"El candidato es el proyecto". Con ese discurso la vicepresidenta Cristina Kichner desde el Teatro Argentino de La Plata dejó abierto el debate en la alianza oficialista para que las candidaturas de cara a la sucesión presidencial se definan en una competencia en las PASO: llamó a debatir un programa económico más allá de los nombres, y puso al candidato libertario Javier Milei, como el enemigo con quien polarizar para intentar llegar al balotaje.
Aunque deslizó un tibio apoyo a la gestión de Sergio Massa, Cristina Fernández dejó en claro que antes de tomar una decisión, esperará a ver como evoluciona el plan de estabilización de la economía, y buscó consolidarse como la ordenadora de la estrategia electoral del Frente de Todos y de las listas.
Solo desde el kirchnerismo duro, Wado De Pedro y Andrés Cuervo Larroque insistieron en interpretar que la vicepresidenta "no se bajó ni se subió" y que dejó la incógnita abierta para decidir, llegado el caso, si tiene que ser candidata en un caso extremo para evitar que el Frente de Todos salga tercero en las PASO.
A una semana de la decisión de Alberto Fernández de bajarse de la candidatura a la reelección, Cristina Kirchner ignoró al presidente que insiste en darle pelea al kirchnerismo en las PASO a través de candidatos propios.
La vicepresidenta evitó críticas directas a Alberto Fernández, que pudieran agravar más la incertidumbre en los mercados, luego de una de las peores semanas del Gobierno con el dólar paralelo a punto de tocar el récord de $500.
Lo único que dejó en claro la vicepresidenta en sus 1,20 horas de discurso en el escenario es que fue solo un primer paso para iniciar la discusión por candidaturas, con el condicionamiento de debatir antes un programa de gobierno. Cristina quiere evitar un nuevo fracaso y una traición, como considera a la gestión de Alberto Fernández, como si ella no formara parte del gobierno.
El acto estuvo concebido como una demostración de fuerza de La Cámpora con miles de militantes alentándola "Cristina Presidenta". Pero con su ya clásica frase "no se hagan los rulos", la vice descartó ser candidata y volvió a ponerse como la jefa y ordenadora electoral del kirchnerismo.
Según reconocieron referentes del albertismo, del kirchnerismo duro y de movimientos sociales, por igual, el discurso puramente económico de Cristina deslizó su apoyo a Massa, pero con condicionantes al programa económico y a la renegociación del acuerdo con el FMI.
La línea que bajaron, tanto desde la Casa Rosada como del kirchnerismo, es mostrar unidad detrás del ministro de economía para enfrentar la crisis por la corrida cambiaria.
Mientras tanto, cada vez más aislado en la Casa Rosada, Alberto Fernández busca su nuevo rol en la transición electoral . Un día después de la reaparición de Cristina, se sumó a un acto junto Massa y gobernadores en el CCK, para anunciar obras hídricas junto a gobernadores.
A una semana de anunciar que se baja de la reelección, el presidente busca reacomodarse a su nuevo rol de figura institucional para garantizar una transición en lo posible, medianamente ordenada.
En otra muestra de llevar tranquilidad al escenario político, Alberto Fernández oficializó el viernes la convocatoria formal a las PASO con un decreto publicado en el boletín oficial, para el 13 de agosto.
El presidente seguirá con una agenda abultada de actos oficiales, anunciando obras y medidas del gobierno, acompañando a varios ministros, en un intento de mostrarse activo en la larga transición de 8 meses que le quedan de mandato hasta el 10 de diciembre.
Visiblemente feliz por haber ganado una batalla interna a Alberto Fernández, la vicepresidenta mostró que la relación con el presidente sigue tensa, pero no está del todo rota en el Gobierno, en lo que se interpretó otro mensaje de calmar a los mercados, mientras el equipo económico negociaba el viernes nuevas pautas y un desembolso del FMI.
Cristina buscó aislar a Alberto Fernández, pero abrió las puertas al debate interno, destacando a ministros cercanos al presidente que se muestran dialoguistas y posibles candidatos.
Ahora se espera la definición de la estrategia de alianzas y de los mecanismo para la distribución de candidaturas no solo a nivel presidencial, sino en el resto de las listas de cara a las PASO, discusión que se verá en el congreso del PJ nacional convocado para el 16 de mayo.
La especulación en las distintas terminales del oficialismo era que con Cristina y Alberto afuera de las candidaturas, si Massa no logra contener la crisis en los próximos meses, no le alcanzará para encumbrarse como el candidato de la unidad del Frente de Todos y retener el histórico 40% de voto peronista a nivel nacional.
En ese escenario, Cristina y Alberto, como los gobernadores e intendentes, habilitarán una competencia entre la mayor cantidad de candidatos en las PASO para darle volumen al electorado del FdT.
Solo en un escenario trágico para el Frente de Todos, ante el riesgo de salir tercero en las PASO, se podría analizar la participación de Cristina en alguna de las listas, admiten las fuentes del kirchnerismo que la reconoce como la gran ordenadora de la estrategia electoral.
Pero si Massa logra en mayo el acuerdo con el FMI, contener la corrida y la inflación a niveles más bajos que los actuales podría terminar siendo el candidato aclamado por la mayoría del peronismo.
Para pedir apoyo, Massa convocó este sábado a una reunión con empresarios, sindicalistas y movimientos sociales, con la necesidad de frenar la estampida de precios y la caída de los salarios.
Otra opción que analizan en la Casa Rosada, era una eventual competencia mano a mano entre dos fórmulas presidenciales, encabezadas una por Scioli y otra por Massa. Y una tercera opción incluye a Wado De Pedro.
En tanto, cerca de los movimientos sociales oficialistas proponen una tercera opción para evitar una diáspora de los votos kirchneristas de izquierda. Que le armen una paso para la tribuna, donde Massa compita con otros posibles candidatos como Juan Grabois por la izquierda y y Sergio Berni por la derecha peronista. De esa manera, garantizar más participación de todos los sectores del FdT y evitar una fuga de votos.
De eso están expectantes para tomar una decisión, los gobernadores e intendentes, es decir, los dueños de los votos territoriales del PJ. Llegar a la segunda vuelta hoy es la cuestión a la que apuesta el Frente de Todos.
