La Jungla del Poder

El laberinto imposible de Patricia Bullrich: tácticas y estrategias para ganarle a Cristina y a Milei

La candidata de Juntos por el Cambio quedó atrapada en el camino del medio y licuada en las encuestas. ¿Tiene chance de dar vuelta la elección?
Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Patricia Bullrich busca salir de un lugar incómodo: la tercera vía. (Foto: archivo)

Patricia Bullrich busca salir de un lugar incómodo: la tercera vía. (Foto: archivo)

Por 3 puntos, Patricia Bullrich quedó acorralada. Algunos en su entorno dicen que fue culpa de Horacio Rodríguez Larreta. En los últimos 15 días de campaña, Horacio instaló la idea de que Bullrich era poco sólida y que no entendía nada de economía. Los votantes duros que compraron la idea se fueron con Milei.

Dos semanas antes de las PASO, sus equipos se ilusionaban con ganar en primera vuelta. No estaban tan lejos, creían. Especulaban con que Juntos por el Cambio sacara 35% sumando a ella y Larreta; y que Massa sumara menos de 30%.

Para zafar del balotaje hay que tener más del 40% y diferencia del 10% con el segundo. Especulaban con que el votante de Milei los iba a votar a ellos para “terminar rápido” con Cristina y el kirchnerismo. Pasaron cosas…

Fueron 3 puntos que se escaparon de Juntos por el Cambio a Milei y que cambiaron la historia. Y ahora una parte de los votantes de Bullrich quieren apoyar a Milei para “terminar rápido” con todos.

Bullrich quedó licuada. Pasó de “halcón” a “paloma” en un par de horas. El peronismo dice que fue parte de su estrategia. Incluso, plantean que se les fue la mano al ayudar a Milei.

Ellos mismos se jactan de que le cuidaron los votos, que le armaron las listas, que llenaron las boletas distritales con peronistas de la “casta”, que incentivaron a votarlo… La idea era dejar a Juntos por el Cambio chiquito.

La estrategia la planteó Cristina a partir de abril, cuando empezó a subir al ring a Milei y dejó de criticar a Larreta y Bullrich. Después habló de una elección de tercios cuando el libertario todavía medía menos de 20 puntos. Fue análisis de situación, pero también construcción de escenario.

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Patricia Bullrich quedó licuada. Tras las primarias, pasó de “halcón” a “paloma” en un par de horas (Foto: Telam).

Patricia Bullrich quedó licuada. Tras las primarias, pasó de “halcón” a “paloma” en un par de horas (Foto: Telam).

Bullrich, “jamón del medio”

De a poco se fue creando al candidato, siempre bajo la premisa de que a Milei se le podía ganar en una segunda vuelta y que a Juntos por el Cambio, no. En el nuevo mapa, quedó atrapada en el medio y descolocada.

Sigue hablando de Cristina Kirchner, cuando en realidad quizás el eje hoy es otro: “Casta vs. anticasta”. Bullrich quedó en un híbrido y su imagen pública se desmoronó. Primero intentó girar hacia el centro. Ahora volvió a la carga con una estrategia de confrontación agresiva contra Cristina Kirchner con un polémico Spot.

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Durante el último año había sido siempre la dirigente con mejor imagen del país. Hoy, Milei ocupa cómodo ese lugar. Y ella, que era un halcón, quedó desdibujada. Subsumida al liderazgo de dos hombres: Carlos Melconian (su futuro ministro de Economía, si gana) y Mauricio Macri.

Los que piensan las estrategias electorales saben que quedar en el medio es lo peor que puede pasar. Si no pregunten lo que le pasó a Massa en 2015; o a Larreta en 2023.

En este caso, el problema no es tanto la campaña. La realidad puso a Bullrich en ese lugar. Muchos cerca de ella se preguntan si hay un espacio para salir de esa posición.

Especialmente con un rival -Milei- al que no parece haber manera de entrarle. No sirve más el mensaje de que está loco. La gente ya sabe que está loco y lo va a votar igual.

