Presionado por reclamos de la oposición, gobernadores y protestas sociales, el presidente accedió a limitar la delegación de poderes, aunque insiste en avanzar con las privatizaciones. El proyecto definitivo, ahora, deberá ser votado en sus más de 300 artículos en particular, la semana próxima, tras un cuarto intermedio y después de 3 jornadas maratónicas de sesión en Diputados.
Como cierre de otra semana al borde de la crisis institucional, que demostró una vez más la debilidad en la estructura política parlamentaria del Gobierno, Milei mostró sus principales cartas en negociaciones con empresarios extranjeros a puertas cerradas, cuando en el oficialismo temían que se caiga la ley.
En ese momento (el jueves por la tarde, mientras hervían las calles por la represión policial a manifestantes opositores y diputados de la oposición), llegó al recinto de la Cámara de Diputados su hermana y "jefa" del gobierno, como la llama el propio presidente en la intimidad, Karina Milei, escoltada por otros de sus principales alfiles: el ministro del Interior, Guillermo Francos, el vocero Manuel Adorni y el exfuncionario de Mauricio Macri, Hernán Lombardi.
Karina MIlei y Adorni en el congreso.jpg
Ley Ómnibus: Karina Milei y Manuel Adorni, presentes en el recinto de Diputados para seguir el debate. (Foto presidencia de Diputados)
Ley Bases: reclamos de la oposición por modificaciones en el proyecto
De la reunión a puertas cerradas con el presidente de la cámara baja, Martín Menem, salió el nuevo dictamen que desde la oposición se quejaban de no haber visto con los nuevos cambios, hasta minutos antes de la votación en general, un día después.
Los cambios ante la presión de los gobernadores, tal como había adelantado A24.com, incluyeron más limitaciones a la delegación de facultades legislativas, como la de hacer aumentos de impuestos por decreto, pero también nuevos cambios a los proyectos de desregulación de actividades productivas que los gobernadores consideran perjudiciales para las economías regionales: las leyes de pesca, de hidrocarburos, de biocombustibles, de tierras, y de seguridad.
A cambio de votar el nuevo paquete de la ley bases "desguazada", los gobernadores presionaron para que el gobierno se comprometa a coparticiparles el impuesto País a la compra de dólares oficiales. Algo que hasta el último momento era materia de debate, en el marco del anticipo del gobierno de convocarlos a negociar un nuevo pacto fiscal que incluya, entre otros puntos, el blanqueo de capitales y el retorno del impuesto a las ganancias para trabajadores.
Pese a que la Casa Rosada negaba dar un paso atrás en la coparticipación del impuesto País y el del Cheque, esos puntos serían los que terminaron por destrabar la votación en general. "Primero que voten la ley, después van a ser convocados a debatir el nuevo pacto fiscal", admitieron a A24.com fuentes cercanas al presidente.
En la última reunión de gabinete, el jueves, en Casa Rosada, mientras el Congreso no conseguía los votos para la ley, Milei les dijo a sus ministros y negociadores en Diputados: "Que termine la novela y se vote ya, como esté el proyecto. Que voten como quieran en general, después se verá en particular", indicó el presidente a sus interlocutores a través de su hermana Karina.
En el medio, estaba la presión a los gobernadores de limitarles los giros discrecionales para el pago de salarios a empleados estatales provinciales.
Luego, el viernes por la tarde, desde la residencia de Olivos, Milei metió presión a los legisladores para que voten la ley en general: "durante meses nos acusaron de antidemocráticos porque expusimos a una casta política que solo vela por sus propios intereses. Tienen hoy la oportunidad de demostrar de qué lado de la historia quieren estar".
