Será el primer discurso ante el Congreso del Presidente desde que perdió en las elecciones legislativas de 2021 y desde que sufrió severas críticas de la vicepresidenta Cristina Kirchner y de su hijo, el diputado Máximo Kirchner, entre otros K puros. Estos cuestionan tanto su política económica como el mismo acuerdo con el FMI, que requerirá un ajuste fiscal, por lo cual el kirchnerismo considera que paralizará el crecimiento.
Alberto enfrentará resistencias en los bloques de Diputados y del Senado
Es por ello que Cristina Kirchner y sus seguidores descuentan que el rumbo económico al que obligará el acuerdo provocará una derrota electoral casi segura en 2023, ante lo cual toman distancia del Presidente.
En el bloque de diputados del Frente de Todos, unos 18 miembros podrían abstenerse y dos votar en contra. En el Senado, la bancada que conduce José Mayans reclamó los detalles del acuerdo y planteó reparos a las líneas generales que anunció Guzmán y los borradores que se conocen.
Según trascendió en las últimas horas, además, La Cámpora, de Máximo Kirchner, no irá a la movilización de apoyo al Presidente y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, amigo de Máximo Kirchner, no estará en el recinto porque emprendió una gira por España. Si bien, el ministro tiene la venia del Presidente para esa gira de visita a empresarios, el dato se suma al panorama de conflicto.
Hermetismo sobre la presentación del proyecto del FMI
Según pudo constatar A24.com, este lunes de carnaval, la Casa Rosada impuso un extremo hermetismo sobre la negociación con el FMI y nadie informó cuándo se presentará ante el Congreso el proyecto con el acuerdo que negocia el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Si bien algunos especulaban que podría ser este mismo martes con un anuncio sorpresivo del Presidente en su discurso de apertura de sesiones, en el oficialismo aseguraban que “no está nada definido”. Las negociaciones con el Fondo estaban trabadas hasta estas horas en el recorte de subsidios a la energía y el aumento de las tarifas. Es el punto que genera mayores tensiones con el kirchnerismo.
La invasión ilegal de Rusia condiciona al acuerdo y al Presidente
La invasión ilegal de Rusia a Ucrania también demoró el acuerdo. Por un lado, la suba del precio internacional del petróleo y del gas dificultó el cálculo del nivel de recortes de subsidios y aumento de tarifas. El combustible que importa la Argentina costará más caro y por lo tanto el Estado deberá pagar mucho más por él, lo cual alterará las metas del déficit.
Por otro lado, la tibieza que el Gobierno demostró hacia el gobierno ruso de Vladimir Putin generó hasta anteayer fuertes presiones del gobierno de Joe Biden sobre Guzmán para que la Argentina tuviera una postura de condena firme a Rusia por la violación de su integridad territorial, los bombardeos y las violaciones a los derechos humanos.
“Hoy la política exterior la maneja Guzmán por la necesidad de cerrar el acuerdo con el FMI”, señalaron a A24.com fuentes diplomáticas. Guzmán transmitió el reclamo al Presidente y el canciller Santiago Cafiero pronunció este lunes una severa “condena a la invasión de Rusia a Ucrania” ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Mensaje de EE.UU. a Guzmán por la invasión a Rusia
“En Estados Unidos le hicieron llegar el mensaje a Guzmán de que con este tema no se puede ser ambiguo”, señalaron en líneas diplomáticas de la Cancillería. El peligro sobre el acuerdo con el FMI era obvio.
La explicación oficial, en cambio, fue: la Argentina tenía esa postura oficial desde el jueves último, cuando lanzó un comunicado, y la había evitado pronunciarla el viernes último ante la asamblea de la Organización de Estados Americanos porque no era el ámbito apropiado.
A última hora de anoche se esperaba que la embajadora ante la ONU, María del Carmen “Marilita” Squeff, repitiera el voto de condena a Rusia por su invasión ilegal e injustificada a Ucrania en una declaración conjunta de la asamblea general de la ONU convocada en una sesión extraordinaria por los Estados Unidos y que sesionaba anoche.
Curiosamente, en la Cancillería mantenían hasta anoche el dato en el más profundo hermetismo. En caso de confirmarse, ese voto profundizaría el distanciamiento entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que había presionado por no condenar a Rusia a través del vicecanciller Pablo Tettamanti, tal como anticipó A24.com el viernes último.
Alberto se aleja de Putin y de Cristina antes de su discurso
El Presidente no tuvo otra alternativa que cambiar su orientación geopolítica este lunes y alejarse de Putin, a quien hace quince días le había ofrecido que la Argentina fuera la “puerta de entrada” a América latina.
Este cambio de postura internacional no es compartido por la vicepresidenta. El domingo último ella hizo un hilo de tuits en los que evitó pronunciar las palabras “condena” e “invasión” para referirse a Rusia. En ese contexto, el Presidente enfrentara a su socia del Frente de Todos con riesgo de que algunos kirchneristas rechacen en el recinto algunas afirmaciones suyas. Sería todo un dato político.
En las últimas horas, Alberto Fernández y su vicepresidenta se comunicaron telefónicamente para unificar posturas en el discurso y en la organización de la asamblea. Sobrevoló en la charla el pedido del Presidente para que los legisladores kirchneristas no hicieran comentarios negativos dentro del recinto que pudieran ser captados por la televisión.
También se estimaba que el Presidente hará un repaso de sus primeros dos años de gestión, pandemia de Covid mediante, y proyectará un conjunto de objetivos para la segunda parte de su gobierno mediante el cual espera recuperar la economía y tener chances de reelección en 2023.
Será la primera vez que un Presidente irá a hablar ante la Asamblea Legislativa con una mayor hostilidad de su propio bloque, en especial del kirchnerismo puro, que de las bancadas opositoras, que por lo general son las que desaprueban los discursos de los presidentes.
El Presidente buscará equilibrio para no irritar a los propios y ajenos
Según pudo saber A24.com, la declaración de Santiago Cafiero irritó al kirchnerismo duro. En Ginebra, ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, el canciller dijo: “La Argentina reitera a la Federación de Rusia que cese inmediatamente en el uso de la fuerza y condena la invasión de Ucrania así como las operaciones militares en su terreno”.
En ese contexto llegará el Presidente ante la Asamblea Legislativa. Por otra parte, Alberto Fernández intentará instalar otros temas en la agenda. Buscará mostrar un éxito en el combate a la pandemia del Covid 19 y subrayará el crecimiento económico de 2021 de alrededor del 10% por el efecto rebote tras la parálisis de la pandemia.
En esa línea buscará dar ejemplos de crecimiento de la industria y de un incipiente plan para transformar los planes sociales en empleo genuino. De hecho, la Presidencia invitó ayer al empresario Carlos Vilariño, de Textilcom, una fábrica de indumentaria que incorporó jóvenes en su planta de Villa Soldati, aunque la mayoría provenía de fundaciones privadas y no de planes.
Por otra parte, Alberto Fernández buscará hacer un equilibrio en sus afirmaciones políticas para no mostrar el acuerdo con el FMI como un triunfo, para no irritar a los kirchneristas críticos, pero a la vez presentarlo como una plataforma para el lanzamiento de un plan de recuperación. Además, deberá apelar a la cautela para no agredir tanto a la oposición, cuyos votos necesitará para asegurar la aprobación del acuerdo con el FMI.