En algo coinciden los equipos de Bullrich y los de Massa. No hay que atacar a la persona; tampoco sirve una campaña de miedo tradicional. Hay que conversar con los votantes blandos e ir contándoles poco a poco lo que podría pasar si se acaba el Estado. Escucharlos sin confrontarlos, preguntarles, que ellos mismos encuentren las respuestas.

Operadores de Juntos por el Cambio ven que la situación es compleja. Quizás no tiene solución y hay que esperar un golpe de efecto. La complejidad es doble porque muchos ven una fractura inminente.

Algunos que trabajaron cerca del bando perdedor (Larreta) creen que la mejor estrategia sería pelearlo a Milei con todo. Atacar, atacar y atacar para tratar de sacarle a él los votos que faltan. No sería la línea de trabajo que está priorizando Bullrich.

Ellos se quejan de que los marginan y que no les dan lugar. Los riesgos del Todo o Nada.

La estrategia de Bullrich

¿Pero qué dicen en los equipos de campaña de Bullrich? Su principal atributo es que es antiK. “Nosotros somos casta, pero cuando el Cristina y el kirchnerismo intentaron llevarte por delante, nosotros estábamos ahí”, explica un importante asesor. Fue Patricia -dicen- la que puso el pecho cuando los K avanzaron contra el campo, contra la Justicia, contra las instituciones, con Nisman…

Bullrich va a buscar crecer en el votante tradicional antikirchnerista. No va a insumir un solo recurso ni tiempo en convencer a los jóvenes que votan a Milei. “Solamente en la comuna 1 (Retiro) y la comuna 14 (Palermo) podemos recuperar 3 puntos nacionales buscando a los que no fueron a votar”, explica uno de sus principales asesores.

En estos días la campaña se focalizó en Entre Ríos (donde ganó Juntos por el Cambio, apalancado también por la buena elección de Rogelio Frigerio), Santa Fe (que perdió en la nacional, pero lo consideran territorio propio) y Mendoza, donde esperan que en la tarde del domingo gane el radical Alfredo Cornejo. Se sumó el desembarco de Macri en Córdoba apalancando al voto duro; ahí también ganó Milei las PASO.

Buscan votantes de más de 40, comerciantes, gente de campo, cordobeses, gente del interior de la provincia de Buenos Aires. Todos esos son recuperables en la mirada del equipo de Bullrich. Creen que, además, el votante tradicional de JxC crece en las generales.

Las encuestas que manejan en el equipo de Patricia Bullrich hace 10 días empezaron a mostrar movimientos. Llegó a su piso del 22% (con Milei en 39%) pero después se estabilizó. Hoy dan 34%, Massa en 26% y Bullrich un poco más abajo, pero creciendo.

“Massa tiene la estructura del PJ, pero la economía está detonada. Todos los días le pegan una piña nueva”, describen. Calculan que un 30% de votante de Milei puede volver a votarla a ella, y no les preocupa el votante de Larreta: “Es un marido enojado que se fue a dormir al comedor, pero en algún momento va a volver. No tiene otro lugar para ir. Es 100% antik, institucionalista, radical… No va a votar a Massa ni a Milei”, aseguran.

Juntos por el Cambio: ¿crisis terminal?

Quizás un emblema de estos problemas de la campaña de Bullrich es lo que pasó esta semana en Diputados.

  • Massa anunció cambios en el impuesto a las Ganancias.
  • Rápidamente, diputados de Juntos por el Cambio salieron a pedir que se haga a través de una ley del Congreso.
  • Massa les hizo caso, mandó un proyecto y pidió que se debata urgente.
  • Cuando llegó, Juntos por el Cambio -que había reclamado que lo presentaran- votó en contra.

Fue un terrible error político. Votamos en contra de nuestro electorado. Le estás diciendo a un médico que te votó, que estás en contra del cambio en Ganancias porque eso dificulta el equilibrio fiscal. Él te va a decir que te bajes el sueldo y va a votar a Milei”, describe una diputada radical que discutió internamente la postura, pero perdió.

