Pasó casi una semana desde que las dos organizaciones terroristas emblemáticas en el Medio Oriente, sufrieron la baja de dos de sus representantes más importantes.
Como si fuera una crónica de la venganza anunciada, en Israel se viven horas de ansiedad y angustia desde que Irán comunicó que vengará la muerte del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, que fue eliminado en Teherán en la madrugada del miércoles 31 de julio.
El último ataque de Irán a Israel (foto: archivo)
Pasó casi una semana desde que las dos organizaciones terroristas emblemáticas en el Medio Oriente, sufrieron la baja de dos de sus representantes más importantes.
Fuada Shukr (número dos de la Organización Hezbollah) murió en la tarde del martes 30 de julio en Beirut mientras que Ismail Haniyeh (líder del buró político de Hamás) fue eliminado en Teherán, durante la madrugada del miércoles 31, mientras dormía en una residencia perteneciente a la Guardia Revolucionaria de Irán.
De la primera, Israel reconoció su autoría y declaró haber sido en represalia por la masacre que Hezbollah perpetró en la localidad israelí de Majdal Shams, en la que fueron asesinados 12 niños pertenecientes a la comunidad Drusa.
Respecto de Haniyeh, nadie (tampoco Israel) se han hecho cargo ni responsables.
De hecho, en las últimas horas, decenas de personas relacionadas a la seguridad iraní -que habían estado presentes en la residencia- continuaban siendo detenidas y demoradas en calidad de sospechosos.
Igualmente, Irán asegura que el Mosad (el servicio de inteligencia exterior israelí) tiene relación directa con el hecho y sobre esa base, declaró su intensión de atacar Israel a modo de “venganza contra el Estado sionista”
Desde ese momento las cartas de un nuevo juego bélico se han repartido en esta parte del mundo y lo que se vive aquí en los últimos días, es un clima de ansiedad sobre lo que pueda ocurrir, que se da gracias a la otra guerra que emprende el terrorismo… la del desgaste psicológico.
Incluso cuando se supone chequeada y también cuando llega desde fuentes que van desde el Secretario de Estado norteamericano hasta servicios de la inteligencia israelí.
Que Irán atacaría durante el pasado fin de semana.
Que lo hará recién dentro de siete días (cuando el calendario hebreo marque la fecha que recuerda la destrucción de los dos templos de Jerusalén)
Que ocurrirán dentro de las próximas 24 a 48 horas.
Cada segundo es una eternidad que no deja prever el futuro inmediato porque, en cualquier momento, puede llegar la respuesta que promete ser no solamente severa sino también desgarradora para toda la población del Estado de Israel.
Según la televisión iraní, en las próximas horas el mundo será testigo de imágenes escalofriantes.
Varios periódicos del mundo árabe indican que desde el cielo israelí (en particular el que cubre las ciudades de Tel Aviv y Haifa) caerá una lluvia de misiles.
El representante de Irán en la ONU afirmó que Hezbollah pretende atacar puntos militarmente estratégicos, pero también a la población civil y pretende, de esta manera, desligar su responsabilidad en lo que “Hezbollah pueda hacer” como si todavía algún ingenuo en alguna parte del mundo, no entendiese que esta organización terrorista es un proxy de Irán y que es este el único gran responsable de todo lo que pueda ocurrir.
No cabe duda. Hezbollah, Hamás, los Huties en el Yemen y las milicias en Siria e Irak son todos brazos de Irán y no actúan sino de manera mancomunada.
De hecho, en la mañana del lunes 5 de agosto, Hamás disparó más de 10 misiles desde la Franja de Gaza como intentando demostrar que todavía le queda armamento bélico, o tal vez para enviar un mensaje a sus “aliados” incitando a que comience el gran ataque.
Mientras tanto, Israel se prepara desde todos los ángulos posibles.
El vocero del Ejército, Daniel Hagari declaró en la noche del domingo que el país está preparado para afrontar el ataque desde todos los puntos previstos (Irán, Irák, Siria, Libano, Gaza y el Yemén) Además, recordó a la población que las directivas de seguridad no han variado desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre e instó a tener abiertos y preparados todos los refugios para ser utilizados en caso de necesidad.
Desde el Comando de Defensa Interior (lo que en Argentina sería un similar a Defensa Civil) se han incrementado los niveles de protección y aviso.
A las aplicaciones conocidas que anuncian el lanzamiento de misiles en diferentes puntos del país, se suma ahora un servicio directo al teléfono celular de cada uno de los ciudadanos que avisará en caso de emergencia y que no requiere de la instalación de ninguna aplicación.
El sistema está preparado para que, cada vez que una localidad esté siendo atacada, el Comando pueda enviar un aviso (tipo mensaje de texto y con una señal sonora) avisándole a la gente que debe recluirse en un lugar seguro.
Por otra parte, Israel tiene como aliados, entre otros, a Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania que han comprometido su apoyo en la defensa. Y también cuenta con armamento suficiente para poder contra atacar en cuanto sea necesario.
De momento la vida sigue. No como si nada pasara (porque pasa desde hace diez meses y en la última semana se ha agravado) pero si, tal vez, como una demostración a los grupos terroristas, que la vida debe continuar y que el miedo no puede paralizar la vida de un país entero.
De momento la vida sigue. No como si nada pasara, porque todavía hay 115 personas que permanecen secuestradas en Gaza hace 304 días.
Son horas decisivas las que se viven en Medio Oriente y, lo único que espera toda la gente de bien, es que los representantes del mundo puedan ayudar a que el conflicto se resuelva de manera diplomática y para el bien de todos.
(*) Gabriel Astrovsky es Corresponsal para A24 desde Israel
