El gobierno de Israel está dispuesto a hacer una tregua con Hamas, pero sólo de manera parcial ya que, de ninguna manera, terminará la guerra contra ellos. Lo confirmó el primer ministro Benjamín Netanyahu en una entrevista televisiva.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, concedió por primera vez en 8 meses una entrevista a un canal local. Allí adelantó cómo sigue su plan de ataque contra los miembros de Hamas en la Franja de Gaza y cuál será el próximo objetivo militar en la región.
El gobierno de Israel está dispuesto a hacer una tregua con Hamas, pero sólo de manera parcial ya que, de ninguna manera, terminará la guerra contra ellos. Lo confirmó el primer ministro Benjamín Netanyahu en una entrevista televisiva.
Es la primera nota que le da a un medio israelí desde que comenzó la represalia por el ataque de Hamas el pasado 7 de octubre. Netanyahu - pese a la presión internacional - dijo que sólo está considerando una tregua parcial si eso permite la liberación de todos los rehenes que siguen en manos de Hamas.
Pero mantiene el plan central de terminar con su capacidad militar. Además, adelantó que el siguiente objetivo serán las fuerzas de Hezbollah, que operan desde El Líbano y que en las últimas semanas aumentaron sus ataques sobre el norte de Israel.
Luego de 8 meses y medio en guerra con Hamas, Benjamín Netanyahu está dispuesto a mantenerse hasta las últimas consecuencias en su objetivo: terminar con la capacidad militar de quienes atacaron su territorio el pasado 7 de octbure de 2023. Anque miembros de las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI) digan que es imposible de lograr. En una nota televisiva - la prmera a un canal local - el primer ministro dijo que esa sigue siendo su principal meta. No habrá un alto el fuego hasta que logre terminar con la capicidad bélica de Hamas desde la Franja de Gaza.
A lo sumo, puede conceder una tregua parcial si Hamas se compromete a liberar a los rehenes que aún mantiene en su poder en la Franja de Gaza. Pero nada más. Por eso, el premier israelí dice que está pronto a terminar sus ataques sobre la franja. Porque cree que en poco tiempo más podrá decir que cumplió con ese plan que anunció cuando declaró la guerra a Hamas. Ni las decisiones de la Corte Penal Internacional, ni del Consejo de Seguridad de la ONU, ni la presión creciente de Estados Unidos ( con Biden en campaña electoral) parecen ser suficientes para hacerlo modificar un ápice su pensamiento.
Insiste en que solo habrá treguas parciales para conseguir el otro tema planteado tras los ataques del 7 de octubre: liberar a todos los rehenes de Hamas. Pero ya anunció su próximo paso, como si estuviese seguro de que la presión interna en Israel no conseguirá desplazarlo del poder.
Así de contundente fue Netanyahu ante la televisión de su país. Hezbollah es una organización terrorista, que apañada por Irán, ataca recurrentemente a Israel desde sus posiciones en el sur de El Líbano y Siria. El "domo de hierro" o escudo de defensa de Israel cumplen con la misión de proteger a Tel Aviv y Haifa, dos de las ciudades más importantes de ese país, justamente en el norte de Israel, "pegado" a desde donde los milicianos de Hezbollah lanzan sus ataques.
En los últimos meses, mientras la guerra con Hamas se concentraba en la zona sur de la Franja de Gaza y también el sur israelí, Hezbollah incrementó sus bombardeos en el norte. Es por eso que el premier Netanyahu ha advertido a su principal sostén internacional, los Estados Unidos. El próximo objetivo será Hezbollah y hasta se plantea emplear armas nunca antes utilizadas en caso de una guerra total sonbre las posiciones en El Líbano.
Netanyahu imagina asi un rápido éxito para evitar una guerra prolongada como la que mantiene con Hamas. Pero el problema es que esa acción puede suponer una escalada en Medio Oriente que no se produjo hasta ahora.
El régimen de los ayatolas ya advirtió a Israel que la situación sería totalmente diferente si Hezbollah fuera atacado. Son sus ejecutores directos de sus políticas y ataques contra Israel. No permanecerían "neutrales" como en el conflicto con Hamas en Gaza.
Irán atacó por primera vez a Israel el pasado mes de abril. Israel respondió poco después. Pero ambos cruces fueron "escaramuzas" anunciadas con tiempo y de una baja intensidad que permitió a las fuerzas de defensa de ambos países evitar daños graves. Ahora, la situación sería mucho más grave.
Netanyahu dijo en esa nota de televisión que si Hezbollah no da marcha atrás pronto, no tendrá más opción que emprender acciones militares en El Líbano. De inmediato, Teherán advirtió que iría en apoyo de Hezbollah ante un ataque en gran escala.
Netanyahu se quejó abiertamente del retaceo de Joe Biden para seguir enviando armas a Israel. Quiere que haya una tregua definitiva con Hamas y llavar algo de paz a medio oriente. Justo cuando está en el tramo final de su campaña por la reelección ante Donald Trump. En ese contexto, un conflicto mayor, con Irán en escena, es lo que menos quiere la Casa Blanca.