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“Fue un terrible error político. Votamos en contra de nuestro electorado

“Fue un terrible error político. Votamos en contra de nuestro electorado", admiten en Juntos por el Cambio sobre lo que sucedió con Ganancias en Diputados (Foto: archivo).

“Había que abstenerse y hasta Patricia en una entrevista dijo que nos abstendríamos, pero luego primó la lógica de los economistas del PRO”, se queja, y agrega: “Después gana Milei porque nosotros nos alejamos de la realidad de la gente”.

Las fracturas adentro del PRO son cada vez más evidentes. En el radicalismo también se ven marginados. Y muchos dudan sobre el futuro de Juntos por el Cambio.

El PRO que responde a Larreta todavía se sorprende de que nadie les pide nada para la campaña. Como si sobrara demasiado. Y no sobra nada.

El sector radical que responde a Martín Lousteau (y Emiliano Yacobitti, su principal armador) coqueteó con dar quórum el día de la sesión por Ganancias. No lo dieron porque ya ese quórum estaba garantizado por Milei y otros. Pero estuvieron cerca de sus bancas y fueron los primeros en sentarse cuando empezó la sesión. Casi una advertencia.

No fue la única. El viernes, Sergio Massa hizo sus anuncios de “alivio fiscal” para monotributistas en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, al lado de Mariela Russo, presidenta de esa entidad. Russo responde políticamente a Yacobitti.

Massa viene esbozando que si gana la presidencia, va a convocar a un gobierno de unidad nacional. Sueña con sumar a partidos provinciales y al radicalismo de Gerardo Morales y Yacobitti.

En sectores de la UCR ven esto como una amenaza. Por eso creen que Patricia tiene que despegarse de la campaña que le imponen algunos sectores del PRO vinculados a Macri. La ven tironeada y sin posibilidad de ser ella. Dubitativa, ansiosa, errática.

“Recién en los últimos días entendió que tiene que ser ella. Volvió la Pato Rambo y está un poco mejor de ánimo. Reaccionando”, cuenta un hombre con quien comparte buena parte de sus días.

Los riesgos de las PASO

La economía no da respiro. Los problemas del gobierno son evidentes. Pero a los problemas corrientes de una coalición que nació rota, de un presidente sin poder, de una vicepresidenta que no se anima y de un ministro de economía que hace lo que puede, se le suma la incertidumbre económica que dejó el resultado de las PASO.

Dos meses enteros sufriendo la incertidumbre del no gobierno. Toda la economía de un país en llamas paralizada porque no se sabe si a partir de octubre gobierna un loco piromaníaco ni cuál va a ser el modelo económico.

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A los problemas corrientes del oficialismo se suma la incertidumbre económica que dejó la victoria de Javier Milei en las PASO (Foto: archivo).

A los problemas corrientes del oficialismo se suma la incertidumbre económica que dejó la victoria de Javier Milei en las PASO (Foto: archivo).

Esta semana apareció una nota interesante en la revista Anfibia que trabaja sobre este problema y cuestiona los plazos que hay entre las PASO y las generales. El dato más saliente es que sus autores son los dos hombres que tuvieron a su cargo la redacción de la ley de las PASO: Juan Manuel Abal Medina y Alejandro Tullio.

En el texto, critican o largo que es el tiempo entre las elecciones primarias y las generales, fundamentalmente por el “efecto de los resultados de las PASO como una “gran encuesta” o radiografía de las preferencias sociales”.

Proponen, entre otras cosas:

  • Reducir los plazos entre que cierran las listas, las PASO y las generales.
  • Permitir las dobles candidaturas y que el candidato a vice se decida después de las PASO.
  • Que las PASO sean obligatorias solo para los partidos, pero no para el votante (para desalentar efecto encuesta).
  • Limitar el financiamiento de boletas para evitar que se haga negocio con eso.

Quizás es una alternativa para evitar que los gobiernos se terminen 4 o 6 meses antes de que el Presidente entregue el poder.

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