudir un auxilio del Tesoro, por lo que dejar de emitir puede ser un anhelo más que una certeza en el primer tiempo.
Hasta ahora, la mitad de la baja récord del déficit fiscal se logró con la licuación de los ingresos de los jubilados y de los salarios de los empleados estatales.