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FJMilei%2Fstatus%2F1753504853228224624&partner=&hide_thread=false
Con Milei de gira en Israel y Roma, se podría demorar el debate de la ley ómnibus en el Senado
Javier Milei recibió a Victoria Villarruel y senadores de LLA en Casa Rosada el jueves para avanzar en la estrategia del DNU y la Ley omnibus en el Senado. Foto Senado.jpg
Por otro lado, puertas adentro, la vicepresidenta Victoria Villarruel fue recibida esta semana por Milei en la Casa Rosada, junto al bloque de senadores de La Libertad Avanza (LLA), en medio de los cruces con la oposición en la Cámara Alta que reclamaba la convocatoria a sesión especial el jueves, para tratar el DNU que desregula toda la economía y contiene la reforma laboral, frenada por la justicia, otro de los ejes centrales del plan económico oficial para atraer inversiones.
Ahora, los más de 300 artículos en particular se votarán uno a uno la semana que viene en la Cámara de Diputados, con Milei ya afuera del país y la titular del Senado, Victoria Villarruel, a cargo del Poder Ejecutivo Nacional.
En el Gobierno dudaban sobre la posibilidad de que la semana que viene se pueda votar la ley Ómnibus en el Senado, dadas las modificaciones con que llegará y la necesidad de una negociación con la oposición, que todavía no empezó.
Por lo tanto, en la Casa Rosada no descartan la posibilidad de que Milei termine extendiendo las sesiones extraordinarias más allá del 15 de febrero, cuando vence el plazo de convocatoria actual.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FVickyVillarruel%2Fstatus%2F1753184687898378623&partner=&hide_thread=false
A su vez, este sábado, Milei viaja a Mar del Plata para festejar el cumpleaños número 43 de su novia, Fátima Florez. Lo hará de nuevo a bordo de un avión de línea y se hospedará en un hotel privado. "Como es un viaje privado, se lo paga él", dicen en su entorno, como parte del objetivo de mostrar la austeridad del presidente.
En la comitiva a Mar del Plata también viajan su hermana, Karina Milei, y el vocero Manuel Adorni, quien también paradógicamente se quedó sin cargo formal, en medio de los cambios de estructura en el área de Comunicación.
Nueva crisis en el gabinete de Milei
Cuando no habían terminado las repercusiones del pedido de renuncia al ministro de Infraestructura que derivó en la absorción de esa cartera bajo el ala del Ministerio de Economía, y hubo que ratificar al ministro del Interior, Guillermo Francos, en medio de intensos rumores, surgió una nueva crisis en el gabinete de Javier Milei.
La crisis política, casi autoinflingida por la dureza en las negociaciones del gobierno con las provincias, se explayó puertas adentro del Gobierno con internas en el área de Comunicación y que podrían derivar en la inminente renuncia del nuevo secretario de prensa, Eduardo Serenellini.
En medio de la crisis, Serenellini se mostró en una foto junto a Milei en la residencia de Olivos, pero suspendió su participación en un acto en homenaje al decano de los periodistas en la Casa Rosada, Roberto Disandro.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2Fedserenellini%2Fstatus%2F1753412830479491352&partner=&hide_thread=false
El secretario de Prensa, Comunicación y Medios públicos apenas había desembarcado en el cargo hace un mes, pero este viernes le vaciaron la secretaría de funciones con un decreto publicado ese día en el Boletín Oficial, por el cual se traspasa toda la estructura de Comunicación bajo dependencia de la jefatura de Gabinete de Nicolás Posse.
Serenellini cosechó fuertes críticas por haberse extralimitado en reuniones con sectores productivos y negociar artículos de la ley Ómnibus. De esta manera, Nicolás Posse, con apoyo del vocero Manuel ADorni y el asesor político Santiago Caputo, le vaciaron el viernes las funciones de la secretaría, que pasaron a depender directamente del jefe de Gabinete.
En consecuencia, luego de haber ganado la calle con un cuestionado operativo de seguridad que rozó una dureza que recordó a las manifestaciones en contra de las privatizaciones de los años '90; en medio de graves incidentes que el jueves terminaron con más de 30 periodistas heridos de bala de goma y gases pimienta, el Gobierno publicó el decreto en el Boletín oficial por el cual la secretaría de prensa y la vocería, como también los medios públicos y la administración de la pauta oficial, pasaron a depender del jefe de Gabinete.
