GIRO EN LA CAUSA

El hallazgo clave que puede cambiar la causa del doble femicidio de Córdoba

Las fuerzas de seguridad de Argentina y Uruguay avanzan con nuevas pruebas que podrían ser clave para reconstruir la fuga de Pablo Laurta, acusado del doble femicidio que conmocionó a Córdoba.

El hallazgo clave que puede cambiar la causa del doble femicidio de Córdoba.

El hallazgo clave que puede cambiar la causa del doble femicidio de Córdoba.

El caso que conmueve a Córdoba y mantiene en vilo a las fuerzas de seguridad de dos países sumó un nuevo capítulo. La Policía de Entre Ríos y la Dirección de Investigaciones de la Policía de Salto encontraron este lunes el auto de Pablo Rodríguez Laurta, el principal acusado por el doble femicidio de Luna Giardina y su madre, Mariel, además del asesinato del remisero Martín Palacios.

El vehículo fue hallado en una zona de montes a orillas del río Uruguay, en Corralito, y los investigadores creen que fue utilizado para llegar hasta el cauce desde donde Laurta cruzó a la Argentina en kayak.

El hallazgo: un auto gris junto al río

Pablo Laurta 1
Se trata de un Lifan gris con chapa patente uruguaya. 

Se trata de un Lifan gris con chapa patente uruguaya.

Según detalló el medio entrerriano Mirada Central, se trata de un Lifan gris con chapa patente uruguaya, registrado en Montevideo. El auto fue encontrado semiescondido entre árboles y pastizales, cerca de una zona rural de difícil acceso.

El hallazgo fue posible gracias a un operativo conjunto entre fuerzas de Entre Ríos y Uruguay, que venían siguiendo las pistas del presunto femicida desde su fuga.

El ministro de Seguridad entrerriano, Néstor Roncaglia, confirmó que el vehículo permanece bajo custodia judicial y explicó que su ubicación coincide con la hipótesis de fuga que manejan desde el inicio:

“Laurta habría usado el auto para llegar al río Uruguay y desde allí cruzar en kayak hacia territorio argentino, evitando controles y cámaras”.

Pablo Laurta 2
Se trata de un Lifan gris con chapa patente uruguaya. 

Se trata de un Lifan gris con chapa patente uruguaya.

Pablo Laurta y un ataque planeado al detalle

El testimonio de Roncaglia sorprendió incluso a los investigadores más experimentados. El ministro reveló que Laurta se entrenó durante diez días en la localidad uruguaya de Salto para poder concretar el cruce fluvial: “El acusado realizó un entrenamiento intensivo de diez días con la finalidad de mejorar su técnica de remo y garantizar que el cruce fuera exitoso y sin ser detectado por las autoridades”.

De acuerdo con la reconstrucción oficial, el sospechoso planeó cada paso de su fuga: vendió pertenencias, retiró dinero en efectivo, compró equipamiento náutico y ensayó travesías cortas para familiarizarse con las corrientes del río.

El cruce se habría producido entre las ciudades de Salto (Uruguay) y Concordia (Argentina), aprovechando los sectores más anchos y menos vigilados del curso de agua.

“Eligió ese método porque sabía que si cruzaba por un paso fronterizo formal dejaría registro. Este fue un movimiento calculado, pensado para no dejar rastros”, sostuvo Roncaglia.

Un viaje en taxi y frases que hielan la sangre

Uno de los testimonios más escalofriantes de la investigación provino de un taxista cordobés, quien trasladó a Laurta y a su hijo desde Córdoba hasta Gualeguaychú, un recorrido de más de 600 kilómetros.

El conductor, que pidió mantener su identidad en reserva, contó que Laurta cambió de destino a mitad de camino y que durante el viaje pronunció frases inquietantes frente al niño.

“Le decía al nene que no iba a ver más a su mamá por un largo tiempo. Lo noté raro, con bronca. Hablaba de su expareja con odio y me dijo que ella le había arruinado la vida”, relató el chofer en diálogo con Cadena 3.

Según su testimonio, el viaje comenzó el sábado a las 11 de la mañana, tras un pedido realizado a través de la empresa donde trabaja. Inicialmente, Laurta había solicitado viajar a Concordia, pero en plena ruta cambió de idea y pidió seguir hasta Gualeguaychú, donde finalmente fue detenido.

“Me llamaba la atención que el chico estaba enfermo, vomitaba, tenía fiebre. Le ofrecí parar en un centro médico, pero él se negó. Solo le daba golosinas y gaseosa. Se comunicaba con dos hoteles, el Praga y el Berlín, buscando lugar para hospedarse”, detalló.

Las denuncias previas y el infierno que vivía Luna

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El domingo pasado, tras una intensa búsqueda internacional, Pablo Laurta fue detenido en Gualeguaychú como principal sospechoso del doble femicidio de Luna y su mamá, y del remisero que lo trasladó. 

