También asistió el senador peronista Edgardo Kueider, cuyo voto había sido clave para que el gobierno aprobara la Ley Bases en junio.
Además de Milei, Francos y Villarruel, por el Gobierno se sumaron la ministra de Seguridad y expresidenta de PRO, Patricia Bullrich y los vicejefes de gabinete de Interior, Lisandro Catalán y de Gestión, José Rolandi.
Javier Milei encabeza cumbre con Victoria Villarruel, Guillermo FRancos y jefes de bloques de senadores dialoguistas en medio de la tensión en el Congreso. Foto Casa Rosada.jfif
La cumbre en Casa Rosada encabezada por Milei, Francos y Villarruel, se produjo en medio del clima de extrema tensión con la oposición en el Congreso.
A horas de la sesión especial en la Cámara de Diputados que este miércoles definía la suerte del veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria sancionada por la oposición, en medio de versiones de legisladores opositores que darían vuelta sus votos, y de la sesión especial convocada para este jueves en el Senado para tratar el DNU de fondos reservados de la SIDE, la Boleta Única Papel, dos proyectos que reclama el Poder Ejecutivo, y la ley de Financiamiento Educativo que de ser votada por la oposición, Milei adelantó que vetará.
La sesión del senado está prevista para este jueves a las 14, según se acordó en la comisión de Labor Parlamentaria esta semana, para tratar esos tres proyectos, aunque en la cumbre en la Rosada se definía la estrategia conjunta. Si finalmente los aliados del oficialismo darán quorum o no, mientras cuentan los votos, para evitar una nueva derrota del Poder Ejecutivo Nacional.
Para Milei es imprescindible que el senado no rechace el DNU que amplía a 100.000 millones de pesos para fondos reservados para la SIDE y que vote el cambio de sistema electoral, para poder aplicar la Boleta unica Papel en las elecciones legislativas del año que viene. Pero en la Casa Rosada especulaban con que si no tiene los votos garantizados, el oficialismo prefiere postergar una vez más la sesión especial, para evitar que ambos se caigan.
El regreso de Villarruel a la Casa Rosada marcó la reapertura del diálogo que estaba cortado desde hace unos dos meses con el presidente Milei, en medio de duras internas en el Gobierno, no solo por críticas desde el entorno presidencial a la agenda independiente que mantiene la vicepresidenta, sino por su oposición a distintos temas que impulsa el gobierno, entre ellos, el pliego del juez Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia.
Desde el entorno de la Vicepresidenta también lanzaban críticas al entorno del presidente, especialmente contra el ala política que encabezan Karina Milei y Santiago Caputo, por dejarla afuera de las negociaciones anteriores con la oposición que terminaron con las derrotas del oficialismo por la sanción de la movilidad jubilatoria votada con los dos tercios de la oposición.
Ahora, el propio Milei se puso al frente de la estrategia política sin intermediarios, para intentar unificar la estrategia y dar vuelta los votos de algunos legisladores de la oposición a favor del Gobierno.