Israel renovó su airada queja ante la medida tomada por las tres naciones europeas. Pero puso el foco en la figura de Sánchez y lo acusó de ser “cómplice de incitación al genocidio del pueblo judío y de crímenes de guerra”, con este reconocimiento a Palestina como estado soberano.
Palestina: estado soberano con territorio por recuperar
Noruega e Irlanda adoptaron un perfil bajo. No hicieron una proclama como el presidente del gobierno español. Simplemente, el rango de estado soberano para Palestina se dio en cuanto comenzó este 28 de mayo, la fecha anunciada.
En cambio, fiel a su estilo, Pedro Sánchez hizo el anuncio en castellano y en inglés, y se animó a dar una serie de lineamientos de cómo debe ser la frontera de Palestina e Israel. Además, avanzó en un terreno polémico que ni siquiera las Naciones Unidas definieron: cuál debe ser la capital de Palestina.
Pedro Sánchez invocó dos resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (la 242 y 338), con la que se exigió el alto el fuego en la Guerra de los seis días y el regreso a las fronteras anteriores. Pero no hay una decisión tomada sobre Jerusalén que sea diferente al plan de partición de Palestina de 1947 de la ONU. Por eso es conveniente ir por partes.
El territorio de Palestina y de Israel en 1967
Israel proclamó su independencia el 14 de mayo de 1948 y en ese mismo momento entró en guerra con los países árabes. Israel ganó los conflictos sucesivos y en 1967, en la Guerra de los seis días, alcanzó su máxima extensión territorial.
Ocupó las Alturas del Golán en el norte, toda Cisjordania y la Franja de Gaza. Además, expulsó a las tropas jordanas de Jerusalén y se quedó con toda la ciudad, cuando debía ser "internacional" por ser considerada sagrada para el cristianismo, el judaísmo y el islamismo.
Por eso, Pedro Sánchez apeló a esas resoluciones de la ONU para que Israel deje de ocupar tierras que deberían ser palestinas. En especial, los asentamientos que se mantienen en sectores de Jerusalén oriental y parte de Cisjordania.
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Pedro Sánchez dice que España reconocerá los límites como fueron establecidos en 1967 (Foto: A24.com).
Los límites previos a la Guerra de los seis días dan una clara división de Palestina en dos territorios inconexos: Cisjordania y la Franja de Gaza. Pero Sánchez habló de un "corredor" que comunique ambos sectores. Eso no se dio nunca, ni siquiera en el complejo mapa de 1947, que parecía casi un rompecabezas.
En el mapa que quedó desvirtuado con la primera guerra de 1948, los territorios palestinos estaban también divididos. La distancia era corta, pero no estaban unidos por ningún "corredor" como pide Pedro Sánchez.
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El plan original de la ONU no planteaba puntos de contacto entre las partes divididas de ambos estados (Foto: A24.com).
Tal vez, si ese mapa se hubiese mantenido -no fue así por las sucesivas guerras- tal vez se podrían haber hecho "corredores" en el centro y norte del territorio.
En cambio, el mismo mapa que defiende ahora el presidente del gobierno español torna imposible ese "corredor". Entre la Franja de Gaza y Cisjordania hay 45 km. de distancia por territorio israelí. Imposible pensar en un paso que una ambos sectores.
Jerusalén este, capital de Palestina
En este punto, los dichos de Pedro Sánchez son más que controvertidos. Aunque los conflictos "desarmaron" el diagrama de la ONU de 1947, un elemento no cambió en ninguna resolución del Consejo de Seguridad: la ciudad de Jerusalén debe ser "internacional", como ya fue dicho.
Por eso, la resolución 242 de del Consejo de Seguridad de la ONU dice en su artículo 1: "Terminación de todas las situaciones de beligerancia o alegaciones de su existencia, y respeto y reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los Estados de la zona y su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas y libres de amenazas o actos de fuerza".
Este tema es muy complejo de resolver porque tanto Israel como Palestina proclaman que Jerusalén es la "capital" de cada una de sus naciones. Israel la declaró como "capital única e indivisible". Esto significa un inconveniente para la paz, ya que el sector oriental está bajo jurisdicción palestina, aunque Israel la controla de hecho.
Por otra parte, los sectores palestinos moderados plantean el sector oriental de Jerusalén como "su" capital, pero los más radicalizados quieren la ciudad en toda su extensión.
Es decir, lo que dijo Sánchez ( "Jerusalén oriental" como capital de Palestina) es impracticable. Y no está en los acuerdos que persiguen las Naciones Unidas para los "dos estados".
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En la propuesta de Naciones Unidas, Jerusalén debe ser una ciudad "internacional" (Foto: A24.com).
El gobierno de Benjamín Netanyahu ha dicho que la decisión de estos tres países equivale a ponerse del lado de Hamas, que alienta la desaparición de Israel. En eso sí, Sánchez fue categórico: "Rechazamos a Hamas y el terrorismo. Reconocemos la legitimidad de la Autoridad Nacional de Palestina". El problema es que la ANP gobierna desde Cisjordania y no tiene ningún peso sobre la Franja de Gaza, otra traba para la declaración del presidente del gobierno español.