El domingo pasado, tras una intensa búsqueda internacional, Pablo Laurta fue detenido en Gualeguaychú como principal sospechoso del doble femicidio de Luna y su mamá, y del remisero que lo trasladó.

El doble femicidio que estremeció a Córdoba tuvo antecedentes que hoy resultan dolorosos. Luna Giardina, de 25 años, y su madre, Mariel, habían denunciado en varias oportunidades a Pablo Laurta, expareja de Luna y padre de su hijo, por violencia de género y amenazas.

“Ella tenía botón antipánico y un cerco perimetral. Los vecinos sabían y trataban de ayudarla, pero vivía con miedo. No salía de su casa, dormía con llave”, contó Laura, hermana de Luna, en una entrevista con A24.

En ese mismo diálogo, la mujer reveló que su hermana y su madre vivían aterradas desde hacía años, y que incluso Luna había intentado rehacer su vida luego de escapar de Uruguay, donde el acusado la había llevado bajo falsas promesas.

“Allá cambió todo. Ya no podía decidir, ni moverse. Estaba controlada. Logró escapar y venir a Córdoba, y ahí empezó a pedir ayuda y hacer denuncias. Hace tres años que buscaba protección”, recordó Laura, entre lágrimas.

El horror: tres crímenes en pocos días

El domingo pasado, tras una intensa búsqueda internacional, Laurta fue detenido en Gualeguaychú. Su captura se produjo luego de que las autoridades encontraran el cuerpo descuartizado de un remisero, Martín Palacios, quien había sido visto por última vez transportando al acusado.

El vehículo del chofer apareció incendiado en Córdoba, mientras que sus restos fueron hallados a la vera de un camino rural entre Puerto Yeruá y General Campos.

El mismo domingo, Laurta fue trasladado a la Comisaría Segunda de Gualeguaychú, y este miércoles fue llevado a Concordia para prestar declaración indagatoria. Antes de ingresar al edificio judicial, alcanzó a decir ante los medios locales una frase críptica: “Todo fue por justicia”.

Una fuga transnacional y una captura clave

La investigación, coordinada por fiscales de Córdoba, Entre Ríos y la República Oriental del Uruguay, logró reconstruir una fuga cinematográfica.

Tras los asesinatos, Laurta escapó con su hijo en el auto gris, viajó más de 500 kilómetros hasta la frontera, entrenó para cruzar el río Uruguay en kayak, y finalmente se refugió en la provincia argentina, donde fue localizado días después gracias al rastreo de llamadas y cámaras de seguridad.

“Todo indica que contó con ayuda para moverse entre ambos países. Se están analizando vínculos con personas que pudieron facilitarle hospedaje, dinero o información sobre los pasos menos vigilados”, explicó una fuente de la investigación.

La Policía uruguaya mantiene bajo custodia varios elementos secuestrados en la zona de Corralito, entre ellos ropa mojada, restos de comida y huellas que coincidirían con las del acusado.

El perfil del acusado

Pablo Rodríguez Laurta, de 41 años, es uruguayo y había residido durante largos períodos en Córdoba. Según registros oficiales, tenía antecedentes por violencia de género, amenazas y hostigamiento, además de denuncias por incumplimiento de medidas judiciales.

En su entorno era descripto como “obsesivo y manipulador”, con una fuerte tendencia a controlar los movimientos de su expareja.

Los investigadores creen que Laurta planificó el doble crimen con semanas de antelación, y que el asesinato del remisero fue parte de su intento de encubrir la fuga.

El fiscal del caso, Gonzalo García Elorrio, confirmó que se analizan los cruces telefónicos y los movimientos bancarios del sospechoso.

El hijo, en el centro de la causa

Mientras tanto, el niño de cinco años que fue trasladado por su padre durante la huida se encuentra bajo resguardo del Estado, en un entorno protegido y asistido por equipos interdisciplinarios.

Por pedido de la familia, no se divulgarán datos sobre su ubicación ni su estado emocional. “Nuestro foco ahora es Pedrito, queremos que esté contenido y que se haga justicia”, dijo Laura, tía del pequeño, al hablar con A24.

Su prioridad, insistió, es que “el niño tenga una vida lejos del horror que le tocó vivir”.

Qué sigue en la investigación

Con el auto encontrado, la causa ingresa en una nueva etapa clave. Los peritos trabajan sobre el vehículo para obtener huellas, rastros biológicos y objetos personales que permitan determinar si Laurta viajó solo o recibió asistencia.

Además, se esperan resultados de ADN de los elementos hallados en la zona ribereña, que podrían conectar los crímenes de Córdoba con la fuga hacia Uruguay.

El fiscal confirmó que la investigación ya se tramita bajo la figura de “doble homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género”, con expectativa de prisión perpetua.

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