Con el frente económico abierto, Milei enfrenta un fin de año con tensión política y social por las reformas en el Congreso
A una semana de las fiestas, la CGT convocó a una movilización en contra de la reforma laboral, mientras el Gobierno aspira a conseguir apoyo de gobernadores y aliados a las reformas con un Congreso fragmentado. Los debates llevarán más tiempo de lo pensado.
Javier Milei y el nuevo Gabinete ponen a prueba el poder en el debate por las reformas ante el nuevo Congreso. Foto: Archivo Casa Rosada.
“Que sea un diciembre en paz. Si quieren protestar que lo hagan en las veredas”, advirtió esta semana la flamante ministra de Seguridad, y sucesora de Patricia Bullrich, Alejandra Monteoliva. Fue la primera respuesta directa del Gobierno de Javier Milei a la convocatoria a movilización que anunció la CGT para el próximo jueves 18 en Plaza de Mayo contra de la reforma laboral.
El Gobierno aspiraba a que el Presupuesto 2026 y la Reforma Laboral sean sancionadas antes de fin de año. Pero el debate se complicó por modificaciones que hizo a último momento; en la Casa Rosada ahora admiten que deberán extender la convocatoria a extraordinarias y esperar por lo menos hasta enero, e incluso febrero, para lograr la media sanción de ambos proyectos “prioritarios” para consolidar el plan económico y salir de la zona de riesgo de una nueva crisis y recesión.
El viaje de Milei y la interna en el Gobierno que demoró la reforma laboral
Javier Milei firmó el proyecto de Reforma Laboral apenas arribó desde Oslo. Manuel Adorni lo envió al Senado para su tratamiento. Foto Presidencia.
La firma del proyecto de reforma laboral se demoró. Fue porque Milei decidió hacer viaje relámpago en Oslo para conseguir una foto que no logró con la líder opositora venezolana, María Corina Machado. La jefa del bloque de senadores de LLA, Patricia Bullrich, esperaba la presentación para convocar a la conformación de comisiones y empezar a debatir un dictamen esta misma semana. Pero la gira presidencial terminó desdibujando la estrategia oficial ante un Congreso fuertemente fragmentado.
También complicó la cosa la inclusión a último momento de los artículos que reducen los aportes de los empleadores al sistema previsional y la eliminación de la obligatoriedad de aportes de los trabajadores a las obras sociales sindicales.
Esto generó creciente clima de tensión con los gremios y la oposición, sino dentro mismo del Gobierno.
Por un lado, pujaban el asesor presidencial Santiago Caputo y Manuel Adorni para evitar una confrontación abierta con la CGT y dejar para las sesiones ordinarias -como reconoció el jefe de Gabinete a A24.com- la denominada “reforma sindical” que tocaba las cajas sindicales.
Sin embargo, primó el impulso del ministro de Desregulación y autor de la iniciativa, Federico Sturzenegger, lo que desató el rechazo rotundo de la CGT que anunció la ruptura y el llamado a protestar.
El poder de Milei y del nuevo gabinete, a prueba en un Congreso fragmentado
diputados
A pesar de conseguir la primera minoría, Milei termina el año con un oficialismo débil que deberá negociar cada artículo de cada ley, con los distintos bloques en un clima de fuerte fragmentación política difícil de predecir.
La incertidumbre en la Casa Rosada hizo que la mesa chica reunida el viernes en Casa Rosada bajara la orden de mantener un hermético silencio a todos los ministros y funcionarios sobre la marcha de los proyectos, mientras se preparan para una nueva batalla el próximo miércoles en el Congreso.
Esta semana las Cámaras de Diputados y del Senado empezarán a tratar la conformación de comisiones. Recién después - todavía sin un cronograma claro para sesionar- se habilitará el debate de las 6 leyes que Milei envió a extraordinarias:
Junto con la Reforma Laboral, Milei envió otros 5 proyectos en el temario a tratar en sesiones extraordinarias hasta el 30 de diciembre, con la posibilidad de extender el periodo de debate hasta los primeros días de enero, o retomar a fines de ese mes, según confirmó esta semana Adorni ante la consulta de A24.com.
Bullrich se pondrá al frente de las negociaciones desde la comisión de Trabajo y Previsión Social.
En paralelo, el Gobierno espera que con las negociaciones que lleva adelante Martín Menem, se traten en Diputados los proyectos del Presupuesto 2026, el Principio de Inocencia Fiscal, el Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria; el nuevo Código Penal y la Ley de Glaciares.
El Gobierno también seguía negociando toda la semana, con gobernadores y otros aliados del PRO y partidos menores, un nuevo dictamen de Presupuesto 2026. Todo terminó demorándose porque "la sábana es corta", dicen en el Ministerio de Economía.
Adorni, Santilli, María Ibarzabal con los gobernadores Jalil y Orrego. Foto Ministerio de Interior.
Así, Adorni y Diego Santilli tuvieron que negociar cara a cara con cada uno de los gobernadores, que reclaman que el Gobierno incluya en la ley de Presupuesto los fondos que Nación le debe a las provincias.
Esta semana por segunda vez desde que asumieron Adorni y Santilli, visitaron el Salón de los Escudos: Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), a cambio de apoyar la reforma laboral y demás leyes que envió Milei, con prioridad para ser tratadas en extraordinarias.
Adorni admitió que el Gobierno no está en condiciones de definir los tiempos del debate en el Congreso y que todo depende de las negociaciones con los bloques aliados.
Así, el nuevo gabinete de Milei se pondrá a prueba en el debate por las reformas frente al nuevo Congreso, en un verano que se anticipa tenso por la fuerte caída del consumo, el cierre de empresas y anuncios de despidos.