Todo, además, en medio del debate interno sobre cómo avanzar en la privatización de los medios públicos y de la pauta oficial.
Según había anticipado Serenellini, a quien ahora solo le queda renunciar o ser "un buen secretario de prensa" con funciones acotadas debajo del jefe de Gabinete, antes de privatizar los medios oficiales como Radio Nacional, Canal 7 y la agencia de noticias Télam, el jefe de Gabinete definirá un interventor en cada medio.
El domingo, en tanto, Milei estará de regreso en Buenos Aires, para partir el lunes a las 14 a bordo de un vuelo comercial de Lufthansa, rumbo a Israel, donde permanecerá 5 días con una nutrida agenda política. Posteriormente, viajará a Roma, entre el 11 y el 13 de febrero, para sus audiencias con el Papa Francisco y la Primera Ministra Georgia Meloni.
El presidente viajará acompañado de la secretaria general de presidencia, por el jefe de Gabinete y por el ministro del Interior, Guillermo Francos. En cambio, se bajaron de la comitiva para seguir de cerca la cuestión política y económica, el ministro de Economía, Luis Caputo y el asesor político Santiago Caputo.
Milei apuesta a las privatizaciones para conseguir dólares
Javier Milei sorprendió cuando, mientras los discursos acalorados en Diputados y afuera del Congreso amenazaban con una nueva crisis institucional para el país, se mostró interesado en mantener reuniones con varios de los más famosos empresarios globales en materia de tecnología, infraestructura y energía.
En una semana, de hecho, mostró conversaciones con empresarios como Elon Musk, el titular de Tesla y la red social X, que en el país busca negocios en tecnología y comunicaciones. Fue el propio Presidente el que, públicamente, en la apertura de sesiones legislativas, avisó sobre su interés en que Musk desembarque en el país con su firma de telecomunicaciones Starlink, una especie de caballo de Troya para que Musk ingrese a pelear por las privatizadas.
El jueves, en tanto, se dieron detalles de la reunión por zoom con el CEO del Fondo de inversión más grande a nivel global e histórico acredor de Argentina, BlackRock, Jerry Fink, con quien conversó del "panorama actual y futuro de la Argentina". El CEO estadounidense manifestó su interés por "evaluar in situ oportunidades de inversión en infraestructura en el país, lo cual augura un impulso al desarrollo económico del país". Los que vieron esa declaración, a pesar de que Fink no lo mencionó en la reunión con Milei, apuntaron a que le interesan firmas de servicios y tecnología. El dato se comprobará cuando, en mayo, el CEO de BlackRock llegue al país.
Todo esto se da en el marco de la búsqueda de inversores para el próximo paso central del plan económico de Milei: la reducción de los gastos del Estado y el ingreso de dólares a través de las privatizaciones.
El Gobierno está apurado en buscar alianzas firmes para que, en la votación en particular en el Parlamento, no se caiga el artículo de privatizaciones de compañías del Estado. En ese contexto, están cediendo en la listas de 41 firmas, pero tratando de que queden al menos 30 en situación de venta.
Un dato importante en este contexto: al caerse el paquete fiscal, la moratoria y el blanqueo en la Ley Ómnibus, una de las pocas fuentes de financiamiento en dólares grandes que le quedan a Milei es la privatización de empresas del Estado. El tema es delicado, pero central para el futuro político del gobierno.
Por último, en medio de tanta crisis política y social, Javier Milei recibió el jueves una bocanada de aire fresco, con el apoyo del board del FMI que ya desembolsó los USD 4.700 millones esta semana para refinanciar la deuda y acumular reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Además, el organismo internacional reveló las metas del plan económico y ajustes para 2024 que contempla una inflación del 200% (20% en enero) y, si cumple con el ajuste en el Estado y las privatizaciones de empresas y organismos públicos planteados en la ley, bajar la inflación mensual a un dígito en seis meses; junto a la promesa de salida del cepo cambiario a mitad de año.