Sobre la gestión libertaria, aseguró: "tenemos la vara muy alta", y aseguró que "el kirchnerismo cuenta un relato que cambia lo que pasa, cuentan lo que quieren contar para que todos seamos lo mismo y no es así".
"Nuestro proyecto se sostiene a pesar de los embates, nos quisieron tirar para atrás a nosotros y 45 millones de argentinos", agregó.
“Desde el 10 de diciembre del 2023 buscan voltearnos. Buscan erosionar lo que son nuestras columnas vertebrales: la transparencia, la lucha contra la corrupción, achicar el Estado y generar confianza pública. Quieren que la gente crea que somos lo mismo que ellos. Pero no lo somos”, dijo.
"Sabemos que hay gente que no llega a fin de mes, pero con Massa llegaba menos. Este programa nos va a llevar a un país con prosperidad", aseguró.
“Cada vez que logramos avances, nos sacan de la agenda de contacto con la sociedad. Nos hacen hablar de causas, denuncias, expedientes. Y lo que nosotros necesitamos es hablarle a la gente de cómo vamos a mejorar sus vidas. Porque la elección es clave para tener los próximos dos años de cambios”, señaló.
Patricia Bullrich advirtió que el Gobierno debe mantener el eje en las reformas estructurales: “La Argentina necesita una reforma laboral, una reforma impositiva y un Estado más chico. Esa es la agenda. Todo lo demás son maniobras para sacarnos del eje. Si nos dejamos arrastrar a contestar todo el tiempo, nos sacan de la agenda positiva. Y la elección se gana con propuestas claras para la gente, no con chicanas judiciales”, añadió la ministra.
Cómo se financian las campañas: la explicación de Patricia Bullrich
Antonio Laje también le preguntó a la ministra sobre el financiamiento de las campañas electorales y los mecanismos de control. Bullrich fue clara: “A nivel nacional hay un sistema de control estricto. Todos los ingresos van a una cuenta de campaña, hay rendiciones y auditorías. Pero la realidad es que en las provincias y sobre todo en los municipios no hay transparencia. ¿Cuánto gasta un intendente en punteros, en fiscales, en movilizaciones? Nadie lo controla”.
La ministra hizo una comparación directa con el triple crimen de General Rodríguez, al mencionar el rol de los laboratorios y farmacéuticas en el financiamiento político: “Ese fue un caso claro de cómo se mezclan los aportes, el dinero en negro y la falta de control. Y terminó en un crimen mafioso que todos recordamos”.
El triple crimen de Florencio Varela: "No es una banda profesional"
“En una ciudad como Buenos Aires pueden aparecer de golpe nombres y bandas desconocidas, que operaban en las sombras. Nadie había escuchado hablar del ‘Pequeño J’, por ejemplo. En la 1-11-14, donde estuvimos con Gendarmería hasta febrero, los grandes capos del narcotráfico ya estaban todos presos. Pero cuando desarticulás esas estructuras, emergen nuevas organizaciones que buscan instalarse y demostrar fuerza, muchas veces de manera brutal”, sostuvo Bullrich.
La funcionaria recordó que el combate contra las bandas peruanas en la 1-11-14 fue permanente, con un fuerte descenso de homicidios en ese asentamiento porteño durante los últimos años. Sin embargo, explicó que tras el traspaso de la seguridad a la Policía de la Ciudad, “el mapa criminal se reacomoda, porque siempre es una manta corta: si se destinan más fuerzas a la frontera o a las rutas para buscar grandes cargamentos, en los barrios empiezan a crecer otras estructuras menores”.
Respecto a Matías Ozorio, el presunto cabecilla de la organización investigada por el triple crimen de Florencio Varela, donde fueron asesinadas Brenda, Lara y Morena, Bullrich destacó la improvisación y precariedad con la que se movían.
“No es una banda profesional: andaban con sus propios documentos, sin logística, sin estructura de lavado. Incluso fueron al triple homicidio en el mismo auto particular. Eso habla de un grupo que estaba tratando de mostrarse y hacerse un lugar en el negocio de la droga, de la manera más salvaje”, explicó.
La ministra subrayó que el nivel de violencia de este crimen revela un fenómeno en expansión: nuevas bandas sin trayectoria que buscan hacerse notar con hechos de extrema crudeza. “El salvajismo que mostraron es horroroso”, resumió.