A ello se le sumó el arresto del gendarme argentino, lo que generó un comunicado oficial que dice luego de la aprehensión del empleado: “Esta detención no es un hecho aislado, sino parte de una campaña sostenida de hostigamiento, intimidación y violencia psicológica contra los asilados y empleados de la misión argentina”.
“A ello se suma la presencia de francotiradores apostados frente a la sede y la ocupación ilegal de las viviendas vecinas, configurando un cerco de facto con el claro objetivo de ejercer presión y generar un clima de terror sobre quienes se encuentran en el interior de la representación diplomática”, sigue el documento.
El gendarme está incomunicado
La Cancillería exigió al gobierno bolivariano de Venezuela la liberación inmediata del empleado local y volvió a reclamarle a Maduro “la entrega de los salvoconductos para las personas asiladas en la sede diplomática”.
La denuncia de Cancillería ocurrió horas después de que se conociera la detención de un gendarme argentino cuando intentaba ingresar a Venezuela desde Colombia.
La familia de un gendarme argentino denunció que el efectivo fue secuestrado en Venezuela por el gobierno de Nicolás Maduro. Los allegados indicaron que se trata de Agustín Nahuel Gallo, un gendarme catamarqueño que fue detenido por las Fuerzas de Seguridad de Venezuela cuando intentaba ingresar a ese país el último domingo. A partir de ese momento, no se supo más nada de él.