Por último, antes del inicio de la jornada en Wall Street, las acciones de empresas argentinas y los bonos, son una tabla de donde agarrarse. Predomina el verde, es decir, en alza. Las acciones en un promedio del 4 al 5% y los bonos soberanos entre el 3 y el 6% para arriba.
Pero lo más importante, es el "pedido" del FMI: negociación política para no frustrar los cambios de la economía. El verdadero desafío para Milei a 26 días de las elecciones.
Wall street, permite ser optimista
Por el momento, la situación de las acciones en la bolsa de Nueva York y la cotización de los bonos son un buen elemento para mantener el optimismo en una semana compleja.
Las acciones que cotizan en Wall Street, de empresas argentinas, tienen una preeminencia alcista. con números que llegan al 5%, pero el Supervielle, supera el 6%. Por su parte, los bonos soberanos suben de manera similar.
- AL30D al 6%
- GD30 al 4,46%
- AL40 al 4,40%
La contracara en Nueva York es el riesgo país. Desde el 24 de septiembre no para de subir. Mala señal de la confianza en la macro del país. Ese día, bajó casi a 900 puntos. Luego, comenzó algo parecido a una carrera de obstáculos, que fue saltando jornada tras jornada. Primero superó los 1.000 puntos, luego los 1.100 y finalmente los 1.200 puntos. El jueves, quedó en 1.264. Hubo peores registros en el inicio del gobierno de Milei, pero este indicador es malo y faltan 23 días para las elecciones.
Julie Kozack y las reservas
Julie Kozack en su doble condición de vocera. Del FMI y de la acumulación de reservas genuinas. (Foto: Captura de TV)
El FMI: acuerdo político y acumulación de reservas
El Fondo Monetario es, en el caso argentino, un "brazo" de la administración Trump. Una y otra vez habla de los "progresos de la macro" y que deben ser preservados por la acción política. Eso es justamente lo que más cuestiona el FMI hoy. El gobierno libertario perdió los "frenos" mínimos que tenía para evitar que la oposición le de golpe tras golpe. Como viene ocurriendo desde septiembre.
La oposición kirchnerista logró aliados - en el radicalismo especialmente - para rechazar todos los vetos del presidente en el último tiempo. Por eso, la vocero del FMI, Julie Kozack pide un acuerdo o consenso político. Como si fuera diplomática, no da nombres, pero reclama: es imprescindible el acuerdo de la política, coincidencias mínimas, para que la confianza vuelva a la economía. Sobre todo para un objetivo central del Fondo: la acumulación de reservas genuinas.
Ya el primer acuerdo - heredado del gobierno anterior - no pudo cumplirse. La meta de los 50.000 millones de dólares como reservas del BCRA, no se cumplió ni remotamente. Allí llegó el primer brazo salvador del FMI: un nuevo acuerdo de facilidades extendidas, que flexibilizó las metas para las reservas del Central.
Pero el tembladeral político del gobierno libertario - problemas internos por los cierres de listas o el caso Espert -sumado a la preeminencia "K" en el Congreso, complicó aún más poder acumular reservas. El dólar superó la banda por su techo. Primero intervino el Tesoro y luego el Banco Central.
Con todo eso, el Tesoro norteamericano salió al rescate con una promesa de 200.000 millones de dólares. El ministro "Toto" Caputo estaba embelesado por el anuncio. Pero las presiones en EE.UU. hicieron moderar el lenguaje de Bessent. Cuando dijo "no pusimos un solo dólar en la Argentina", todo lo bueno que pasó en una semana pareció evaporarse. El dólar volvió a subir y se fueron más reservas.
Por eso, este jueves fue el turno del Fondo Monetario Internacional: Acuerdo político duradero. Base para la acumulación de reservas genuinas. A eso se comprometió Milei con el FMI. Aunque hay un elemento ajeno o incontrolable para el Tesoro americano o para el FMI: las elecciones del 26 de octubre.
Como dice la frase que se hizo popular en los últimos tiempos: "Es viernes y tu cuerpo lo sabe". Parafraseando, "hay elecciones y todos lo saben". El secretario del Tesoro, el FMI y los mercados. Esto explica sobradamente, el complejo panorama de dólares, bonos, acciones, riesgo país y... reservas.