En esa línea, el mandatario enfatizó: “ese es el fin que tiene: dar seguridad a quienes han invertido en Argentina, bajar el riesgo país y la tasa de interés, y permitir que los argentinos puedan acceder al crédito”.
Según el comunicado oficial del BCRA, el swap con el Tesoro estadounidense tiene como objetivo “contribuir a la estabilidad macroeconómica de la Argentina, con especial énfasis en preservar la estabilidad de precios y promover un crecimiento económico sostenible”. El acuerdo establece los términos y condiciones para realizar operaciones bilaterales de intercambio de monedas entre ambos países y permitirá al Banco Central fortalecer la liquidez de sus reservas internacionales, además de ampliar los instrumentos de política monetaria y cambiaria disponibles.
El anuncio se da en un contexto de presión cambiaria creciente y dudas de los inversores sobre la solvencia del país. El año próximo, el Gobierno deberá afrontar vencimientos de deuda en moneda extranjera por USD 18.182 millones entre capital e intereses.
En las últimas semanas, el Tesoro de Estados Unidos intervino en el mercado local mediante compras directas de pesos —ventas de dólares— para contener la volatilidad y la demanda de divisas antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre.